La localidad de Ingeniero Luiggi fue sede del acto central por el 166° aniversario del fallecimiento del General José de San Martín.
Las autoridades fueron recibidas por el intendente local, Oscar Zanolli, se encontraban presentes el vicegobernador, Mariano Fernández, el 2° comandante de la X Brigada Mecanizada, Julio Pieroni, la ministra del Superior Tribunal de Justicia, Elena Fresco, los ministros Martín Borthiry (Desarrollo Territorial) y Juan Carlos Tierno (Seguridad), el secretario General de la Gobernación, Juan Ramón Garay, el secretario de Asuntos Municipales, Rodolfo Calvo, el director de la Escuela Laboral, Gustavo Schanck, demás funcionarios provinciales y municipales, concejales, intendentes de localidades vecinas, representantes de instituciones intermedias, vecinos de Ingeniero Luiggi.
Dando comienzo con la ceremonia la Banda Militar “Capitán Tocagni” del Regimiento de Infantería Mecanizado 6, ejecutó las estrofas del Himno Nacional Argentino, a continuación se hizo un toque de silencio en memoria del padre de la patria. Acto seguido, el intendente Zanolli hizo entrega de la Resolución Municipal declarando huésped de honor al vicegobernador y comitiva oficial.
El padre Luis Murry tuvo a cargo la invocación religiosa y el capitán Marcos Cejas dio lectura a un mensaje del ministro de Defensa de la Nación, Julio César Martínez, en el marco de la conmemoración.
Luego hablaron a los presentes el director de la Escuela Laboral, Gustavo Schanck, y el secretario General de la Gobernación, Juan Ramón Garay.
Como cierre se colocaron ofrendas florales al pie del monumento al General José de San Martín.
Palabras de Juan Ramón Garay
En nombre del Gobierno Provincial habló a los presentes el secretario General de la Gobernación quien consideró la oportunidad como propicia “para reconocernos como parte de nuestra patria, una patria federal que reivindica valores como libertad, soberanía, independencia, unión latinoamericana y desarrollo económico con inclusión”.
San Martín fue un activo partícipe de la libertad americana, fue un argentino dedicado a establecer las bases de nuestro país, fue un modelo, un ejemplo a imitar para la construcción de una patria libre y soñada por muchísimos hombres en todos los tiempos.
“El gran libertador soñaba con ver los pueblos americanos libres pero unidos para insertarse en el mundo, un sueño que aún sigue vigente y que nos sigue comprometiendo a todos los argentinos” prosiguió.
Garay consideró que “recuperar su ejemplo no es recordarlo en su notas biográficas, o admirarlo en el bronce, sino seguir el camino americanista que lo llevo a liberar a los pueblos hermanos de Chile y Perú, rescatar su compromiso con la independencia nacional, que a 200 años la seguimos construyendo día a día, valorizar su compromiso con la soberanía política que lo llevó a oponerse a toda injerencia extranjera en la decisiones fundamentales de la nación. Es luchar para que los argentinos, más allá de las diferencias de pensamiento, podamos impulsar una argentina más justa e integrada”
Además calificó a San Martín como uno de los grandes conductores de la historia, “su figura trasciende el ámbito militar para proyectarse como un gran estratega y conductor político. Si bien era un hombre de sólida formación militar, supo liderar a un ejército compuesto de hombres que muchas veces conocían del valor por amor a su tierra y no por ser profesionales de las armas. Esa capacidad de saber escuchar, y respetar a esos criollos decididos, le permitió alcanzar los objetivos que se propuso”.
“Como en la vida, no todos fueron éxitos, pero sin embargo no desfalleció y continuó con su misión libertadora. Este legado que nos dejó nos obliga a unirnos y seguir más firme en la lucha, aun cuando las épocas en el país no son las ideales, las que todos quisiéramos” agregó el secretario
Repasando la historia y convicción de las acciones del libertador, Garay recordó “nunca sus afanes personales se impusieron al objetivo fundamental de liberar la patria. El encuentro en Guayaquil con Simón Bolívar es un verdadero ejemplo de desprendimiento y pone de manifiesto que los primero era la patria”.
“Su grandeza debe reconocerse y enaltecerse, para que todos imitemos y defendamos los ideales que nos identifican pero con la capacidad de saber que las decisiones deben beneficiar al conjunto, sin anteponer intereses personales. A lo largo de la historia, las acciones que identificaron al General San Martín siempre han sido reflejo de los hombres y mujeres comprometidos con el sueños de una patria libre y soberana” sostuvo Garay.
Otra de las enseñanzas del padre de la patria fue que no es posible encarar un proyecto común de país sin unidad nacional, “condición necesaria para superar cualquier desafío, para alcanzar los sueños más anhelados”.
El funcionario provincial llamó a que cada 17 de Agosto, “los argentinos, en cualquier punto del país en que se encuentre, debe reflexionar sobre esta figura central de nuestra historia. Los tiempos y los actores son diferentes, los cambios gigantescos, pero los valores que defender para construir los cimientos de una patria justa, independiente, integrada y desarrollada siguen más vigentes como entonces. Ahí está la trascendencia del prócer que hoy recordamos, en esos principios está marcado el camino a continuar, aun sorteando obstáculos, en los aciertos y en los errores”.
Garay llamó a que como pampeanos y formando parte de esta amada patria Argentina, “ser capaces de construir juntos una acción política enmarcada por el desarrollo productivo, por un auténtico federalismo y por una definitiva justicia social, como forma de realizar el mejor y más grande homenaje a la memoria de un hombre que siendo como cualquiera de nosotros tomo la decisión de jugarse entero por el sueño de una patria que fuera artífice de su propio destino”.
“Su obsesión siempre fue la libertad de su patria. Ese fue el objetivo que lo desveló hasta el momento de su muerte. He aquí la razón de su mandato: “seamos libres, que lo demás no importa”, recordó el secretario General de la Gobernación quien agregó “San Martín promovió esperanzado la declaración de la independencia que recientemente la conmemoramos en su bicentenario. Hoy más que nunca tenemos la obligación de retomar ese compromiso para que seamos los argentinos quienes sigamos decidiendo nuestro futuro.
Palabras del director de la Escuela Laboral
Al hacer uso de la palabra, Gustavo Schanck expresó que “en la figura del libertador Don José de San Martín se combinan virtudes públicas y privadas, que hacen de él una personalidad excepcional aún entre los grandes héroes. Es curioso que un hombre que vivió muy pocos años en la Argentina y cuyas hazañas militares tuvieron lugar fuera de nuestro territorio sea, para los argentinos, el Padre de la Patria”.
Luego de resaltar el amor y reconocimiento por parte del pueblo argentino para con San Martín, Schanck consideró que eso se da porque en él “se encarnan valores que son importantes para la comunidad y que, en su persona, se dieron en grado de exceso, por ejemplo, su desprendimiento personal y su falta de interés por los bienes materiales”.
“Otra característica de San Martín que contribuyó a acrecentar su prestigio fue su férreo sentido del honor. Esto se refleja, por caso, en la forma en que hizo abandono del ejército español. No desertó, no abandonó clandestinamente sus filas, sino que pidió su baja y renunció a la pensión que le correspondía. Cuando organizó el Regimiento de Granaderos a Caballo, el reglamento que impuso a sus hombres enfatizaba la corrección que debían observar en todos sus actos y el cuidado que debían poner en la defensa de su honra” continuó.
“No era codicioso de poder. Aceptó ser gobernador de Cuyo con el único propósito de formar allí la base de la fuerza que debía cruzar los Andes” fue otra de las virtudes resaltadas en el discurso del director de la Escuela Labora quien prosiguió enumerando acciones del libertador de la Patria.
“Los pueblos jóvenes necesitan inventar a sus héroes, ellos forman parte de su identidad. Para hacerlo, algunos han tenido que falsificar la historia en mayor o menor medida, señalando virtudes inexistentes o borrando defectos. Precisan un héroe como todo estado precisa un himno, una bandera, una fecha patria o un banco central. Son puntales que afirman una entidad nacional y siempre es mejor, se supone, un prócer fabricado al gusto del país en cuestión, que vivir en la orfandad de un padre común. Aquí no hizo falta ningún artificio, San Martín se refleja en nuestra posteridad tal como fue, porque su vida y su trayectoria han sido transparentes, están ampliamente documentadas. Las calumnias y acusaciones que llovieron sobre su persona fueron refutadas sin necesidad de defensa alguna, por la fuerza de las cosas”.
Finalmente destacó la vigencia permanente del General “porque no sólo es un prócer, es un espejo de lo que debería ser un hombre consagrado a las cosas importantes del país, es decir, desinteresado de la riqueza personal, honrado, veraz y sin vueltas, indiferente a la obsecuencia, austero, lleno de amor por la patria. Por eso, uno ve a San Martín no sólo como una estatua sino como a un compadre criollo y amistoso, que está al lado de nosotros vigilando para que no se desmadre nuestro destino como nación”.
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