Acoso sexual y abuso de poder en Guatraché: La Fiscalía vigilará de cerca el sumario policial.

Darío Zúñiga estaba a cargo de la comisaría de Guatraché pero fue apartado a partir de la denuncia en su contra que formuló Andrea Soledad Ponce (foto).

La Fiscalía de Investigaciones Administrativas vigilará de cerca el sumario que la Policía provincial inició para determinar las responsabilidades del subcomisario Darío Zúñiga, tras la denuncia que Andrea Soledad Ponce hizo por supuesto acoso sexual y abuso de poder. Así lo confirmaron en la propia dependencia a cargo de Juan Carlos Carola.

Desde la FIA explicaron que es política de ese organismo que los sumarios que involucran a efectivos policiales se hagan dentro de la fuerza.

En este caso se respetará esa tendencia. Pero ante la preocupación que el caso generó a nivel de la opinión pública, Carola prefirió reunirse con el subjefe Juan Domingo Pérez para plantearle que seguirá de cerca el trámite de la investigación sumaria.

Será un seguimiento “concreto y puntual”, dijeron en la FIA: una suerte de “acompañamiento del proceso en el transcurso de la investigación”.

Tal como informó El Diario, la Jefatura de Policía decidió cambiar de destino a Darío Zúñiga, que quedó como adscripto en la Seccional Segunda de Santa Rosa (tercero en la línea de mando), a raíz de la denuncia que hizo Andrea Soledad Ponce.

La mujer policía aseguró que fue víctima de un caso de acoso sexual y abuso de poder. Y afirmó que fue “la peor y más triste experiencia de mi vida”.

Zúñiga fue reemplazado como jefe de la Comisaría de Guatraché por Hugo María Sosa.

“En realidad, el cambio se hizo por un pedido del propio Zúñiga para transparentar la investigación”, aclaró el subjefe Juan Domingo Pérez.

En tanto, Ponce planteó: “Soy una mujer libre, separada desde hace ya varios años y con una buena relación con el papá de mis hijas. Al estar sola, puedo tener amigos, salir y relacionarme con quien quiera, pero nunca voy a tener una relación obligada, eso nunca, por eso mi castigo, trasladarme a otro pueblo, sin importarle que yo dejo a mi hija adolescente sola todo el día, quien tiene hijos adolescentes sabe lo difícil que es la crianza y el control de un chico a esa edad, me siento muy mal por eso”.

“El 9 de abril, en el lugar pertinente hice la denuncia, dejando más que claro que este ’señor’, haciendo uso de su rango, comenzó dentro de los últimos meses del año 2011 a hacerme invitaciones, las cuales rechazaba; tiempo antes, me había dado cierta flexibilidad horaria, reduciendo mi carga horaria, argumentando que mi trabajo era eficiente, que yo tenía todo al día y que no hacía falta que viniera antes. Yo acepté esa orden, como todas las anteriores, así es mi trabajo. Hasta ese momento él era simplemente un jefe atento y considerado y nada me daba a sospechar lo que vendría después”, relató.

Reveló, además: “Un fin de semana largo, me hace una invitación dentro de mi lugar de trabajo a acompañarlo a Sierra de la Ventana. Realmente me sorprendí, lo había rechazado todas las veces anteriores, sin embargo siguió insistiendo, le volví a decir que no. A partir de ahí, empezó mi odisea, me agregó horas de trabajo, me sacó de mesa de entrada, que era mi lugar de trabajo, lugar que él me había dado, me mandó a trabajar en la calle y en puesto que no me correspondía por jerarquía, la humillación y la ignorancia era cada vez mayor, yo aceptaba todo, no iba a ceder a lo que él pretendía, eso me llevó a que el fin de semana anterior a la Pascua se me notificara de mi traslado, tuve una crisis de nervios porque era demasiado lo que había pasado y el traslado era soportar la peor de las injusticias. Y por eso hoy mi lucha, voy a pelear hasta el final, quiero volver a mi lugar de trabajo, voy a seguir luchando, por mis hijas, por mi familia y por mí, lo que me está pasando no lo merezco. Muchos podrán opinar, pero quien realmente me conoce sabe quién soy y de qué familia vengo, humilde pero con dignidad”.
(El Diario)

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