Los desafíos de Ziliotto: Los números, lo político y la gestión siglo XXI

Los desafíos de Ziliotto: Los números, lo político y la gestión siglo XXI

Por Norberto G. Asquini

Cuando el 10 de diciembre asuma el próximo gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, deberá afrontar más de un desafío. Poner en marcha una gestión con sello propio por un lado, con la modernización del Estado y afrontar la caída de la actividad económica como líneas centrales, y la administración de la provincia en medio de la crisis económica nacional.

La economía que acecha

El peronismo pampeano resolvió en 2019 uno de sus más importantes dilemas para sucontinuidad en el poder: la sucesión del gobernador Carlos Verna. El paso a la etapa posGeneración del 83, que llegó sin anestesia, y que fue sin dramas ni heridas. Lo que algunos pensaban sería “una carnicería” interna, se resolvió con la conducción de Verna y el consenso del resto del peronismo.
Ziliotto, el gobernador que deberá afrontar el nuevo ciclo del PJ en La Pampa, contará con el respaldo de Verna, con tiempo para armar su gabinete y equipo de trabajo y con un escenario político con todas a favor dentro de la provincia: una Legislatura con mayoría propia y las dos principales ciudades gobernadas por intendentes del justicialismo.
Sin embargo, tendrá varios desafíos que enfrentar de entrada. El principal es el económico, por sus consecuencias sobre las cuentas de la provincia y sobre amplios sectores de la sociedad. La situación de La Pampa seguirá dependiendo de la relación con el próximo presidente. Hay una certeza: “Será complicadísimo gobernar cuatro años más con Macri si llega a ser reelecto. El ahogo financiero ya no se soporta y de continuar esto podríamos entrar en una situación muy delicada”, indica un vocero de Hacienda al autor. Si no es Macri el próximo mandatario, igualmente las consecuencias de sus políticas en materia económica seguirán repercutiendo durante los próximos años.
En la provincia es notable la falta de actividad económica producto de la recesión actual. Las cuentas están ordenadas, pero la Provincia debió asumir gastos como los programas que Nación cortó, por ejemplo en medicamentos, o el caso de obras como rutas o los jardines. Los permanentes aumentos a los empleados estatales con la aplicación de las “clausulas gatillo” es otra presión permanente sobre las cuentas. La Coparticipación aumenta, pero no en términos reales. La pelea la gana la inflación que devalúa lo que ingresa a la provincia.
No hay grandes obras en marcha, pero la buena noticia es que La Pampa no está endeudada en dólares como otras jurisdicciones. El desafío es dinamizar la economía provincial con obras propias y sostener el empleo privado.

Buscando la legitimidad propia

En lo político también tendrá algunos retos. El principal será la conformación del nuevo gabinete. Todavía es temprano para saber su conformación, aunque haya un par de nombres puestos, más allá de la ola de pronósticos generados por las ansias de la dirigencia o del periodismo lanzado a buscar la primicia.
Ziliotto tendrá el acompañamiento político de Verna, que seguirá jugando un papel importante en el PJ. Pero también tendrá que ir desarrollando su propio estilo de gobierno. Hacia dentro del peronismo, más allá de la legitimidad electoral que logró con un contundente 53% de los votos, ahora debe construir legitimidad política. Moldeando un liderazgo propio.
No será fácil suceder a Carlos Verna y su centralidad en el escenario político provincial. El ciclo que se abre cierra el de los grandes liderazgos.

Modernizar y generar actividad económica

En estos momentos Ziliotto trabaja en lo que llama “la modernización del Estado provincial” a través de la conectividad. Es la búsqueda del Estado peronista versión siglo XXI. Cómo optimizar y hacer más eficiente la administración pública. Parece una idea abstracta, pero la idea central es cómo acercar ese Estado a la gente. Fue uno de los leit motiv de la campaña
electoral y por estos días se reúne con su equipo para ir definiendo pasos concretos. Ya hay lineamientos tomados por la gestión vernista como la concreción de la empresa Empatel, ahora su futura gestión buscará profundizar esa política. El uso de la red de fibra óptica y el 4G debería potenciar los servicios de un Estado presente en La Pampa, desde cuestiones mínimas como el hacer un trámite online a temas más complejos y delicados como en el área salud con la telemedicina, en la productividad con formación en nuevas tecnologías o en educación con estudios con la modalidad a distancia.
Otro de los desafíos es el de potenciar ese Estado presente interviniendo en la economía y fomentando el emprendedurismo, la industria y la producción como herramientas para la generación de trabajo privado. Fue también parte de su campaña electoral. Ahora Ziliotto pretende para poner en marcha su proyecto la implementación de distintos fondos de financiación, pero fundamentalmente con los fideicomisos que anunció Verna en su discurso en la Cámara de Diputados. Frente a una economía en crisis y sus consecuencias en la provincia, se considera urgente la generación de trabajo para impactar en la actividad económica de La Pampa.
Ziliotto asumirá como gobernador con suficiente respaldo político y un rumbo ya fijado.
Quedará condicionado en su gestión por una economía que mina directamente la caja provincial. Se abre un nuevo ciclo para La Pampa y el próximo mandatario representa la renovación en la política provincial y en el PJ. Los ojos de las y los pampeanos estarán atentos a sus primeros pasos.

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Las PASO que se vienen  en La Pampa: el equilibrio  y los socios distanciados

Las PASO que se vienen en La Pampa: el equilibrio y los socios distanciados

Por Norberto G. Asquini

En días cierran los plazos para presentar alianzas para las elecciones presidenciales y de legisladores nacionales en La Pampa. En la provincia el escenario será similar al de los comicios del 19 de mayo, y estarán marcado por la polarización nacional. Todos buscan por estas horas sus candidatos a diputados nacionales: el PJ y sus aliados que llevarán la fórmula FF y Cambiemos con la puja de espacios con Macri a la cabeza.

El 12 de junio cierra el plazo para presentar alianzas para las elecciones nacionales y el 22 de junio tendrán que estar los candidatos a presidente y en La Pampa de diputados nacionales para competir por dos cargos en el Congreso. La pelea central en la provincia ya se dio el 19 de mayo. Ahora viene una de menor intensidad y despliegue, pero en la que cada sector juega también lo suyo.

El Frejupa busca nombre

No habrá grandes novedades en el escenario electoral pampeano. El Frejupa se mantendrá unido casi en su totalidad, solamente está en veremos el massismo. El PJ pampeano debe seguir en la provincia lo que defina el PJ nacional. O sea, encolumnarse detrás de la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández. Ya lo adelantaron el gobernador Carlos Verna y el electo Sergio Ziliotto: el apoyo será para FF. Es la línea nacional del PJ de buscar la unidad frente a la división y alinearse detrás del sector del peronismo que consideran ganador y que impulsará la boleta local.

¿Quién será el candidato o candidata que encabece? Saldría de un fino equilibrio entre la decisión del vernismo gobernante y la venia del kirchnerismo nacional. Será el legislador que le sea necesario al gobierno provincial, o el que necesite la fórmula FF de llegar a la presidencia. Posiblemente un vernista “bien visto” por el kirchnerismo. Como en 2017, lo definirá el gobernador Verna, buscando un candidato con algún consenso que mantenga atada la unidad de todo el PJ. La idea será la o el candidato de la unidad, compitiendo con las listas periféricas que siempre se presentan. Y seguramente la puja de alguna línea con pretensiones.

Del lado de Cambiemos

El otro campo de la polarización, el no peronista, tendrá nuevamente a la coalición Cambiemos. Los dos aliados, la UCR y el PRO, continuarán el frente nacional en La Pampa. Por ahora solo hubo algunos contactos extraoficiales para empezar a cerrarlo. Las relaciones no son las más fluidas pasada una campaña donde hubo más diferencias que acuerdos entre los socios.

La UCR ya plantó bandera en la Convención Nacional en la que se ratificó a Cambiemos. Ahora fortalecida por ganar la interna de febrero frente al PRO buscará quedarse con el diputado nacional. Todos hablan de promover la unidad y una sola lista de consenso. Pero la interna y las diferencias entre espacios, ya histórica, se mantiene. Se buscará no dividir voluntades frente al PRO, aunque a diferencia de 2017 ahora no es tan urgente dados los resultados electorales.

Por un lado estará como candidato Martín Berhongaray que avisó que irá a buscar la banca en el Congreso. Sería respaldado por los Altolaguirre en Santa Rosa y dirigentes del interior. Consideran en su sector que es el nombre puesto por estar instalado y contaría con el apoyo del municipio de Santa Rosa que hasta diciembre manejará el sector. Es “su momento”, afirman. Desde la otra vereda le achacan no haber jugado en la elección provincial y analizan que los Altolaguirre quedaron golpeados tras la dura derrota frente al Frejupa.

Otro sector es el que tiene como cabeza al diputado electo Francisco Torroba, fortalecido hacia adelante por los diputados conseguidos por su sector y el apoyo de algunos intendentes. Desde esa línea hablan de listas de consensos, pero también tienen sus propios nombres, como el ex candidato a vicegobernador Luis Evangelista o Hugo Pérez.

También está la línea que responde a Daniel Kroneberger. El ex candidato a gobernador tiene en su haber, más allá de la diferencia que le sacó el Frejupa, haber caminado la provincia, haberse puesto al frente de la boleta en su situación compleja y estar instalado por la campaña provincial. Analizan dirigentes radicales que podría ser él mismo el candidato a diputado. Y hay que ver qué hará el senador Juan Carlos Marino, sacudido por algunos escándalos en su entorno.

Y finalmente está el otro socio de Cambiemos, el PRO y sus aliados en la provincia. El espacio fue derrotado en la interna de febrero por el radicalismo, pero mantiene su base con cuatro diputados (uno más de los conseguidos hace cuatro años) y seis intendentes del sector. Los voceros hablan de sostener una lista amarilla pura, con candidata o candidato propio. Los principales nombres, como Carlos Mac Allister que continúa siendo el dirigente central del espacio y quien maneja los contactos con el macrismo nacional, o Martín Maquieyra, no estarán esta vez en la boleta. Los otros con intenciones de postularse, entre ellos “las viudas”, los diputados que quedaron sin cargo en la Legislativa, son nombres sin peso específico.

Quedan apenas días para definir los nombres de los candidatos a legisladores nacionales. La elección que valía para La Pampa ya pasó. Ahora las fichas se mueven para la segunda batalla que será mucho menos atractiva. Esta vez la presidencial se lleva todo puesto.

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El Cordobazo en La Pampa:  cuando la provincia fue  depósito de presos

El Cordobazo en La Pampa: cuando la provincia fue depósito de presos

Por Norberto G. Asquini

La pueblada del Cordobazo del 29 y 30 de mayo no tuvo grandes repercusiones en La Pampa. Sin embargo, se vivió de cerca. En los días posteriores al levantamiento contra la dictadura de Juan Carlos Onganía la provincia se iba a convertir en “depósito de presos”. La insurrección dejó un saldo de catorce muertos y cientos de presos y los principales dirigentes sindicales cordobeses, fueron sometidos a un tribunal de guerra y condenados a prisiónpor intimidación pública y rebelión. Muchos de ellos serían trasladados a La Pampa, entre los que estaban las caras visibles como Agustín Tosco secretario general del gremio de Luz y Fuerza, y Elpidio Torres de SMATA.

Llegan los presos

La capital pampeana era considerada una población “pacífica” en esos días de estallidos populares y represión y siempre se recurrió a Santa Rosa para enviar detenidos políticos, invariablemente, en todos los gobiernos. El acompañamiento a los detenidos en cárceles pampeanas convocó a todas aquellas agrupaciones locales opositoras a la dictadura militar.

El sábado 31 de mayo a la noche arribó desde Córdoba un avión T-57 de la Fuerza Aérea. Desde allí descendieron varios condenados por los consejos de guerra que fueron alojados en la Unidad Penal 13. Los detenidos eran seis dirigentes gremiales entre los que estaban Elpidio Torres y Agustín Tosco.

Otra de las cabezas del Cordobazo, Raimundo Ongaro, fue detenido y liberado el 26 de mayo de 1969. Relató a la prensa que la policía intentó trasladarlo desde Córdoba en un accidentado itinerario. Sin darle razones varios policías armados con ametralladoras lo llevaron hasta la Escuela de Aviación y se le informó que lo iban a llevar a Santa Rosa en avión. El aparato descendió en Las Higueras, Río Cuarto, la comisión siguió su trayecto en una patrulla hasta Realicó. Allí se les indicó que debían volver hacia la capital cordobesa.

El 2 de junio llegó otro contingente de presos estudiantiles y gremiales. Esta vez, doce hombres fueron llevados hasta la U13 tras un operativo que obligó al corte de varias calles. El 5 arribaron otros nueve condenados y el 6 cuatro más. Todos fueron alojados en la Colonia Penal.Entre los detenidos estaba el sindicalista de Luz y Fuerza, y también cara visible de la pueblada, Tomás Di Toffino, luego desaparecido en 1976. Entre los detenidos había sindicalistas de LyF y SMATA, obreros metalúrgicos y trabajadores de otras ramas, estudiantes de Medicina e Ingeniería, entre otras, y hasta un profesor de la UNC, con penas de ocho meses a 10 años.

Juntos por los presos

Poco a poco los sectores movilizados en Santa Rosa comenzaron a acompañar a los detenidos políticos. El sindicato de Luz y Fuerza local, cuyo secretario general era Oscar Montes de Oca, presionó a la CGT para que la entidad constituyera la comisión de solidaridad de apoyo. En un documento elevado al jefe cegetista local, Rodolfo Villarreal, reclamaron a la organización que no podía “permanecer impasible” ni “espectadora cuando en la ciudad hay condenados por reaccionar ante el cúmulo de leyes represivas que van erizando el país como única forma de sostenimiento a un sistema antipopular”.El sindicalismo estaba dividido en dos ramas desde 1968: la CGT con Villarreal de la UOCRA a la cabeza y la Intersindical con los gremios más combativos entre los que estaba LyF.

Representantes nacionales de la CGT, de gremios combativos y agrupaciones universitarias visitaron la capital para respaldar al movimiento y acompañar a los dirigentes presos.

El sábado 8 de junio en la sede de la CGT de Santa Rosa se reunieron gremialistas locales de Luz y Fuerza, telefónicos, ATE, gráficos, vendedores de diarios y molineros -integrantes de la Intersindical-; de Córdoba y Capital Federal –Julio Rodríguez de LyF Córdoba y José Rodríguez de SMATA–; estudiantes; políticos –peronistas y comunistas–; y abogados: el peronista Juan Carlos Tierno y dos profesionales vinculados a la izquierda, Manuel Cuadrillero y Ciro Ongaro. Se constituyó la Comisión Local de Solidaridad con los Presos Políticos coordinada por los gremios cegetistas, para canalizar la acción solidaria y a la vez iniciar una campaña de reclamo para la liberación. Sus tareas consistían en atender a los familiares que comenzaron a llegar a la ciudad para ver a los detenidos, la recolección de donaciones y la relación con los detenidos para la atención de los aspectos legales. La CGT luego ratificó la comisión provisoria de solidaridad a la que ya se habían sumado gastronómicos, bancarios, fideeros y la UOCRA. El primer documento de la Comisión fue tajante: “Santa Rosa no debe convertirse en el campo de concentración de la dictadura”, dijeron

Llegan los familiares

El 12 de junio, seis presos fueron regresados a Córdoba. Al día siguiente, se realizó una reunión de organización de la Comisión Provisoria en el local de la Delegación Regional de la CGT. Estuvo presidida por Montes de Oca, y se dio entrada a los primeros paquetes donados en Santa Rosa. Para entonces comenzaron a arribar los familiares de los detenidos, a quienes les habían prometido verlos una vez cada quince días. Los parientes, junto a Montes de Oca, visitaron al ex gobernador Ismael Amit para que intermediara y consiguiera de las autoridades militares el permiso para ingresar al penal, ese mismo domingo.

El sindicato de Luz y Fuerza, ubicado en Pellegrini 505, a pocos metros de la Jefatura de Policía, se transformó en el lugar adonde llegaban los apoyos materiales ante la vista recelosa de los policías. Ese fin de semana, llegó hasta el gremio el comisario Roberto Álvarez con un mensaje del gobernador Helvio Guozden quien manifestaba estar muy preocupado por el movimiento vivido en la ciudad: habían llegado en un ómnibus treinta y siete familiares de los presos gremiales y políticos junto con los abogados de la CGT de los Argentinos Hipólito Solari Yrigoyen, Conrado Ortigosa Antón y Mario Landaburu y cuatro de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.

Las autoridades aprobaron que ingresaran ese día a la cárcel. El grupo de familiares fue atendido por los santarroseños y almorzó en Luz y Fuerza, mientras las mujeres –esposas, madres e hijas– buscaban faldas pues no las dejaban ingresar con pantalones. Cuando estaban comiendo llegó la noticia: todos los presos habían sido sacados y trasladados sigilosamente en colectivos durante la noche previa rumbo a Rawson y Neuquén. Cuando les informaron la noticia a los parientes, la indignación se evidenció en los rostros, y el llanto se convirtió en un solo grito de impotencia “esto es una crueldad que no tiene nombre”. Montes de Oca relató al autor: “Fue uno de los momentos más tristes que viví, ver a todas esas madres, esposas, hijos todos llorando abrazados”.

Tosco, Felipe Alberti y Simón Grigiatis de LyF Córdoba junto a otros diez detenidos fueron llevados a la penitenciaría de Rawson; en tanto Elpidio Torres y diez más pasaron a la cárcel de Neuquén. A fines del ‘69, en un intento del presidente Onganía de contener la protesta popular, fueron amnistiados Tosco, Torres y Ongaro.

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El Cordobazo en La Pampa:  marchas y primeras pintadas  en Santa Rosa y Pico

El Cordobazo en La Pampa: marchas y primeras pintadas en Santa Rosa y Pico

Por Norberto G. Asquini

En mayo de 1969 estallaron en el país una serie de puebladas contra la dictadura de la Revolución Argentina. El 15 de mayo fue asesinado Juan José Cabral en una protesta estudiantil en Corrientes, y al día siguiente, en otra marcha estudiantil en Rosario, fue asesinado el estudiante Luis Norberto Blanco.

El día 29 la CGT declaró un paro nacional contra el gobierno del general Juan Carlos Onganía y una fuerza popular contenida hasta el momento estalló en el país. El epicentro fue Córdoba en una jornada en la que trabajadores y estudiantes tomaron la ciudad y resistieron a la policía y al Ejército durante varios días. Fue una revuelta urbana espontánea de la que participó la comunidad cordobesa y dividió la historia contemporánea del país.

En La Pampa las repercusiones de la gran ola de protestas que sacudían al país llegaron atenuadas pero dejaron su marca. En Santa Rosa el miércoles 21 de mayo, tras la muerte de los estudiantes en otras provincias, las y los alumnos del Instituto del Profesorado Secundario tomaron la iniciativa de hacer un paro de actividades por 48 horas. Se sumaron por 24 horas los Centros de Estudiantes de Agronomía (CEFA) y de Económicas (CEFCE) -de Agronomía fueron sólo 5 estudiantes y se opusieron a la manifestación cerca de 60- de la Universidad de La Pampa. Y se cerraron los colegios secundarios: primero el Industrial, luego el Normal, el Nacional y el Nocturno de Bachilleres, en solidaridad con los universitarios.

La marcha del silencio

En las primeras horas de la mañana las y los estudiantes secundarios más comprometidos anunciaron a sus compañeros sobre el paro universitario y los de quinto y cuarto año corrieron la voz hasta que las aulas fueron totalmente abandonadas. El movimiento de solidaridad espontáneo de la juventud santarroseña no pasó desapercibido. En el Normal, donde las y los asistentes fueron obligados a cursar, dos alumnas de 16 años que difundían el paro estudiantil, fueron demoradas por un policía del área de Investigaciones que estaba de civil parado en la puerta de acceso al establecimiento, hecho repudiado por los padres y madres presentes en el lugar.

Ese día se realizó una marcha de silencio convocada por el CEFCE –a las 19.30 de ese mismo día–, por el centro de Santa Rosa y la manifestación continuó en la iglesia Catedral, con una misa ofrecida por los caídos que estuvo colmada. Resguardándose del frío, y esperando afuera la finalización del oficio, quedaron los jóvenes no católicos. De nuevo la marcha de repudio juntó un millar de personas hasta colmar las calles céntricas en horas de esa noche, mientras una treintena de policías de civil seguía de cerca a los manifestantes y algunos les sacaban fotos.

Fueron varios los comerciantes que acompañaron el pedido de las y los jóvenes y cumplieron con la consigna de oscurecer sus vidrieras durante la movilización. Si bien la marcha santarroseña no fue reprimida como sucedió en otros puntos del país y fue tolerada por las autoridades, no dejó de estar presente una soterrada persecución a los participantes. Una empleada de la Caja de Previsión Social y alumna del Instituto del Profesorado fue cesanteada días después por participar de la movilización.

En General Pico

En General Pico se realizó una movilización juvenil en solidaridad con los mártires de las revueltas. Allí, alumnos de los últimos años del Nacional arengaron a sus compañeros, y se determinó no ingresar o dejar las aulas. Una manifestación espontánea de estudiantes secundarios y alumnas y alumnos de la delegación de la Universidad Tecnológica Nacional partió del centro y marchó hasta la plaza España, frente a la parroquia del cura José Grigione. Allí se desarrolló un acto y luego se ofició una misa. En General Acha también hubo una concentración.

El 22 de mayo a la noche el Centro de Estudiantes de Económicas había resuelto un nuevo paro de actividades para el día siguiente. Pero el rectorado de la Universidad extendió el receso de actividades hasta fin de mes ante los episodios que conmovían al país y sacudían su ámbito. Esto hizo que la movilización de los universitarios se diluyera pues muchos prefirieron volver a sus lugares de origen. En la Escuela Normal, por ejemplo, la cuádruple falta mermó la participación activa de sus estudiantes.

Los crespones del 25 y la pintada

Finalmente, unos cuantos estudiantes universitarios y secundarios -que enfrentaron las inasistencias – continuaron durante los días siguientes cantando el himno frente al monumento del general San Martín en la plaza santarroseña. Durante los actos en conmemoración del 25 de mayo en Santa Rosa –una de las pocas ciudades del país donde se realizaron ese año–, los estudiantes volvieron a hacer notar su presencia luciendo crespones negros y repartiendo cintas oscuras al público en señal de duelo, mientras se realizaba el desfile cívico-militar en la avenida San Martín. Delia Gette me acercó una fotografía que guardaba de ese día. En ella se la ve portando la bandera en el acto por el colegio Ayax Guiñazú. “Como verás, tenía el crespón negro sobre el pecho y también lo tenía la primera escolta, una prima mía”, explicó.

La noche previa al 25, manos anónimas habían dejado sus muestras de repudio a la dictadura. Sobre el pie del mástil ubicado frente al municipio donde iban a pasar las filas militares figuraba la leyenda “Asesinos” y la imagen de varias manos ensangrentadas. El monumento al General San Martín en la plaza principal tenía colocado un cartel con la misma leyenda. Fue un hecho inédito que en la ordenada capital pampeana se pintara un monumento público.

El periodista Juan Carlos Pumilla recordará años después: “fuimos con otros tres compañeros, uno de ellos el ‘Gringo’ (Pablo) De Pián que era fotógrafo y que tuvo la exclusiva. Cuando bajamos de la camioneta con los baldes, el policía que vigilaba frente a la municipalidad nos vio, dio media vuelta y se alejó hacia el Banco Nación. Así terminamos la primera pintada que se hizo en Santa Rosa en un monumento que representaba al Estado para nosotros”.

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El escenario que quedó:  reelectos, rebeldes  y la mancha azul

El escenario que quedó: reelectos, rebeldes y la mancha azul

Por Norberto G. Asquini

Los datos en los pueblos que dejó la elección en La Pampa. La reelección de los intendentes en La Pampa volvió a ser alta: 64,5%, dos de cada tres. La mancha azul del PJ: ganó el 86% de las localidades, y todo el oeste. Las dos zonas “rebeldes” de la oposición: los departamentos Guatraché y Utracán esquivos al PJ. Los funcionarios que perdieron.

¿Qué quedó para analizar de las elecciones del 19 de mayo en La Pampa? Este es el escenario completo de la provincia, del interior, de los resultados en las localidades. Las tendencias y la geografía política que quedó en territorio pampeano para los próximos cuatro años.

* La política congelada: la tasa de reelección volvió a ser alta dando cuenta de la “política congelada” en los pueblos. Los oficialismos locales tienen las de ganar, y no es sorpresa la permanencia. Dos de cada tres de los 79 intendentes y presidentes de Comisiones Vecinales fueron reelectos. Sumaron 51, el 64,5%. ¿Dónde se dieron los cambios de mando? ¿En qué lugares hubo alternancias? En 16 localidades cambió el color partidario del jefe comunal, representando el 20,5%. En 12 hay nuevo intendente o presidente de Comisión de Fomento, pero del mismo partido que venía gobernando.

* Unos y otros: El PJ gobernará en 51 localidades (64,5%), Cambiemos en 23 (29,1%), los partidos y alianzas vecinales en 4 (5%) y en una Comunidad Organizada. El PJ gobernará en la mayoría de las localidades importantes salvo General Acha y Castex, aunque bajó en cantidad de localidades. Cambiemos aumentó la cantidad de pueblos propios, a pesar de la contundente victoria del Frejupa a gobernador.

* La mancha azul: el gobernador electo Sergio Ziliotto arrasó en toda la provincia con un histórico 52,6% de los votos. Y el dato es que ganó en el 86% de las localidades: sumaron 68. Todo el oeste sigue siendo peronista. Todo. Cambiemos a gobernador ganó en 11 localidades, todas con intendentes radicales o donde se impuso esa fuerza a cargos municipales. Lo que da cuenta de cómo pesan las estructuras locales. Ziliotto además se impuso en las de mayor peso: Santa Rosa, General Pico, Toay, General Acha, 25 de Mayo, Realicó, Eduardo Castex, Intendente Alvear. Entre estas ocho sacó el 66,5% de los votos conseguidos.

* Las “zonas rebeldes”: el voto opositor al PJ se concentró en dos zonas bien definidas. Al sur en los departamentos Guatraché y Utracán es evidente, y ya se convirtió en un bastión del no peronismo. En la suma de votos del departamento Guatraché Cambiemos ha venido ganando desde hace varias elecciones. Hasta Macri hizo punta. Allí tiene las intendencias de Guatraché, Campos y Santa Teresa. En el de Utracán fue más indudable ese avance: tenían Quehué y ahora sumaron General Acha, Colonia Santa María, Unanue y Ataliva Roca. Un “efecto contagio”. Esta zona se extendió hacia el sur con las victorias en Bernasconi y General San Martín. ¿El otro área rebelde? El triángulo radical al norte entre Alta Italia, Parera y Embajador Martini, al que podríamos sumarle Rancul.

* Los que perdieron: dos ministros perdieron en sus localidades, por un lado Martín Borthiry en Ataliva Roca y Julio González en Eduardo Castex, donde se impusieron Cambiemos para intendente. Entre los diputados provinciales del interior electos del Frejupa todos ganaron en sus pueblos salvo González en Castex y Silvia Larreta en Rancul, lugares donde los candidatos locales perdieron. Por el lado de Cambiemos, Daniel Kroneberger perdió en Colonia Barón, de donde es oriundo y fue intendente, y también cayó por mucho otro local, Rubén Ojuez. Todos los diputados electos de Cambiemos perdieron en sus lugares de origen. 

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