Dueños de un Coto de Caza de General San Martín encerraron en una jaula a dos furtivos.


Los dueños de un coto de caza en el campo La Rosada, ubicado a unos 50 kilómetros al sudoeste de General San Martín, sorprendieron y redujeron a dos cazadores furtivos -uno oriundo de Realicó y el otro de la zona- y los encerraron en una jaula hasta que llegó la Policía. Los propietarios del lugar son de origen francés y, ante la falta de un traductor, se generó una insólita situación incluso a la hora de hacer la denuncia en la comisaría local.

De acuerdo a lo que se pudo saber, todo se inició el pasado sábado 20 de marzo. Ese día, los dos cazadores -de apellidos Heredia y Bringas– saltaron un alambrado olímpico de 2,30 metros y lograron atrapar tres ejemplares de ciervo colorado, llevándose los trofeos. Los rastros que dejaron pusieron en alerta a los dueños del coto.

El domingo, alrededor de las 11 horas, los furtivos fueron por más. Pero cometieron el error de ingresar por el mismo lugar que lo hicieron el día anterior. Ni bien pisaron la propiedad privada fueron encañonados por un grupo compuesto por unas siete personas -todas de origen extranjero- quienes los redujeron, los trasladaron hasta el casco de la estancia y los encerraron en “una jaula”, según denunciaron los cazadores.

Una fuente policial consultada ayer confió que “tenemos dos hechos: una infracción a la Ley 22.421, contra los cazadores, y una denuncia por privación ilegítima de la libertad contra los dueños del coto”.
El mismo uniformado dijo que “todo pudo haber terminado muy mal… porque todos estaban armados, con armas largas, y de milagro no terminó en tragedia”.
La fuente también apuntó: “Encima se generó una situación bastante confusa… el muchacho del coto, que es el encargado de la seguridad y que hace de traductor no estaba, así que fue bastante difícil entender la situación porque no comprendíamos el idioma”, destacó.

Durante el procedimiento policial, los efectivos de la comisaría de San Martín secuestraron un fusil Mauser con mira telescópica, cuatro proyectiles Win 300, un GPS Garmin, una cámara digital HP, un celular Nokia, un handy Motorola, una linterna Mag Lite y dos mochilas. Todo propiedad de los cazadores, quienes a su vez denunciaron que sus pertenencias fueron dañadas por los dueños del coto.

Las siete personas de origen francés están radicadas en la zona desde que se lanzó la temporada de la brama del ciervo. En el caso tomó intervención el Juzgado de Instrucción y en lo Correccional Nº 1 de General Acha, a cargo de Manuel Álvarez.

 

El Diario

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