De un encuentro regional en un camping participaron guías y subguías de Mendoza, La Pampa, San Luis, San Juan y el sur de Córdoba.
El encuentro estuvo dirigido a guías y subguías de distintos grupos de las provincias de , La Pampa, San Luis, Córdoba (el sur), San Juan, y los anfitriones de Mendoza, representados por cada uno de los departamento de la provincia.
Nicolás Boubli, director de la zona 28 de Scouts de Argentina, que agrupa a todos los scouts de Mendoza, señaló a Los Andes que “estas experiencias le van a permitir a todos los guías y subguías que participan del encuentro en San Rafael, comprender qué importancia tiene el rol que desempeñan dentro del movimiento”.
El lugar elegido para fortalecer la labor de los guías y subguías fue un camping de Valle Grande y así como aquí, en paralelo en otras regiones del país también se llevaron a cabo actividades similares, mientras que otras se desarrollarán el 25 de mayo.
El objetivo es la capacitación de los guías, como cabezas de patrulla, poniendo de manifiesto el trabajo en equipo como forma democrática y la participación de cada uno de los integrantes en las decisiones finales de la misma.
“Se busca dentro de los scouts un liderazgo de manera democrática y horizontal, donde todos son iguales o se toman como pares y se desalienta a los líderes autoritarios, verticalistas o elitistas”, afirmó Boubli en un alto de las actividades que realizaron los jóvenes y dirigentes en Valle Grande.
El scoutismo sirve como método educativo informal y muchas de las actividades se basan en juegos donde los niños y jóvenes aprenden normas y valores, como también a ser solidarios, compartir y cuidarse el uno con el otro.
Antiguamente los scouts estaban divididos en católicos y no católicos, pero a fin de unirse sin importar credos religiosos, empezaron a compartir sus experiencias católicos, evangélicos, mormones y budistas, respetando siempre sus ideas y creencias.
“Conocimos guías de otras provincias, es muy interesante porque aprendemos mucho”, comentaron un grupo de chicos en Valle Grande.
Es que muchos de los niños entre 11 y 14 años que asistieron al encuentro se fueron llenos de emociones nuevas, actividades compartidas y un sinnúmero de nuevos amigos que volverán a reencontrarlos en torno a un fogón para estar “siempre listos” para servir al prójimo o realizar su buena acción diaria.