Opinión: Escuelas en llamas.


Los hechos ocurridos el pasado miércoles en una institución educativa de la localidad de Toay, además de exponer la situación cotidiana donde algunas expresiones de violencia son catalogadas como naturales, también demuestran nuestra fragilidad institucional y el escaso reconocimiento a nuestra labor docente.

Cuando expreso o califico natural a ese suceso, donde quedaron en riesgo la vida de algunas colegas y de alumnos -cabe acotar que la docente involucrada en el aula está atravesando una situación muy difícil en lo personal y anímico-, quiero decir que lo ocurrido en ese aula responde a lo reflejado desde muchos medios gráficos y/o televisivos, en especial en los grandes ámbitos urbanos, y que nos muestran la lectura de la realidad desde el hogar. Vale tener en cuenta se expresan o se vivencian en nuestras pequeñas localidades y aunque aparezcan como extrañas o aisladas, son ejemplos de aquellas manifestaciones abundantes y cotidianas.

Además de dar a conocer mi opinión con respecto a lo sucedido, quiero reclamar a las autoridades pertinentes y ausentes, un mayor reconocimiento a nuestra labor como docentes en un ámbito desprestigiado como es el aula, donde debemos estar atentos a esos alumnos, y estamos olvidando del resto considerados normales. En estos días estuve presente en una jornada sobre Construcción de la Ciudadanía, cuyos objetivos generales además de organizar una agenda para el dictado de clases, es disciplinar a los docentes en cuanto a tener en claro cuales son las directivas generales: “contención en el aula”. Por eso me hago esta pregunta: ¿Qué ciudadanos estamos formando, cuando un mensaje que pueden estar leyendo es “en el aula hago lo que quiero”?

Por eso propongo acordar entre nosotros acciones para volver a ser tenidos en cuenta, no como aquellas generaciones de docentes en épocas autoritarias, sino como una futura generación comprometida a construir una sociedad igualitaria y democrática. También para quienes estamos en la realidad del nivel medio, advertir y establecer acuerdos con los maestros del nivel primario, en pos de salvar fuertes brechas de aprendizaje reflejadas en nuestro día a día.

A modo de cierre también me pregunto porque los directivos de Utelpa no salieron a expresar sus opiniones ante este suceso, y sólo aparecen como preocupados en el rubro salarial. Es cierto, se deben trazar prioridades, pero algunos hechos deben ser reparados para no tener que disculparse de  situaciones más trágicas.

Mario Alejandro Higonet.

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6 Comentarios

  1. comment-avatar
    Mariana15 mayo, 2011 - 22:35

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  2. comment-avatar
    Alberto Garrais16 mayo, 2011 - 10:22

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  3. comment-avatar
    Complicado16 mayo, 2011 - 11:49

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  4. comment-avatar
    Mario16 mayo, 2011 - 20:16

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  5. comment-avatar
    Reflexión18 mayo, 2011 - 14:20

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  6. comment-avatar
    Nancy24 mayo, 2011 - 19:31

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..