Por Juan José Reyes
La posibilidad de que el sindicato de Luz y Fuerza pueda utilizar el resultado del juicio para presionar a otras cooperativas y de hecho a Fepamco, tiene una viabilidad latente, según varios dirigentes consultados.
Un juicio por liquidación errónea de haberes, iniciado hace 11 años por empleados de la Cooperativa Eléctrica de Guatraché (Cosegu), complica no solo la situación de la entidad solidaria. De ser desfavorable el fallo para esa entidad podría tener un efecto “cascada” sobre todo el cooperativismo eléctrico pampeano nucleado en la Fepamco.
Si bien hay otra instancia para apelar, la entidad guatrachense ya tiene dos fallos en contra, el de 1era. instancia (2006) y en el de Alzada (2014). La situación es comprometida y ya ha generado que los apoderados legales de los trabajadores pidieran al juez un millonario embargo preventivo de las cuentas corrientes y caja de ahorros en el Banco de La Pampa y el Banco Nación.
La causa judicial llevada a cabo en los tribunales judiciales de General Acha por el juez Gerardo Bonino está caratulada “Schmidt Carlos Germán y otro c/Cooperativa Electricidad, Obras y Servicios Públicos Guatraché Ltda. s/Laboral Expte 9469/06”.
Algunos dirigentes de la entidad federativa, cuyo titular es Carlos Santarrosa, aducen que el pleito (aplicación del decreto 392/2003) es un “conflicto individual y no colectivo” por tanto no afectaría los intereses de las otras cooperativas nucleadas allí, disipando el denominado “efecto boomerang”.
Sin embargo muchos otros directivos de la Fepamco (en total son 28 las cooperativas nucleadas allí), conjuntamente con la plana mayor de los distintos ámbitos legales de la CPE, Corpico y Cosega, las tres más grandes de la provincia, no acuerdan con aquella postura y piden una urgente solución, máxime que con quién se discute el tema es con el gremio más duro del sector eléctrico, Luz y Fuerza La Pampa, escindido de la Fatlyf ya que en otras causas el arreglo fue posible pero con los afiliados al otro gremio.
De ahora en más la justicia tendrá la última palabra, sino hay conciliación, en principio muy dificultosa.
La “causa Schmidt”.
La pretensión de la defensa de los trabajadores de la cooperativa de Guatraché es la de trasladar al resto de los empleados el porcentaje de incremento de la categoría 9. De esa manera quedaría incrementado el básico de todas las categorías, según los actores, modificando el CCT 36/75 y la Ley 14.250, entre otras.
Por lo tanto, la posibilidad de que el sindicato pueda utilizar el resultado del juicio para presionar a otras cooperativas y de hecho a Fepamco, tiene una viabilidad latente y cierta. Es más, ya hay un precedente lo que haría que las escalas salariales que cierra Fepamco en paritarias, representando a las cooperativas asociadas, podría extenderse por el caso de la Coosegu.
El fallo de primera instancia fue favorable a los dos actores (hoy uno está jubilado) y si bien fue apelado y revocado por la Cámara de Apelaciones, las diferencias siguen corriendo hasta la actualidad para uno de los actores, el activo.
Arma de presión.
La gran pregunta que se hacen en otras cooperativas y Fepamco es que si aquella diferencia de escala hacia arriba puede o no ser usada para volver a litigar y lograr escalas superiores a las determinadas por el acuerdo Fepamco-Fatlyf.
Según la opinión de distintos dirigentes, hay un potencial peligro y riesgo de que dicha situación se haga extensiva al resto de las cooperativas, y ya es un arma de presión sindical. Es más, en palabras de un abogado especialista en estas causas y parte en el juicio, Omar Gebruers, dijo en un programa periodístico de General Pico (PuntoxPunto) que “las cooperativas en su conjunto deberían preocuparse”.
Fuente La Arena