El generador pampeano Magnus Venturi, con repercusión nacional

El proyecto Magnus Venturi, está más cerca de su final. El pampeano Jorge Díaz, su creador, destacó los avances, aprendizajes y expectativas que generó su puesta en práctica durante este tiempo. Actualmente, el generador se encuentra en la central hidroeléctrica Los Divisaderos en 25 de Mayo, por pedido del gobierno provincial. Se encuentra allí desde septiembre del año pasado. El diario La Nación ayer le dedicó una amplia cobertura periodística a este emprendimiento de diseño nacional y fabricación pampeana.

El diseñador pampeano recordó que en mayo del año pasado, compartió un sueño donde muchos de los defensores de las energías renovables depositaron grandes esperanzas.
El generador diseñado por el pampeano Jorge Díaz que busca aprovechar al máximo posible los vientos unidireccionales, predominantes en zonas como la Patagonia o la Pampa nacional. La fabricación comenzó con la colaboración de una escuela técnica de Santa Rosa, dado que en su etapa inicial no contaba con capital para invertir. Despues, el proyecto tuvo repercusión nacional, y hubo numerosos contactos interesados en el proyecto pero también provistos del capital necesario para su elaboración. “He recibido mails y llamados desde Brasil, Colombia, Estados Unidos e Israel”, cuenta sorprendido.
A 10 meses, el Magnus Venturi argentino ha avanzado notablemente e incrementa las expectativas puestas en su aprovechamiento para áreas exclusivas del territorio local.

LOS AVANCES

La escuela técnica EPET 1 de Santa Rosa se aba ocupando de la fabricación del rotor centrífugo. Hoy esta etapa concluyó con éxito y permitió al proyecto contar con una veta social y educativa de gran aporte para la comunidad estudiantil y juvenil.
La otra gran parte del proyecto consiste en la elaboración de la tobera, para cuya fabricación se requiere de mayor espacio, motivo por el cual se llevó a cabo en un taller particular y no en las inmediaciones del colegio. Se trata de una tobera recto convergente con dos partes móviles, tal como se observa en las fotografías.
Durante el proceso de fabricación, el equipo que acompaña al diseñador quedó sorprendido por la excelente funcionalidad de su material: el acero. “Recibimos muchas críticas y desconfianza por el material, por no ser de procedencia aeronáutica o porque, para que sea más ecológico, debía ser en vidrio. Sin embargo, resultó ser excelente para el funcionamiento de la tobera”, manifiestó Díaz.
Además, se diseñó un torquímetro para la realización de las mediciones, que fue fabricado con un disco y bomba de freno de un Fiat 128 y un cáliper de frenado de un Fiat Uno. Por otra parte, la parte electrónica es reemplazada por un dispositivo que se ocupa de la apertura y cierre de la compuerta rebatible permitiendo actuar con vientos de hasta 150 km por hora. Su fabricación está basada en un paralelogramo deformable.

EN LA PRÁCTICA, EL APRENDIZAJE

“La primera conclusión a la que arribamos es que para que el generador esté orientado a la procedencia del viento debemos contar con un sistema rotativo o de difusores”, explicó Jorge Díaz. Contó también que eligieron la primera opción a través de un eje vertical con múltiples hélices, ubicado encima de la tobera, con una reducción de 150 a 1. Este sistema está diseñado pero aún no fabricado. Uno de los aspectos que necesitó de un ajuste en su puesta en práctica fue el rotor. “Pese al gran tamaño del rotor, advertimos que teníamos que aumentar la entrada y salida de aire para que haya mayor caudal y, así, mayor generación de energía”, me explicó Díaz.
El asunto será resuelto con la colocación de dos inyectores laterales, uno de los cuales actúa con aporte inercial. Por otra parte, en las condiciones actuales de diseño, al ponerlo en funcionamiento, la tobera ha logrado acelerar tres veces la velocidad del viento y no 11 como se estimaba según los estudios computarizados. “Sigue siendo un buen número y más que suficiente para la generación energética. Con 65 km por hora de viento tenemos 40 kw y lo generamos con sólo 25 km de ingreso de viento en la tobera”, aseguró Diaz. “Con los inyectores adicionales buscaríamos aumentar la potencia”, agregó.

LO QUE QUEDA O LO QUE VIENE

Si bien el proyecto ha tenido notables avances en su realización, aún quedan algunas etapas por concretarse. Tal es el caso de la generación energética. Toda la parte mecánica ya está elaborada, lo que resta es el estator que genera la corriente necesaria para producir energía. Además, falta la base de apoyo del generador que se estima poder tener en un mes aproximadamente. “Para lo que aún continuamos en la búsqueda de inversionistas es para los dos inyectores adicionales necesarios para la amplitud de la tobera”, explicó.
Además, Díaz se muestra esperanzado en poder mejorar la tobera para que no dependa de la parte electrónica y pueda generar energía únicamente dependiendo del viento. Esto le permitiría poder instalarlo en comunidades con acceso nulo a la electricidad.
Pero si hay algo que hay que destacar es que las expectativas no paran de incrementarse. Díaz fue invitado a disertar en el encuentro organizado por la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático, que se realizará el 4 de julio en Winifreda. Previo a ello, recibió el apoyo de la Fundación Luciérnaga de Neuquén para aprovechar el prototipo de generador unidireccional en áreas residenciales con necesidad de abastecimiento energética.
De este modo, algo que comenzó en la idea de un pampeano hoy se empieza a hacer realidad con el apoyo de los distintos sectores de la sociedad: jóvenes estudiantes, fundaciones sociales, empresas interesadas en el proyecto y el gobierno local.

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