La ganancia del PRO y la devaluación del Frepam


La ganancia del PRO  y la devaluación  del Frepam

Por Norberto G. Asquini

La cara del presidente del radicalismo, Hipólito Altolaguirre, durante la presentación en la Justicia Electoral del frente entre la UCR y el PRO, pareció decirlo todo. Las expresiones de alegría fueron contadas en el radicalismo durante el cierre forzado del Cambiemos pampeano, un acuerdo más por necesidades políticas que por convicción. El PRO y sus aliados, en cambio, sí pueden celebrar, más allá de las complicaciones a las que los llevaron sus socios electorales.

La alianza se presentó como Frente Propuesta Frepam Cambiemos. Nombre demasiado recargado, que le permite a la UCR dar la pirueta política para argumentar a favor de un frente incómodo, pero necesario. El PRO logró un triunfo propio al incluir la palabra Cambiemos, la marca de Mauricio Macri, en La Pampa. Porque lo que quedará como esencia será Cambiemos. Propuesta Frepam es apenas un aditivo que intenta disimular o disfrazar el verdadero sentido de ese acuerdo hacia los sectores críticos, progresistas o disconformes con esa resolución del radicalismo. ¿Por qué las conversaciones entre los representantes de ambas fuerzas se centraron en el nombre y los candidatos? Porque en lo político, ese frente ya definió de qué lado va a estar. El nombre Cambiemos explicita la pertenencia y la referencia nacional, para beneficio del PRO y a pesar del radicalismo.

Cuando falló la muñeca política

Altolaguirre tuvo poca muñeca política en las negociaciones. Sobre todo si se compara con el “gran frente anti-Macri” que tejió el gobernador Carlos Verna detrás del Justicialismo pampeano, en el que están incluidas todas las líneas mayoritarias, los partidos massistas y hasta el kirchnerismo. Al radicalismo, en medio de las conversaciones, se le escaparon sus socios desde hace una década del Frepam, y que le son más afines ideológicamente. Las últimas declaraciones del titular del partido, más proclive a las internas que a los consensos, terminaron por ahuyentarlos. El socialismo y el GEN -al que los radicales trataron de incorporar- conformaron el Frente Progresista Pampeano y hasta el Fregen les dijo que no. El “gran frente” que había propuesto Altolaguirre quedó así notoriamente disminuido, tal vez no tanto en votos, según los números que hacen sus dirigentes, pero sí políticamente.

Una decisión que también devaluó al Frepam. El uso de esa sigla en solitario que quiere hacer la UCR, cuando en verdad el Frepam si disolvió para esta elección, muestra por un lado la incomodidad que representaba ir solo como Cambiemos, en un intento por tapar con la sigla provincial una elección nacional. También puede haber algún cálculo electoral de querer retener con ese nombre instalado en el escenario político a un sector de los votantes. Pero políticamente el daño a la marca Frepam se va a notar.

Ahora, el turno de la verdadera disputa

Esa falta de muñeca hacia adentro del Cambiemos pampeano y del radicalismo no es un dato menor. Quedan menos de diez días para presentar los precandidatos y se abrió una nueva negociación por los nombres, que parece a priori compleja y trabajosa. El PRO puso como condición que haya lista única. El secretario de Deporte de Nación, Javier “Colo” Mac Allister, fue claro en la mesa que cerró el acuerdo: “Si hay dos listas radicales, va a haber una del PRO, y tres listas pierden. Una sola de unidad gana en octubre”. El PRO quiere evitar la canibalización de la interna en Cambiemos que pueda dejar heridos y resquemores, y hacer que el foco esté más puesto en la disputa entre los socios que en competirle al PJ.

Los dirigentes del macrismo ven con desconfianza las negociaciones que lleva adelante Altolaguirre. El número puesto para encabezar la lista era Francisco Torroba, salido del acuerdo marco nacional. Ese acuerdo comprende que en 2019 el presidente Macri elija al candidato a gobernador de Cambiemos, y Mac Allister está ya preparado para salir a la cancha para competir. Pero el diputado provincial Martín Berhongaray tiene por ahora sus pretensiones, también genuinas, y parece que dará la batalla. Desde varios sectores analizan que esa postura es acicateada por Altolaguirre para evitar llevarlo a Torroba en la boleta. “Los radicales se quedan siempre en la chiquita”, se indignan desde el PRO.

Desde el macrismo por supuesto que presionan para que haya una sola boleta: si hay dos listas radicales competitivas, pueden llegar a presentar a Mac Allister, que se beneficiaría con la división de votos. Si hay dos listas radicales, Nación no va a ser tan contemplativa con el intendente de Santa Rosa, Leandro Altolaguirre.

El cerco ideológico

El radicalismo pampeano fue parte de los sectores de la UCR que se mostraron disidentes con la línea nacional de ser el socio menor del PRO en Cambiemos. Parte de “El Club de la Queja”, según el columnista Julio Blanck. De los que reclamaron espacios en el gobierno nacional, y en tiempos electorales más lugares en las listas. Ricardo Alfonsín fue, y es, parte de ese radicalismo crítico. Afirma que la UCR no debe estar junto al PRO en 2019 y que el partido olvidó la “dimensión programática, ideológica y propositiva de la política”.

La decisión del socialismo, el GEN y finalmente el Fregen -que saltó cuando ya se había desvirtuado la idea original del “frente de todos”- cercó ideológicamente a la dirigencia radical. Si la alianza nacional con el PRO había calado en su identidad, amenazándola y tornándola difusa, esta sociedad provincial para las legislativas hace saltar las contradicciones que le quedaban por descubrir.

Es que el Cambiemos pampeano se fundamenta más en una definición pragmática de sus dirigentes que en la comunión de principios y convicciones de sus bases. Esta alianza tiene como objetivo realizar una elección más competitiva y evitar la división de votos para los radicales. La UCR quiere asegurarse el diputado en el Congreso y el PRO tener la posibilidad, si se gana, de ingresar a la mujer y retener una banca. Cuando se trata de cargos, prima la fría calculadora.

La dirigencia radical puede intentar distanciarse del PRO usando Frepam junto a Cambiemos, pero ¿de qué lado se quedan sus diputados frente a la quita de pensiones por discapacidad? ¿O frente al ajuste? ¿Qué hará el candidato radical si llega el presidente Macri o algunos de sus funcionarios de campaña a La Pampa? Solo le queda sonreír y hacer campaña.

 

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