Aftosa: medida de Senasa perjudica al frigorífico de La Adela


Aftosa: medida de Senasa perjudica al frigorífico de La Adela

El frigorífico de La Adela ya no puede comercializar en Río Negro y Neuquén cortes de carne vacuna con hueso. Ahora, si quiere mantener ese mercado, debe deshuesar toda su producción con el mismo personal.
El dueño del frigorífico de La Adela, Fernando Pilotti, expresó su preocupación por el perjuicio que le genera el corrimiento de la barrera sanitaria de fiebre aftosa que impuso el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), una medida que no permite vender en Río Negro y en Neuquén cortes de carne vacuna con hueso. Concretamente, las modificaciones afectaron su margen de ganancia ya que el deshuesado requiere una mayor mano de obra.
“Estamos haciendo una reingeniería de la planta para adaptarnos, porque tenemos que deshuesar todo con el mismo personal”, advirtió Pilotti en diálogo con LA ARENA. Así, desmintió, aunque sin quererlo puntualmente, la versión oficial indicada por fuentes de Casa de Gobierno que califican de “normal” el ritmo de actividad de este frigorífico pampeano.
Consultado sobre la compleja situación, el empresario reiteró que “el problema más importante es que al ser una medida que salió de un día para el otro, con la misma gente tenemos una producción menor, porque hay que deshuesar toda la carne que se trabaja”.
El frigorífico, cuya planta de faena está ubicada en la localidad de La Adela, coloca un 95 por ciento de la producción al sur del río Colorado, y a partir de esta medida del Senasa mantiene algunas carnicerías propias sin abastecer, sufriendo de esta forma un perjuicio económico considerable que según Pilotti se refleja también en “la caída de las ventas”.
Después de adelantar que por ahora no se analizan posibles despidos, el empresario reveló que ya hizo distintas presentaciones ante el Senasa y la Fundación Barrera Patagónica (Funbapa) advirtiendo sobre la situación. Agregó que “sería importante que las provincias de Río Negro y Neuquén permitan pasar el hueso plano, para mejorar la comercialización”.
-¿Cómo van a enfrentar en principio esta compleja situación?
-No podemos acomodarnos aún, no nos alcanza la gente para trabajar. Vamos a dejar de atender algunos mercados para tener más tiempo para deshuesar. El punto es ese: tengo que deshuesar todo porque no hay mercado para el norte.

Barrera.
Desde la aparición de los últimos brotes de aftosa en la década pasada, el territorio patagónico se encontraba divido en dos zonas: una zona libre de aftosa sin vacunación y otra zona libre de aftosa pero con vacunación. La frontera entre ambas era el paralelo 42, límite entre las provincias de Río Negro y Chubut.
Esta separación implicaba una prohibición total de ingreso de animales en pie o cortes con hueso a las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, es decir, al territorio libre de aftosa sin vacunación. El objeto era evitar que la enfermedad apareciera en la zona sur del país. Lo único que podía entrar a esa zona eran cortes sin hueso (vacío, nalga, cuadril, cima, etc.), que son cortes que no pueden transmitir fiebre aftosa.
Río Negro, Neuquén y La Pampa fueron durante todos estos años territorio libre de aftosa pero con campañas sistemáticas de vacunación. Esto permitía a los frigoríficos pampeanos enviar cortes con hueso a esas dos jurisdicciones y cortes sin hueso a Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La nueva disposición del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) corrió la barrera del paralelo 42 hasta el río Colorado. Esto significa que Río Negro y Neuquén se incorporan a la zona libre de aftosa sin vacunación, mientras que nuestra provincia se mantiene en la categoría de libre de aftosa con vacunación.
Desde el Senasa se ha promocionado a la medida como una oportunidad única para que la Patagonia incremente su volumen de carne vacuna exportada. Es cierto que la medida abre esa posibilidad, pero más cierto es que la producción bovina de la Patagonia es muy baja, y lo que pueda sumar en el contexto nacional es insignificante.

Un beneficio para Río Negro.
La medida del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) tendrá como primeros beneficiarios a los productores ganaderos de Río Negro, que a partir de ahora dispondrán de un mercado más amplio. Esta provincia asistió en los últimos dos años a la pérdida de una fracción importante de su rodeo a raíz de la caída de ceniza del volcán Puyehue pero también a un notorio incremento de la cantidad de “feed-lots” en la zona del valle del río Negro. No obstante, la cantidad de cabezas será insuficiente para atender toda la demanda.

Una decisión equivocada.
“Una decisión equivocada” calificó un ingeniero agrónomo que el jueves publicó una tribuna en el diario Río Negro a la medida de Senasa. “Con el corrimiento de barrera intempestivo no vamos a solucionar nada sino que igualamos para abajo”, consideró Bautista J. Mendioroz.
El traslado de la barrera es “una medida a todas luces inapropiada para el momento actual y que va a acarrear una serie de importantes perjuicios a la sociedad rionegrina en su conjunto”, consideró el columnista, quien reconoció que el tema es un debate de larga data y de difícil resolución “porque interactúan intereses políticos y sectoriales, regionales y extrarregionales”.
“El contexto provincial (rionegrino) en el que se toma esta medida es el siguiente –detalló–: venimos de una de las peores sequías de la historia en la región, con nuestro stock ganadero disminuido casi a la mitad desde 1.150.000 cabezas en 2005 a 612.000 cabezas en 2012, según datos del propio Senasa, siendo el gobierno nacional el que decretó (prorrogó) la situación de emergencia y desastre agropecuario por sequía en nuestra provincia hasta abril del 2013”.
“En el país en su conjunto nos encontramos con la cadena de valor cárnica, en crisis”, abundó. “El rodeo nacional disminuyó en 10 millones de cabezas del 2005 a la fecha; de los casi 500 frigoríficos habilitados para el tránsito federal en Argentina en 2005, en el 2012 quedaban 189, de los cuales sólo 58 funcionan con normalidad”, detalló Mendioroz.
En Neuquén y Río Negro, la escasez de oferta regional traerá aparejado “el aumento del precio de la hacienda en pie destinada a faena de los frigoríficos regionales” y ese aumento de la materia prima se trasladará “al resto de la cadena de valor, terminando en un mayor precio al consumidor”, vaticinó el agrónomo.

 

Fuente La Arena

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