El teléfono de donde llamaron a Macchi pertenece al presidente de Newbery

La denuncia policial y luego periodística que hizo el árbitro Paolo Macchi (dirigió el domingo pasado en el Coloso) donde supuestamente intentaron sobornarlo, con un llamado telefónico el sábado último en horas del mediodía, recibió una lógica reacción del club Jorge Newbery de Villa Mercedes, al que supuestamente se buscaba favorecer en ese cotejo en perjuicio del local, Ferro de Pico.

Macchi comentó a ABC deportivo (publicación del martes pasado) que llamaron a su teléfono celular para arreglar el partido que se jugaría al día siguiente y que él tenía que arbitrar.

La investigación que se inició rápidamente dio que el número de teléfono que quedó grabado en el celular de Macchi era de Villa Mercedes. Al respecto, ahora se sabe que pertenece al negocio de ventas de autos que tiene el presidente de la entidad puntana, Omar Berenguer.

La reacción del propio dirigente se dio a conocer a través de un comunicado de prensa que nos facilitaron los colegas del Diario de La República (San Luis) donde se “desmiente categórica y enfáticamente los términos y alcances de esta presunta acusación, desconociéndose los móviles que la puedan haber sustentado.

En segundo lugar se admite “que la real verdad de los hechos, fue que el día sábado pasado fue recibida una comunicación al teléfono fijo del comercio del presidente de esta Institución, aludiendo que era una persona de La Pampa y que hablaba en nombre del árbitro Sr. Macchi, el que requería la suma de $10.000, para favorecer el desempeño de Newbery en el mencionado cotejo, pasando el Nº de su celular. Ante la indignación de la propuesta, y en el interés de corroborar la imparcialidad del arbitraje, en cuanto a la veracidad de la especie, se decidió llamar a dicho número, contestando la citada persona, a quien se le impuso acerca de tal comunicación, inquiriéndole ratificara si era cierto que él reclamaba un incentivo, a lo que respondió visiblemente molesto y textualmente “no seas imbécil”.

Como tercer punto del comunicado se acota que “de los escuetos elementos extraídos de medios periodísticos, relacionados a esta aviesa denuncia, presumiblemente, articulada para el desligue de las potenciales responsabilidades emergentes, surgen dos circunstancias que descalifican la tergiversada postura de tal presunta acusación, y a la vez, avalan la plena veracidad de los hechos aquí narrados. Primero, que la llamada efectuada al árbitro, se hizo desde el mismo número del comercio, sin ninguna reserva de su identificación, compatible con la transparencia y honestidad del llamado, y segundo, se llamó al propio celular personal del árbitro, cuyo número es personalísimo e imposible de conocer, de no ser por él mismo o por un muy allegado suyo.

Finalmente se remarca que “de confirmarse esta imputación, Jorge Newbery expresa su más enérgico repudio a esta siniestra maniobra, en la que se ha pretendido empañar la aquilatada y ancestral honorabilidad de la misma, la que se defenderá sin atenuantes y hasta las últimas consecuencias, estando instruidos nuestros abogados para la búsqueda de las pruebas que ratifiquen esta realidad, como para la articulación de las denuncias penales pertinentes en caso de resultar cierta esta circunstancia”

De esta manera se está escribiendo un nuevo capítulo en esta lamentable historia donde el tema del soborno en los arbitrajes de torneos argentinos vuelve a instalarse.

A su vez, con este comunicado, uno puede tener las dos versiones de una polémica llamada telefónica que existió, ya que la admitió la máxima autoridad de la entidad puntana, aunque con una versión que -en parte- varía de los hechos iniciales que se divulgaron.

ARBI

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