Política pampeana: la hora de mostrar los dientes


Política pampeana:  la hora de mostrar  los dientes

Por Norberto G. Asquini

Asistimos en estos días a la etapa preelectoral de “mostrar los dientes” en el escenario político pampeano. Mientras se esperan las negociaciones concretas, se comienzan a medir los sectores, a lanzar precandidaturas como globos de ensayos o amenazas de internas o rupturas, se va configurando de a poco el tablero en el que empezará a tejer el “gran acuerdo” en el Partido Justicialista.

Operativo contención y las dos alas

Estamos a poco más de un mes para que se firme el decreto de convocatoria a elecciones provinciales y se conozca el cronograma. Y se lance la temporada oficial de negociaciones políticas. Pero esto no significa que todos los sectores, sobre todo en el PJ, vayan jugando sus primeras cartas, haciendo sus apuestas. Por ahora, mostrando de lejos sus armas. Que el gobernador Carlos Verna haya anunciado que no irá por la reelección abre las puertas para que se hayan agigantado las expectativas de quienes tienen poder de fuego para negociar pero también de quienes no lo tiene.

Frente a las avanzadas mediáticas, el gobierno lanzó el operativo contención en boca del ministro de Gobierno Daniel Bensusán. “Hoy por hoy no se descarta” una candidatura del mandatario, lanzó para frenar a quienes ya están presionando por lugares. Para los optimistas, la posibilidad de que vuelva a postularse es tangible, para quienes esperan el tratamiento de noviembre, todavía no vislumbran ningún cambio en su decisión.

Este miércoles se reúnen los representantes de los intendentes justicialistas con Verna. Los casi cincuenta jefes comunales mostrarán su poder territorial y le anunciarán que lo van a “acompañar” en el acuerdo que lleve adelante. Hay dos lecturas del mensaje según el sector de los intendentes que sea consultado: el ala más vernista dará el aval al mandatario para los candidatos que él considere para cerrar la fórmula gubernamental y para las negociaciones; el ala no vernista quiere tener injerencia, aunque sea ser consultados, en la definición de la dupla gubernamental. Y hasta tener una mayor representación propia en la lista de diputados.

Los que están gruñendo

El viernes pasado el ex jorgismo de Compromiso Peronista (el ex gobernador Oscar Jorge en esa línea es más un hombre de consulta que un conductor) se juntó para dar un mensaje público. Son necesarios para el consenso y quieren ser tenidos en cuenta. “¿Por qué no tener un lugar en la fórmula, y hasta ser primeros?”, lanza uno de los consultados. Afirman que sin Verna encabezando la boleta “no hay nadie indiscutido” y que el proceso de negociación será difícil y deberá generar consensos amplios que los incluya a todos.

El marinismo ha sido el socio estratégico de Verna. También avisa que la mejor fórmula, y eso lo dejó en claro su jefe Rubén Marín, podría no ser encabezada por un vernista si eso mejorara las posibilidades electorales. En el acuerdo consideran que se mantendrá la vicegobernación para un dirigente naranja, como continuidad del actual status quo. Pero faltan las charlas. “Nuestros dirigentes han garantizado la gobernabilidad y apuntalamos al gobernador en todo momento. Pero si esto no es considerado, nosotros podemos mostrar que tenemos poder de daño, no jodan con nosotros”, se envalentona por demás uno de los voceros con el autor.

Otro sector que levantó un poco la voz fue el robledismo, reclamando amplios consensos, y por debajo pidió frenar las pretensiones de los intendentes que piden espacios. La Cámpora se lanza en Santa Rosa con Di Nápoli como candidato con la venia del diputado y ex ministro Axel Kicillof, y hasta sueña, por qué no, con sellar la alianza entre la ex presidenta con el gobernador con un vicegobernador propio.

También se empiezan a mostrar los que amagan con ser terceras opciones. El tiernismo devaluado con alguna declaración en los medios o el massista Frente Renovador con una línea autónoma del PJ y que ya tiene, de acuerdo a sus dirigentes, una veintena de candidatos a intendente en el norte. Habrá que ver si la polarización entre el Justicialismo y Cambiemos no tritura al resto de las fuerzas que pretenden ser alternativa.

Otros sectores aliados, con menos armas para mostrar, dan muestras a los negociadores del PJ de que serán parte de un frente que los contemple a todos.

Margen de maniobra

Verna piensa el armado provincial y va acomodando el territorio, sobre todo Santa Rosa y General Pico, para evitar internas que desangren. Hablará con todos, y luego les presentará las líneas centrales del armado 2019 del PJ. “Nos ponemos de acuerdo con este cierre, donde todos ganan un poco y pierden otro más, y a los que no les gusta pueden decidir jugar solos”, indica ahora un consultado del vernismo en el gabinete. Hay una cuestión a tener en cuenta: las internas provinciales no son obligatorias, y pesan los armados o estructuras. Pero lo cierto que todos se necesitan: sin Verna arriba de la boleta el margen de maniobra no será tan amplio sin la unidad. Si Verna finalmente volviera al ruedo, otra sería la realidad. Por ahora, un expresión lejana de deseo.

Comenzó octubre y todos muestran los dientes esperando charlas, negociaciones y cierres complicados de acuerdos. Comienzan a gruñir para mostrar que existen y que deben ser tenidos en cuenta.

El analista Mauricio Maronna indica que “el 70 por ciento de los lanzamientos prematuros tienen como objetivo negociar, luego, cargos de otra índole”. “Me parece se quedó corto, podría ser un 90 por ciento fácil”, dice uno de los consultados. Habrá que ver cuántos de los que torean hoy después se van calmando con el reparto de espacios.

 

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