Accesos a Macachín: ¿Reductores de Velocidad o Protuberancias en el Asfalto?.


Se sabe que en función de la necesidad de extremar acciones para garantizar la seguridad urbana, no pocos municipios del país han implementado diferentes medidas en pos de lo anterior.

La Municipalidad de Macachín no es la excepción, pues procedió a colocar “reductores de velocidad” en los dos accesos a esa localidad, 2 en el Norte y 3 en el Sur, en las zonas consideradas más peligrosas por el nivel de tránsito y la cada vez mayor población de los barrios y viviendas que se han ido construyendo en los laterales de esos ingresos.

Aunque cada jurisdicción tiene autonomía para el control del tránsito –como es el caso de Macachín-, diversos informes técnicos recomiendan evitar por «todos los medios» la utilización de reductores de velocidad del tipo «Bumps» (altos y de bordes redondeados) como los utilizados en Macachín, por considerarse sumamente agresivos.

La explicación está dada en que los lomos de burro del tipo «Bumps» (que da golpes), pueden variar la direccionalidad de desplazamiento de los móviles que los enfrentan, siendo consecuentemente factible por la embestida, la deformación o rotura de elementos mecánicos (tal como palieres, rótulas, semiejes, amortiguadores, etc.) generando en forma indirecta otras condicionantes de accidentes. Asimismo los «Bumps», constituyen, particularmente para los frentistas, un motivo de permanente intranquilidad, ante las vibraciones y ruido que ocasionan, así como para los transportistas, la posibilidad de desestabilizar e incluso deteriorar la carga al superar la protuberancia.

Los reductores están fabricados con elementos de plástico de última generación y se colocan en el pavimento utilizando clavos especiales de acero que se adhieren a la superficie sin posibilidades de volver a despegarse, salvo una acción especial.

Palabra Autorizada:

Un estudio especializado realizado por la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires señala que “las vías públicas son diseñadas para establecer un vínculo entre los habitantes y sus actividades, respetar el entorno y poder ejercer en base a dichas condicionantes, una determinada velocidad máxima por parte de los usuarios, que permita cumplimentar los ideales niveles de servicialidad, confort y seguridad“.
Precisamente, cuando los diseñadores de caminos verifican una modificación sustancial de alguna de las características de ese entorno, que obligue a reducir velocidades, podrán, como última alternativa y tras agotar todas las resoluciones técnicas normales (semáforos, variables geométricas o incluso gestiones administrativo – interinstitucionales) incorporar reductores de velocidad, que tiendan a una reducción coercitiva de las velocidades directrices originales.
No obstante, es importante recordar que el Art. 91 de la Ley 11.430 expresa: “los municipios podrán encarar la incorporación de reductores de velocidad, previendo que su diseño responda a las normas técnicas (altura no mayor a 5 cm, etc.) que tiendan a preservar la seguridad y fluidez del tránsito. Evitando asimismo elementos que generen mayores conflictos viales».
El mismo informe (utilizado como guía a nivel nacional) dice que «toda incorporación de artificios en la vía pública con la finalidad de reducir velocidades, deberá estar en directa relación a la tipología de la vía de comunicación y al ámbito de emplazamiento con miras a:
* Mantener los máximos índices de servicialidad.
* Evitar incrementar las condiciones negativas de seguridad, ya sea por descontrol de conducción, desestabilización de los vehículos, roturas de los mismos o embestidas de cola por abrupto frenado.
* No inducir a la derivación de tránsito a otros sectores u otras vías, no diseñadas ni alistadas para recepcionar mayores caudales.

Para el caso de implantaciones urbanas los recursos recomendados son: 

* Alteraciones del diseño geométrico de las calzadas.
* Lomos de burro del tipo «Hump», es decir con gran desarrollo longitudinal y poca alzada. Tendiendo a que los dos ejes de ruedas de los vehículos livianos puedan en determinado momento de su recorrido apoyarse totalmente sobre este recurso.
* Badenes o cunetas con desarrollo suave, no profundo y con desagüe natural.
* Plataformas texturadas u onduladas de hormigón armado con rampas de acceso.
* Tramos  de la calzada con diferente textura de terminación más agresiva, preferentemente haciendo uso de materiales modulados  y redondeados. 

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4 Comentarios

  1. comment-avatar
    Carlos7 julio, 2010 - 19:26

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  2. comment-avatar
    beto7 julio, 2010 - 20:53

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  3. comment-avatar
    sureño11 julio, 2010 - 12:50

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  4. comment-avatar
    cacho21 julio, 2010 - 1:06

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..