La campaña del chiquero: cruces y chicanas entre el PJ y el PRO


La campaña del chiquero: cruces y chicanas entre el PJ y el PRO

Por Norberto G. Asquini

Enero para la política debería ser un mes tranquilo. Por eso sorprendió el tono elegido para estos días entre el PJ y el PRO en La Pampa: chicanas y acusaciones cruzadas. La cuestión es si ese estilo se impondrá hasta el 19 de mayo o solo es una etapa veraniega de la campaña.

Enero mata campaña, o no tanto

Hay que separar las cosas. La sociedad, la gente, las y los electores, están ajenos a la agenda de los candidatos. Lo que no significa que no estén preocupados con lo que ocurre con la economía del país. Pileta y vacaciones atentan contra cualquier desarrollo de campaña. Así lo observan quienes deben competir el 17 de febrero. Sobre todo en las internas de Cambiemos que son provinciales.

El 2019 será un año atípico para la política provincial, con elecciones adelantadas. Por eso este enero las campañas no se frenaron. El PJ está instalando a su candidato a gobernador, el diputado nacional Sergio Ziliotto. El postulante recorre todos los días distintos puntos de la provincia. En cuestión de semanas le cayó encima una candidatura inesperada y debe sortear el desconocimiento de su figura en los electores. Pero la postulación no ha sido una mochila. Ayudado por la agenda gubernamental, se lo ha visto con declaraciones contundentes, reparto de sonrisas y abrazos y solvencia en su paso por cada acto o encuentro.

El giro al ataque

En un mes que parecía no tener demasiadas grandes novedades, sorprendió el giro que tomó el tono de la campaña. Sobre todo porque los cruces no fueron entre quienes van a la interna en Cambiemos el 17 de febrero (el PRO y la UCR), sino entre el PRO y el PJ.  Y menciono antes al PRO porque ha sido quien tuvo un discurso más confrontativo al atacar a su competidor.

Repasemos los últimos días: en las declaraciones de Ziliotto el PJ ha sostenido el discurso-relato del gobernador Carlos Verna. En ese sentido, el PJ es la garantía de defensa de La Pampa frente a las políticas económicas nacionales del macrismo. Tanto en la discriminación de fondos como en las medidas antipopulares como los ajustes y tarifazos. Y a la vez una voz de unidad del peronismo, cuyo ejemplo provincial podría ser trasladado a nivel nacional.

Frente a esto, Carlos Mac Allister subió la apuesta. Comparó al PJ pampeano con el kirchnerismo y vinculó a ambos al ser aliados en la boleta oficialista diciendo que Ziliotto podría terminar “con 25 funcionarios procesados y presos”.

El secretario de DDHH, Antonio Curciarello, le recordó al precandidato el caso del segundo de Mac Allister en la Secretaría de Deporte que hoy está acusado en la Justicia por negociados, un caso que salpicó directamente al candidato del PRO. Mac Allister a través de un diputado macrista le respondió con los casos de los presidentes de Comisiones de Fomento justicialistas investigados por la Justicia por usar facturas truchas.

Finalmente, un ex funcionario justicialista hoy en el PRO, Marcelo Otero, calificó de “hipocresía y cinismo” las declaraciones de Ziliotto de fomentar las escuelas técnicas.

Cuestión de estrategia

La campaña comenzó a ser personal entre los candidatos. No se le teme a ensuciarse los pies en el chiquero de las declaraciones públicas. Desde el vernismo, frente a esta escalada, comenzaron a observar que estando arriba en las encuestas no se debería entrar en el juego de las declaraciones sonoras. Y que los embates no deberían ser directos.

El PRO necesita y le son beneficiosas estas salidas mediáticas. En la interna, frente al radicalismo, porque no tiene que hacer campaña contra su socio y públicamente se coloca como la verdadera opción opositora ante el PJ. En eso le ha ganado terreno a la UCR, que tímidamente solo atinó a decir que “la historia del radicalismo ha sido intachable”. Como si por ese solo hecho se pudieran ganar elecciones.

Y, aunque todavía tiene que ganarle la interna a la UCR que está peleada, al PRO le sirve, casi como una maniobra de factura duranbarbeana, para tratar de posicionarse para la votación general del 19 de mayo frente a su principal competidor y subir las acciones en la consideración de los electores. Los números hoy no son los mejores para el macrismo. Es que Cambiemos no podrá hacer campaña en la provincia mostrando algún logro económico del presidente Macri, porque no los tuvo y difícilmente los tenga en 2019. De ahí a utilizar como estrategia la vinculación del PJ pampeano con el kirchnerismo, queriendo bajar la grieta nacional a la provincia, y atacar en sus puntos débiles al oficialismo local.

Un tono que parece no mermar

El consultor y politólogo Mario Riorda al abordar las tendencias en la comunicación política de las últimas elecciones en América Latina, indica que la tolerancia como acuerdo social ha ido perdiendo terreno. Conductas antes condenables públicamente, se tornan cada día más visibles. Lo políticamente correcto ya no prima. Siempre existieron prejuicios, pero costaba exteriorizarlos. Hoy ya no es lo mismo. Riorda indica que ya no se pagan costos por hacerlos públicos, sino que los radicalismos ganan terreno, elecciones y espacios. Ahí lo tenés sino a Bolsonaro, por mencionar el extremo.

¿El tono acusatorio, de chicana, de ataque, será el que prevalezca en la campaña hacia el 19 de mayo? ¿O solo es la etapa veraniega de la campaña? Ya sea directo, como el PRO contra el peronismo pampeano, o por elevación desde al PJ al rumbo económico de Macri, ambos lo van a seguir usando. Ganas ni oportunidades le faltan.

 

 

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