El senador nacional Juan Carlos Marino se refirió al programa Progresar anunciado en el día de ayer por la Presidente Cristina Fernández. Aseguró que considera positivo que el Gobierno se ocupe de la franja de los “ni-ni” aunque advirtió que si no se toman medidas concretas contra la inflación, esta ayuda será consumida por la misma.
El programa Progresar establece una ayuda económica de $600 para los jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan y tiene como fin lograr su escolarización, ya que retendrá un 20 % de ese monto a menos que presenten un apto médico anual y certificado de alumno regular.
Marino considero “positivo” que el Gobierno se ocupe de esta franja de jóvenes que, según la propia Presidente, asciende a 1.500.000: “Es positivo que el Gobierno empiece a reconocer alguno de los problemas que tenemos. Porque hay que decir que luego de 10 años de crecimiento económico a un promedio del 7% anual, nos encontramos con un Estado que no pudo o no supo contener a un millón y medio de jóvenes que no estudian ni trabajan. Lo más lógico hubiese sido que estos chicos se incorporen al mercado laboral formal, pero fue la propia impericia del Gobierno con la implementación de una política económica errática la que no lo permitió”.
En relación a la situación provincial, Marino sostuvo: “En La Pampa, el universo de jóvenes es de 38.000, tenemos que analizar cuántos de ellos están en condiciones de percibir la ayuda económica, pero sin dudas es necesario tomar medidas para este sector. Los jóvenes pampeanos tienen ganas de estudiar y trabajar pero no siempre encuentran en nuestra provincia las herramientas para efectivamente poder progresar”.
Sin embargo, Marino puso algunos reparos a la aplicación del programa, en especial, en relación a la falta de actualización del monto a percibir. “El problema que posee esta ayuda es que no propone ningún elemento de actualización en relación a la inflación y si esto no se corrige en dos o tres meses esos $ 600 van a perder mucho poder adquisitivo. Si no se solucionan los problemas de fondo, las medidas coyunturales, aunque sean positivas como en este caso, tienen este tipo de inconvenientes”, advirtió.
En el mismo sentido, agregó: “Preocupa que el Gobierno carezca de un programa antiinflacionario que permita mejorar el poder adquisitivo del ingreso, y en este sentido resulta hasta una tomada de pelo que el anuncio se haga el día en que el tipo de cambio saltó casi un 3.5% y en una semana donde el acumulado de enero arroja una variación superior al 22%, lo que significa más liquidez en el mercado, y en consecuencia más presión sobre los precios”.
“La Presidenta ya eligió, el ajuste lo va a hacer el mercado y este es el peor de todos los escenarios porque pagaran más los que menos tienen. Se está devaluando aceleradamente el tipo de cambio con la convicción de que ello por si solo resolverá el tema de la competitividad, y sin reparar en los efectos que esto provoca, o sea, la retroalimentación del fenómeno inflacionario”.
Marino señaló que como el Gobierno no quiere disminuir el gasto en subsidios quitándoselo a aquellos que pueden pagar la tarifa plena, busca que el mercado se encargue del ajuste, con las consecuencias que ello tiene para los sectores mas postergados.
“En la medida que el Gobierno no reaccione frente al deterioro que ocasiona la inflación, se encuentran bajo amenaza todo lo bueno que ha hecho en materia de incorporación de los sectores sociales más perjudicados al aparato asistencial del Estado, ya que la erosión del poder adquisitivo del dinero atenta contra la posibilidad de llevar adelante una vida digna”.
Por último, Marino aseguró que espera que el oficialismo se abra a la colaboración de los demás partidos políticos: “La Presidente afirmó que sola no podía, esperamos que sea una muestra de que comenzarán a tomar en cuenta nuestras propuestas. Los legisladores de la oposición poseemos muchos proyectos en el Congreso que refieren a estas temáticas y esperamos sean tomados en cuenta”.