Claudia Schiel vive en Guatraché, trabaja como empleada doméstica y durante la noche del pasado martes 4 de octubre recibió la “gran llamada” en su celular que a partir de ahora le puede ayudar a concretar algunos viejos proyectos.

La versión corrió fuerte la semana anterior y en un primer momento se prestó a confusión ya que los medios de la región publicaron -erroneamente- que la ganadora había sido “una vecina de Pigue”.
“Es que como los teléfonos celulares corresponden a una misma área de servicio y todos comienzan con la característica de esa ciudad bonaerense (02923), de ahí se originó la confusión”, explicó posteriormente un colega amigo queriendo salvar la situación.

Es así que la suerte corrió para el sur de La Pampa, donde una guatrachense fue la afortunada del tan ansiado sorteo que realiza semanalmente la Gimenez.

Entrevistada la ganadora contó, aún emocionada, que sólo mandó dos mensajes este año: uno el primer día del ciclo y el segundo y último el viernes anterior al sorteo. Confió que es habitual seguidora del programa de Susana Gimenez, pero ese día había recibido visitas y como la nena -por su hija menor- estaba un poco inquieta resolvió sintonizarle “un canal de dibujitos”. “Al rato que se va mi amiga, suena el teléfono celular y aparece el mensaje “Privado” en la pantalla. Cuando escucho la voz, enseguida me dí cuenta que era ella y puse Telefé inmediatamente. Cuando la ví que era cierto que hablaba conmigo casi me muero”, recuerda.

Claudia vuelve a recrear una y otra vez los recuerdos en su memoria y cuenta con los ojos brillosos que después de haber cortado con la conductora “no podía parar de gritar. Mi hija mayor en ese momento estaba en la compu del dormitorio y se acercó a la cocina a ver que ocurría. Al otro día tenía que viajar a Santa Rosa a un especialista por una dolencia, y no me pude dormir en toda la noche. Estaba como loca caminando de aquí para allá”, se ríe.

Su pareja, Miguel Tello, jubilado de la policía provincial, o como le gusta definirse a él “un laburante que hago lo que sale, a veces transportista y otras trabajo de changas en el campo”, viajaba al mando de un camión desde San Luis a Realicó cuando recibe la buena nueva de parte de su otra hija que vive en Alpachiri, y fue él el que de inmediato llamó a Claudia para felicitarla al igual que su hermano Aldo de General San Martín y otros familiares y amigos. “Al otro día tuve que apagar el teléfono porque estando en el médico no paraban de llamarme”, sonríe.

Respecto a su premio, Claudia explica “En unos dos meses tengo que viajar a firmar ante escribano y me van a dar un vaucher con el cual podré ir a la sucursal mas cercana de la constructora que auspicia el programa, para que me construyan la casa en el terreno que yo elija y que puede ser en cualquier lugar del país”.

Tanto Miguel como Claudia se confiesan muy creyentes, “Nos sentimos muy bendecidos, le pedímos mucho a San Expedito que nos ayudara y finalmente nos llegó su regalo”, concluyeron.

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