Los hechos ocurridos el pasado miércoles en una institución educativa de la localidad de Toay, además de exponer la situación cotidiana donde algunas expresiones de violencia son catalogadas como naturales, también demuestran nuestra fragilidad institucional y el escaso reconocimiento a nuestra labor docente.
Cuando expreso o califico natural a ese suceso, donde quedaron en riesgo la vida de algunas colegas y de alumnos -cabe acotar que la docente involucrada en el aula está atravesando una situación muy difícil en lo personal y anímico-, quiero decir que lo ocurrido en ese aula responde a lo reflejado desde muchos medios gráficos y/o televisivos, en especial en los grandes ámbitos urbanos, y que nos muestran la lectura de la realidad desde el hogar. Vale tener en cuenta se expresan o se vivencian en nuestras pequeñas localidades y aunque aparezcan como extrañas o aisladas, son ejemplos de aquellas manifestaciones abundantes y cotidianas.
Además de dar a conocer mi opinión con respecto a lo sucedido, quiero reclamar a las autoridades pertinentes y ausentes, un mayor reconocimiento a nuestra labor como docentes en un ámbito desprestigiado como es el aula, donde debemos estar atentos a esos alumnos, y estamos olvidando del resto considerados normales. En estos días estuve presente en una jornada sobre Construcción de la Ciudadanía, cuyos objetivos generales además de organizar una agenda para el dictado de clases, es disciplinar a los docentes en cuanto a tener en claro cuales son las directivas generales: “contención en el aula”. Por eso me hago esta pregunta: ¿Qué ciudadanos estamos formando, cuando un mensaje que pueden estar leyendo es “en el aula hago lo que quiero”?
Por eso propongo acordar entre nosotros acciones para volver a ser tenidos en cuenta, no como aquellas generaciones de docentes en épocas autoritarias, sino como una futura generación comprometida a construir una sociedad igualitaria y democrática. También para quienes estamos en la realidad del nivel medio, advertir y establecer acuerdos con los maestros del nivel primario, en pos de salvar fuertes brechas de aprendizaje reflejadas en nuestro día a día.
A modo de cierre también me pregunto porque los directivos de Utelpa no salieron a expresar sus opiniones ante este suceso, y sólo aparecen como preocupados en el rubro salarial. Es cierto, se deben trazar prioridades, pero algunos hechos deben ser reparados para no tener que disculparse de situaciones más trágicas.
Mario Alejandro Higonet.
¿Por que no se mete Utelpa? Y… no tienen el valor de involucrarse en temas críticos.
En cuanto a lo de “contención en le aula” creo que es posible este nuevo desafío del rol docente, por eso no coincido con lo de “disciplinar” al docente para que se banque al alumno conflictivo, para mí no pasa por ahí.
El artículo de esta nota es verdaderamente el reflejo de los sometimientos al cuál son sometidos los docentes con ciertos alumnos que no son los de antes en su forma agresiva, ahora van a los hechos en forma verbal y otros métodos de demostrar que van hacer lo que quieran ellos, perjudican a los demás alumnos y la penitencia de antes es una gracia ahora, la docencia en parte hace lo que puede para contenerlos, habría que poner a las autoridades que dictan las normas que lo hagan ellos por algunos días y se van a dar cuenta realmente de lo que ocurre.- Para que está el Gremio ellos también se deben revelar contra estas cosas y que estos chicos reciban su educación en un ámbito separado de los que verdaderamente quieren estudiar, esto tiene que ser así en todos los ámbitos Primarios, Secundarios, etc.Es un tema complicado pero debe ser analizado muy bién para que la educación recobre el prestigio que años atrás tuvo en nuestro país.-
Es un tema complejo. Creo que la mayoría coincidimos que niños y adolescentes deben estar en la escuela, ese es el mejor lugar para ellos. Pero es necesario contar en las escuelas con equipos psicopedagógicos para trabajar determinadas problemáticas, en el nivel secundario.
los que quieren estudiar tienen que estar en las escuelas y los que quieren j…. afuera de la escuela. Asi lo veo yo como padre de hijo adolescente. Y el que no sebe convivier en democracia , en libertad que el estado los lleve a algún reformatorio para enseñarles las buenas costumbres y a trabajar. Pero bueno todo comienza por el gobierno y así estamos en este país. Y me pregunto ¡dónde está UTELPA? el gobierno les está pagando muy bien a los gremialista……???
Creo que hay una falla enorme en esta generación de padres, entre los cuales me incluyo. Pienso que hemos fallado en la tarea de inculcar valores, tales como el de respetar a los mayores y el de comprender nuestros derechos y obligaciones en un ámbito en el que conviven varias personas. Hemos formado, en algunos casos, a seres egoístas y sin sentido de la responsabilidad. Nosotros, los padres somos los responsables de esta situación, entre otras cosas, por esa falsa creencia de que poner límites e infringir castigos ( no hablo de físicos ) está mal, que puede crearles algún trauma y toda ese combo de pavadas que tratan de vendernos desde algunos programas de televisión y algunas revistas.
¿Qué es peor, lo de antes o lo de ahora? ¿Estos pibes/as no están acaso más traumados que nosotros?
Lamento profundamente esta situación, pero, ¿está bien igualar los derechos del chico que quiere estudiar y se preocupa por ser alguien en la vida con el que no se interesa por nada? ¿Que sienten el docente con deseos de enseñar y el alumno que quiere aprender ante este cuadro? Imagino que frustración, impotencia, desilusión, desmotivación.
Con mucho dolor, dado que se trata de niños, sostengo que los alumnos con problemas de conducta y convivencia deberían ser separados de los que no lo tienen y deberían ser tratados por gente especializada que apunte a su reinserción. Es triste, y se trata de una desición dura, pero ¿hasta cuando vamos a emparejar para abajo?. Sería importante explicarles a los alumnos la diferencia entre el concepto de Libertad y Libertinaje. Saludos.
En primer lugar opino también que esta falta de límites viene desde lejos y desde todos lo ámbitos de socialización. Y coincido en que poner límites no es castigar…Yo creo que lo que se confunde es esto precisamente, y en eso me parece que los adultos tenemos un problema que resolver..Cuando a los adultos nos quede claro esto, quizá recién podamos decir que las cosas puedan empezar a cambiar…
Por otro lado, no creo que se solucionen las cosas separando a aquellos que no quieren estudiar. Si pienso que el docente solo, no puede. Necesita el acompañamiento de la comunidad educativa, es decir, compañeros de trabajo, directivos y familia. Y cuando digo acompañar, es pensar en tirar todos del mismo carro…con los mismo criterios para afrontar los conflictos. Los conflictos son inherentes a los hombre y a la vida en sociedad. El tema es cómo los resolvemos. Creo que por ahí habría que empezar a pensar…Saludos y que tengan un buen día de descanso mañana Miércoles…