El joven que se sometió en diciembre a un trasplante de médula ósea para combatir un cáncer y que movilizó a su comunidad, al punto de que varios vecinos viajaron a Capital a donar sangre, hoy se recupera junto a su inseparable novia.
Cada beso y abrazo que Fernando Colombatto y Patricia Martín se dedicaban mutuamente por Facebook mientras él se recuperaba de un trasplante de médula ósea en Buenos Aires y ella lo esperaba en Darregueira (porque debía permanecer aislado), hoy los comparten, pero juntos. Y gracias a que él recibió su alta médica y se recuperó notoriamente en apenas un puñado de días.
Claro que esta historia de amor se puede contar, en parte, gracias a la solidaridad de la gente del pueblo. De esos muchos vecinos que, conmovidos por el mal trance que afrontó este joven al dar batalla contra un cáncer durante un año (tiene 23), viajaron a Buenos Aires a donar sangre para la clínica Sagrado Corazón, en la que él permanecía internado.
“En una semana pasó de tener 84 mil plaquetas a 240 mil, con valores por encima de lo esperado por los especialistas”, relató Patricia, la mujer que lo acompañó desde el principio.
“Él está otra vez muy contento y con muy buen ánimo. En el último control (por ayer) el doctor le preguntó: ‘¿Cuándo querés irte?’?”, aseguró ella, feliz de haber podido reencontrarse con su amor, ese joven siempre sonriente y optimista del que se enamoró hace cinco años y que nunca cambió su buen humor pese a los obstáculos que la vida le presentó
Fuente La Nueva Provicncia