Pigüé se vio inundada el fin de semana por decenas de «hombres de negro» quienes en ruidosas motos coparon el parque Municipal, las calles, locales nocturnos y dominaron la escenografía ciudadana.
Es que el 6to Motoencuentro organizado por la Agrupación Moteros de Pigüé fue todo un éxito. Se calcula que más de 600 motos se inscribieron, además de muchas que participaron sin hacerlo.
Los moteros comenzaron a llegar al viernes y el sector del camping se fue poblando de carpas, motos, cascos y banderas gigantes con los nombres de las agrupaciones moteras. El sábado, hubo juegos, destrezas, campeonato de pulseadas, cinchadas y juegos para niños.
Pasadas las 18 se llevó a cabo la tradicional caravana que recorrió distintas calles de la ciudad. Aunque este año fue más corta que en años anteriores.
La recorrida, finalizó en avenida Alsina, frente al monumento a los bomberos voluntarios, donde se pudo disfrutar del show acrobático de Anderson Silva. Ese motociclista brasilero ya estuvo el año pasado donde por la lluvia no pudo apreciarse bien su show. Llegó desde Foz de Iguazú, en una Palio Weekend, tras la cual enganchó un trailer con dos motos.
Su presentación fue impactando. El acróbata domina su moto en una rueda, sin tocarla con las manos, para adelante, para atrás. Dibuja círculos de fuego, salta a 15 personas acostadas y termina elevándose por sobre un aro encendido.
También asistió un personaje muy querido en el mundo motero que es el denominado Gauchito Gil, que vino de Puerto Madryn ayudó en la animación, generando muchas risas en el público.
Por la noche, en el parque municipal, actuaron bandas locales y el cierre fue con los Súper Ratones.
Cada participante abonó 50 pesos con el que recibe una cartilla con la que se hace acreedor al desayuno del sábado y el domingo, una gaseosa fresca y sandwichs de miga al llegar, y la cena del domingo que consiste en carne asada, chorizo, ensalada de papas, pan y cubiertos descartables.
A pleno sol, Pigüé vivió el fin de semana un exitoso moto encuentro que se vio coronado con muchísimos asistentes. Un merecido éxito para los organizadores que tanto trabajaron para darle forma a esta fiesta que ya es tradición en los eneros pigüenses.
(Reflejos)