Karina Abregú, es sobreviviente de un ataque femicida, su ex pareja intento matarla en enero de 2014 prendiéndola fuego. Como consecuencia tiene el 50% de su cuerpo quemado, necesita medicamentos muy costosos que el estado no le brinda, se encuentra desempleada, vive de changas que le encuentran sus amigos/as y las personas que solidariamente se acercan a ella.
El miércoles 15 del corriente mes en horas de la tarde Karina llegó acompañada de su hermana y otras mujeres de organizaciones feministas al Consejo Nacional de la Mujer que preside Fabiana Tuñez en CABA.
El motivo de su presencia en el CNM radica en reclamar la ayuda económica y cobertura de remedios (12 por día) que Tuñez se había comprometido a brindarle.
Al llegar a la institución que debiera velar por la integridad de las mujeres, Karina se encontró con la ausencia de Tuñez y la represión policial que le impidió acercarse a alguna funcionaria que pudiera darle respuestas sobre su desesperante situación actual. Entre otras cosas necesita comida, pañales y la medicación necesaria para poder cuidar de sus hijos, las dolencias físicas que le produjo el ataque del femicida Gustavo Albornoz, le impiden sostener una vida plena.
Es de conocimiento público que el CNM la recibió con violencia física y psicológica ejecutada por la policía, en lo que parece el colmo de la indiferencia a una mujer víctima de tentativa de femicidio. No sorprende tanto este panorama en el contexto de un gobierno nacional que mandó a reprimir mujeres en la huelga del 8M con una salvaje razzia policial.
Desde el frente de mujeres de Nuevo Encuentro repudiamos el accionar represivo sobre Karina Abregú y todas las mujeres que atraviesan situaciones similares, a quienes el gobierno de Mauricio Macri ha dejado en pleno abandono quitando presupuesto de los organismos que debieran cuidarlas, cerrando oficinas de atención a las víctimas de trata y/o violencia y reprimiendo a quien reclama por sus derechos.
No podemos dejar de señalar la responsabilidad política de Fabiana Tuñez quien no ejerce su cargo de funcionaria para velar por los derechos de las mujeres argentinas, sino que es cómplice de las políticas neoliberales y patriarcales del macrismo que desguazan organismos y no implementan la emergencia por violencia de género, aun cuando aumentó el numero de femicidios.
Esta indiferencia en políticas de género deja a muchas Karinas desprotegidas, entregándolas nuevamente en manos de quienes las violentan o conduciéndolas al peor final.
Repudiamos las formas represivas del gobierno nacional y señalamos como responsables de la integridad de Karina y sus tres hijos a Fabiana Tuñez, quien debiera responder con acompañamiento psicológico, económico y sanitario.