Guatrachenses por el Mundo: Carolina Dalmas desde Katy, Texas, EEUU.

Borrón y Cuenta Nueva
Hace como seis años, la Guatrachense Carolina Dalmas y su marido residentes en el Gran Buenos Aires dijeron: “Nos vamos”. Se pusieron sus dos hijas al hombro y emprendieron el vuelo que los dejó en Austin, Texas. “En la capital Texana vivimos durante dos años, un lugar muy bonito, con colinas, bosques para caminar, con arroyitos y ciervos que ves desde la ventana, pero los departamentos estaban muy aislados y tanto a mis hijas como a mí nos costó relacionarnos”, nos cuenta entusiasta, “luego vinimos a Katy, lugar donde hay muchísimos latinos y como está en crecimiento todos están llegando, así que nos fue mucho más fácil insertarnos”.
Confiesa que los primeros meses no fueron tan duros: “al principio como es todo nuevo hay mil cosas para hacer e instalarte, pero después te das cuenta que no estás de paseo y que tenes que vivir aquí, una idiosincracia totalmente diferente”. El entorno del que Carolina comenzó a formar parte en Katy la aceptó de la mejor manera y eso fue determinante cuando el desarraigo la comenzó a afectar para resistirse al regreso.“Fue como nacer de nuevo, pero de grande,….entender cómo funcionan las cosas, desde el cole hasta el tránsito (que por cierto es muy ordenado), después del año ya sentís que sos parte y comenzas de a poco a insertarte”.
Corría Junio de 2004, Carolina había llegado para reescribir su historia, la de los cuatro, desde cero. Era borrón y cuenta nueva.

Guatrachense
Carolina Noemí Dalmas nació el 21 de diciembre de 1969 en Guatraché donde también realizó la primaria en la escuela 60 “desde sala de 4” y la secundaria en el IJBA de esta misma localidad.
En el 88´ partió a Bahía Blanca para comenzar sus estudios universitarios, de donde egresó en 1995 de Bioquímica o BIOCHEMIST, como prefiere que aparezca en su muro de facebook.
Vivió en Catriél, Río Negro, donde nació su primer hija, pasó por Neuquén Capital y terminó en Victoria, Partido de San Fernando, en el Gran Buenos Aires; y luego su historia en USA, “vinimos por dos años para volver y aquí estamos, a medida que las chicas crecen se hace más difícil el retorno, aunque aún conservamos nuestra casa en Argentina, uno no sabe que le depara la vida”,……”la única realidad es que somos argentinos y es el lugar donde uno siempre retornaría”, asegura.
Sobre el porque de la elección de ese lugar para vivir, Carolina lo explica: “mi marido trabaja para la industria petrolera, Houston es el centro  en USA y casi decir en el mundo, aquí consiguio trabajo, y decidimos vivir en Katy porque el distrito escolar es excelente y es un lugar para vida familiar de desarrollo explosivo, podria decir que un pueblo como Guatraché o más  se edifica por año”. 

La vida lejos
Actualmente vive en Katy en las afueras de Houston, con su marido Luis y sus hijas Micaela de 14 (casi 15), Caterina de 10 y “mi perrita Tina”, se ríe, “es que acá en América los perros son integrantes de las familias también”, afirma. Alegre, divertida, pero siempre ocupada, la entrevistada del día de hoy no duda en prenderse a la PC aunque al escribir desde el otro lado se le complique un poco: Extranio, Anio, Penias, parecen palabras desconocidas: “es que los teclados acá son en Inglés y no tienen eñe”, se ríe.
Tampoco Carolina y su familia tuvieron acceso a su llegada a una guía rápida de cómo hacerse oír y ser entendidos sin morir en el intento. “extraño mucho hablar en Argentino”, se ríe, “acá uno neutraliza el idioma ya que la mayoría de los latinos no son argentinos, pero en casa hablamos castellano, acá ya me acostumbre a decir Español”. “Un día cuando recién habíamos llegado, mi marido le preguntó a alguien: ¿hablas castellano? y nos respondió: no dialectos no hablo, jajaja”.
Katy es un lugar cosmopolita, “en la manzana que vivo hay gente Indú que usa turbante o mujeres con Saris, mis tres vecinos son Escoceses, hay muchos Latinos, Venezolanos, Colombianos, Centroamericanos, Africanos, Australianos, Asiáticos”.
También la música es su compañía diaria: “Me encanta la música clásica,  también el pop, diría que menos el rap o hip hop me gusta todo”,…..”en casa se escucha tango tambien , con mi marido nos gusta Tangueto o Bajo Fondo,  pero principalmente clásica o clásica-rock”,…”y gracias a este mundo informatizado  uno puede leer el diario y escuchar la radio de tu país”.
Confiesa que tiene un hobbie que heredó de su madre: “me enseñó mucho sobre jardín y ahora aquí tengo uno hermoso,  hago todo orgánico (cosa que mi mama también me enseñó), tengo una huerta orgánica también, me desenchufa el contacto con las plantas y la tierra, si el tiempo lo permite, claro”, afirma quien vive en un lugar donde el verano dura 8 meses y las temperaturas en plena temporada promedian los 40º de día y 30º de noche, “ se te van las ganar de trabajar en el jardín,  jajaja”,……”ni hablar de los mosquitos y algunas serpientes que he encontrado … no ayudan mucho, pero hay otros visitantes que me deleitan, mariposas, picaflores y gecos (unos lagartos chiquitos que cambian de color)”
Los libros también son su debilidad:” leo toneladas de libros cuando el tiempo me lo permite”,….”¿Y queres saber qué es lo que no me gusta hacer?”, retruca como con ganas de desquitarse de algo metódico: “planchar, odiooooo plancharr”.

La Añoranza en Primer Plano
“Uno vuelve siempre
A los viejos sitios
En que amó la vida,
Y entonces comprende
Como están de ausentes
Las cosas queridas”.
César Isella y Armando Tejada Gómez. “Canción de las simples cosas”.

Mira hacia atrás y recuerda: “mi querido Club Huracan, las cenas baile de los clubes, que lindas fiestas!”, y se alegra de contar con su familia: “mis padres Alba y Ricardo, mi abuelo Claudio y tío Lucho, mi hermano Javier, mi cuñada Moni y mis sobrinitas Cande y Catalina”, y un grupo de amigas con las que suele tener contacto vía web: “Silvina, Claudia, Rosana, Susy, Cecilia, Rosi, con quienes además solemos vernos y charlar a las apuradas cuando voy. Eso es lo que me gusta cuando viajo de visita, ver tanta gente afectuosa que te saluda”. 
Carolina tiene añoranza de la cosas simples: “los años pasan tan rapido, mis sobrinitas crecen rapido y no puedo disfrutarlas , a mis hijas Caterina y Micaela  les encanta ir a Guatraché porque pueden moverse con libertad, ir al quiosko a comprar golosinas, aca por las distancias eso es impensable.  Mis hijas se pierden todo eso”. 
“uyyy recuerdos tantos….mi paso por las escuela 60 e Instituto IJBA, las clases y actuaciones de folklore, me encantaba bailarlo.. hace mucho que no lo hago, aqui esta CASA Argentina y me dicen que tiene peña pero el tiempo no da para todo, algun dia lo voy a hacer, es una deuda pendiente”.
“el grupo de jóvenes de la iglesia, eran tan lindos los encuentros,… los domingos de boliche para juntar plata para el viaje…..”.
“Lo que me da mas tristeza es la gente que nos van dejando… pero es la ley de la vida”, se resigna.

Los sabores finalmente aceptados
Comer en Katy, como todo lugar cosmopolita, es sinónimo de degustar los buenos platos de la mesa mexicana, “tiene muchisimas calorias y picanteeee, pero nos vamos acostumbrando”, las especialidades de la cocina de medio oriente, o la comida del Líbano: “es riquísima”, grita, “y ni hablar de la comida hindú, muchas especies y picante”.
Acerca de sus nostalgias culinarias, Carolina rescata: “Extraño las comidas argentinas aunque eventualmente uno se acostumbre, pero la pasta, carne y quesos de allí son incomparables, suerte que aquí consigo yerba…. necesito mi mate de todos los días… mi amigo inseparable”, se ríe y agrega “me muero por una milanesa o empanadas y un alfajor de dulce de leche”,…..”por acá hay panaderías argentinas y hasta una casa de empanadas, así que de vez en cuando me doy un gusto!!. Conseguimos tapas de empanadas y terma. En casa es una fiesta cuando las hago, a  mis nenas les encantan”.

Cada cosa en su lugar
Carolina pasó del tumulto y el caos porteño a la tranquilidad de un pueblo de no mas de 40.000 habitantes: “contando el viejo Katy y el nuevo”, aclara.
“Aquí la organización, y eso que la señora Coca –por la docente Coca Llamas– nos decia “el derecho mio termina donde comienza el de los demas” vale y mucho, creo que son muy considerados con la otra persona. El tránsito aquí es de admirar todo, ceden lugar, respetan las señales de tránsito”. 
Sobre los habitantes de ese lugar, compara: “en cierta forma son parecidos a los guatrachenses en el sentido que salís a caminar y todo el mundo saluda aunque no te conozca, hasta quizas haga un comentario, son muy amables“, y recuerda una anécdota ni bien llegada: “Un dia se me paró el auto en una calle principal, quedó muerto; y yo viniendo de Buenos Aires pensé, aca me dicen de todo y me ligo una sintonía de bocinas, no al contrario,  personas salieron de los negocios y frenaron los autos para correrlo a un lugar seguro, se ofrecieron a hacer un llamado y ninguna bocina sonó”,….”Quedé sorprendida,  eso pasaría en Guatraché pero no en Buenos Aires, donde los hombres me mirarian con cierto rencor por ser mujer…  me ha pasado en Buenos Aires“, confiesa.

Un poco más de Katy
“Es una urbanizacion sin edificios altos, la vieja ciudad de Katy como le dicen aca Old Katy nació  al igual que mi pueblo natal  con el desarrollo ferroviario, asi que el tren es un icono de la ciudad, tambien era zona agricola (arroz) y ganadera, hoy esas tierras se van trasformando  en ciudad”,….”Katy es muy bonita con muchos arboles y flores, hermosas escuelas y centros comerciales, todo muy organizado, dado que esta es zona de inundaciones, se construyen muchos lagos artificiles donde va el agua de lluvia, alli se pueden ver muchas garzas blancas y hasta Aligator, que es el yacare americano. Esos lugares los aprovechamos para hacer paseos, caminar, andar en bicicleta o pasear el perro, pero siempre con la bolsita en la mano”, se ríe.

Obama
“Creo que el hecho de que una persona de raza negra “african american” como le dicen aquí haya sido elegido presidente, marca un hito en la historia del país, ya que no hay que olvidarse que no fue tan lejos alli por los ´50 cuando Rosa Parks se opuso a darle un asiento a una persona blanca y es a partir de ese hecho cuando ella marca un comienzo junto a Martín Luther King de un movimiento por los derechos y la igualdad”,…..”en cuanto a su gobierno, creo que heredó un gran lío, guerra en Irak, Afghanistan, sistema de salud desastroso por los costos y burocracia, seguridad nacional y el gran tema de la inmigración. La verdad que esperaba mas acción, todo va muy lento. Aunque la economía se recupera de a poco”.

Ella y su Arte
En Texas, Carolina encontró las oportunidades para hacer de su pasión un oficio.  Actualmente disfruta y valora el privilegio de hacer lo que le gusta, la pintura,  y poder vivir de ello. “Nunca imaginé que me iba a dedicar a esto después de estudiar la carrera de bioquímica,……me encanta la ciencia, pero me fue difícil reinsertarme aquí en esa área, se dio esta otra oportunidad  así que bienvenida!”, explica, “pintar es mi pasión, me sale naturalmente sin esfuerzo, lo disfruto mucho es un don que Dios me dió”. 

La Pintura es un oficio que aprendió a querer desde que tiene uso de razón: “fuí durante 10 años a estudiar dibujo con la hermana Araceli, en el colegio de las  Hermanas, esa fue mi base, una muy buena base, y donde me recibí de profesora de dibujo y pintura. Tengo los mas lindos recuerdos de esas clases”, recuerda.
“Actualmente he montado un pequeño emprendimiento basado en mi pasión por el arte y la pintura que se llama Artistically Carolina: www.artisticallycarolina.com donde me dedico a pintar murales en casas, doy clases de dibujo y pintura y  pinto cualquier cosa que me pidan. Pertenezco  a un grupo de artistas locales, que comparten la pasión por el arte, participo de competencias y exposiciones. ahora estoy con ellos pintando un tren, la idea se llama arte público dado que el tren es un icono aquí en Katy, hay varios trenes  en miniatura que se pintarán y expondrán en distintos lugares”.
Antes de viajar a EEUU, Carolina estaba finalizando su master en  Bromatología y Tecnología de los alimentos, “tenía muchas ganas de ejercer en esa área, eso fue difícil para mí al principio”,  asegura quién en el país del Norte tuvo que cambiar la jeringa por el pincel, aunque eso es un dilema que por lo visto no parece preocuparle demasiado. 
Al despedirnos insiste en invitarnos a ingresar a su página web. 
– Todo bien, ¡¡¡ pero está en Ingles!!!, nos quejamos
“bueno,  las imágenes no tienen idioma”, ríe a carcajadas.

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