El pasado martes trascendió el acoso sufrido por una joven de 23 años por parte de un comisario mayor, padre de una amiga suya. Tiempo atrás, también conmovió el caso de Estela Bruno, la mujer que llegó a radicar hasta nueve denuncias en Miguel Riglos por amenazas y acoso no obtuvo respuestas de ningún organismo hasta que su ex pareja le quemó la casa.
Ante la reiteración de hechos aberrantes como los expresados, LA ARENA se entrevistó con la secretaria ejecutiva del Consejo Provincial de la Mujer, Elizabeth Rossi. La titular del organismo, acompañada por la asesora legal Dolores García Alvarez, destacó la labor del consejo, la tarea ciudadana de erradicar comportamientos y pensamientos machistas; además de seguir capacitando a la mujer para la mejor toma de decisiones.
Inicialmente, puntualizó la labor de la institución frente a los casos mencionados. Rossi dijo que “lo vivimos con muchísima preocupación y ocupación. El Consejo no está creado para atender a las víctimas de violencia de maltrato, debe trabajar en la remoción de los patrones culturales estereotipados que llevan a que se traduzca en una cultura de la violencia del varón hacia la mujer por ese predominio que le asigna la sociedad patriarcal”, informó.
Igualmente, quiso resaltar que “muchas veces tomamos conocimiento de los casos de la misma forma que la ciudadanía, pero trabajamos en el fortalecimiento de las oficinas que deben ocuparse de eso. Pero si miramos un poquito para atrás, vemos que se ha avanzado mucho”, reparó.
“El tema de la violencia contra las mujeres y el acoso están en la agenda pública; no celebramos que el hecho ocurra sino que se hable y sea tapa de un diario”, explicó. Con respecto al contacto con los organismos que sí recepcionan las denuncias y las estadísticas de casos, Rossi reparó que además de eso se promueve ante todo, la capacitación.
“El Consejo Provincial de la Mujer es el órgano que tiene responsabilidades en trabajar en la implementación de la ley 26485 de Atención integral para la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos e implica que frente a un caso de violencia, no sólo se deben remover los patrones culturales estereotipados en los ámbitos donde se hace una atención primaria de las víctimas como la policía, la justicia, el centro de salud; fortalecer y dotar de herramientas para tener una escucha atenta y no revictimizar. El acoso es una forma de violencia, está equiparado a la tortura según los organismos jurídicos internacionales”, informó la secretaria ejecutiva.
Concientizar.
Rossi señaló la importancia de la contención para ayudar a las víctimas. “Hay que ir creando conciencia en la ciudadanía, porque antes de que llegue a una puerta del Estado esa víctima tiene más personas que están más cerca y que pueden hacer una tarea de empoderamiento para que llegue a hacer un reclamo ante la Justicia o la policía”, explicó.
Como institución, la secretaria respaldó que “cuando se toma conocimiento de los distintos casos, luego desarrollamos una investigación para saber si se actuó bien y si caben responsabilidades”. Incluso mencionó que se realizan consultas y derivaciones desde la asesoría letrada de Alvarez, para presentarlos ante la institución que corresponda y reclamar que se tomen las decisiones que corresponden acorde a la situación”.
Con respecto a la situación de acoso denunciada por la joven de 23 años, Rossi recordó que hace poco se dictó una capacitación a través de la Escuela de Especialización del Instituto Superior Policial, donde se abordó el nuevo paradigma de la “atención integral”.
“Hay que aclarar que el violento sabe que lo que hace está mal y procura hacerlo sin testigos, y eso le da una cierta impunidad, máxime en una sociedad patriarcal donde el relato de las mujeres no es 100 por ciento creíble, cuenta con esa predisposición a favor. Ahora, ¿cómo se hace? Romper esa impunidad, exponer al violento y aplicarle las generales de la ley”, destacó.
Antes de finalizar, reflexionó que “hay avances, aunque no todos los que quisiéramos”.
“¿Qué hace que una persona con un alto puesto en la vida pública se sienta con ese grado de impunidad? Eso lo explica la sociedad patriarcal y que la violencia contra las mujeres es transversal”, culminó.
Una sociedad “patriarcal”
La secretaria ejecutiva del Consejo de la Mujer reparó en que “es muy difícil como en todos los órdenes trabajar en el después, hay que prevenir, erradicar de la cultura institucional el machismo y eso nos permitirá generar otra respuesta”. Hoy en día, indicó, “las mujeres víctimas de maltrato tienen programas de inclusión en varios aspectos; dependiendo del grupo etario tienen programas de terminalidad educativa, capacitación laboral; una línea gratuita, anónima y confidencial 144 de atención a las víctimas de violencia de género para que las orienten, una línea abonada con los recursos de todas las provincias, fortalecemos con la incorporación de la perspectiva de género, promovemos sanciones sociales: cuando un violento empieza a ser señalado, se va a cuidar y hay que romper esa impunidad”.
Finalmente y respecto a la situación provincial, Rossi mencionó su posibilidad de conocer otras provincias y respondió que “tenemos un grado de avance que no nos ubica a la vanguardia pero tampoco en la retaguardia; tenemos una sociedad que con sus más y menos, va accediendo a una mejor forma de vida y siempre vamos por más”.
Recomendación y asesoramiento
La titular del Consejo Provincial de la Mujer señaló los distintos ámbitos disponibles para aquellas personas en situación vulnerable y que necesitan asesoramiento o acompañamiento para salir adelante de una situación similar. Rossi dijo que “como primera recomendación, es trabajar en el desarrollo de autonomía. Nadie puede abusar de una persona que está pudiendo tomar decisiones autónomamente”, destacó. “Si no entendemos que la violencia contra las mujeres es la contracara de la desigualdad entre las personas que biológicamente nacen diferentes, es difícil avanzar contra los patrones que la generan.
Fuente La Arena