Varios menores utilizan esta modalidad y en muchos casos las pistolas o revólveres son reales, aunque no despiertan repudio entre sus amigos. Desde el área de Niñez municipal aseguran que no tienen denuncias.
El adolescente al que llamaremos “Martín” subió una foto a Facebook sin escribir nada. Sostiene el teléfono con el que se retrató en una mano y en la otra porta una pistola calibre 22. Algunos de sus amigos de la red social le preguntan “si se cree muy malo”; otros le dieron casi 60 “me gusta” en un rato. El simplemente respondió con una carita de sonrisas.
“Martín” no pesa más de 50 kilos y tiene menos de 15 años. Sus amigos, que aparentan ser un poco más grandes, replican la foto con la misma arma y también con otras, como intentando emular la actitud de un matón o delincuente. Entre sus contactos se pueden advertir personas mayores de edad que, lejos de reprobar la iniciativa, la celebran o la ignoran.
La triste imagen no causa impacto ni sorpresa -esa naturalización es tan preocupante como lo que se exhibe- y es probable que los padres de “Martín” ni siquiera estén al tanto.
Por lo que se observa en la publicación nadie le formuló preguntas que sonarían lógicas: ¿Cómo hacen para conseguir las armas que muestran? ¿Por qué lo hacen? ¿A quién le sirve que estos menores se acostumbren a manipularlas? Y, lo peor, ¿las usaron alguna vez?
El problema que se percibe en las redes sociales es tan reciente en nuestra ciudad que la consulta realizada a la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad, Lucía Martínez Zara, no tuvo respuesta.
“No tenemos nada”
“La verdad es que no tenemos causas iniciadas por menores portando armas en las redes sociales. Al municipio llegan denuncias por abusos o maltratos, pero de esto no tenemos nada”, dijo la funcionaria, al ser consultada por “La Nueva.”.
“Te pido que si tenés las identidades de estos menores para que los podamos identificar y actuar con la Justicia y asistentes sociales nos las ofrezcas”, sostuvo, al mismo tiempo que pidió que quienes vean situaciones de este tipo en Facebook o Twitter las denuncien al 911 para que la guardia de Niñez intervenga.
“Lo más importante es que podamos intervenir porque esto es grave. Tenemos muchos programas de prevención para trabajar estas cuestiones”, aseguró al mismo tiempo que pidió no generalizar ni estigmatizar a la juventud por los casos detectados.
Para Martínez Zara, en muchos casos estos chicos “no se sienten identificados con el modelo social que para la mayoría es normal y solo aparecen como víctimas o victimarios, tratando de mostrar imágenes para agradar en especial a su entorno social”.
Del jefe de la policía bahiense
“Como en el Lejano Oeste”
Para el jefe de la policía de Bahía Blanca, comisario inspector Rubén Gab, detectar a menores en la vía pública portando armas de fuego no es tan habitual, aunque tampoco resulta una situación extraña. Mucho menos que algunos delincuentes den a conocer sus actos por las redes sociales o se muestren armados con el fin de intimidar.
“Hay causas que se resuelven porque algunos personajes suben a Facebook imágenes que los vinculan en un delito y nos han ayudado como elemento de prueba. Para el resto de la sociedad son imágenes violentas, pero ellos están acostumbrados”, agregó.
Sobre las imágenes de esta nota sostuvo que “muchos delitos los cometen menores; no es extraño que algunos intenten mostrarse como en el Lejano Oeste. Quizá crean que las fotos les dan un perfil elevado en su ámbito social”, opinó.
Dos incidentes y una vinculación
En el barrio Noroeste, con poco tiempo de diferencia, se registraron en los últimos días dos incidentes armados que terminaron con heridos y se supone que ambos tienen vinculación con una pelea entre bandas juveniles que utilizan esta particular modalidad a través de la red social.
El 17 de enero, un chico de 15 años recibió un disparo en la zona lumbar y Julio César Fernández (33) también terminó herido de bala, aunque en una pierna. Fue en la plaza de Chaco y Charlone. Los atacantes se movilizaban en una moto.
Días después, en el mismo lugar, se produjo un hecho similar, que tuvo por víctimas a Héctor Ramos (19) y Gastón Figueroa (25). Por este caso fue arrestado Mauricio Chiavetta.
Vecinos de esa zona reconocieron que los enfrentamientos suelen ser frecuentes en el lugar.
El comisario inspector Rubén Gab, jefe de la Policía Distrital, no descartó la influencia de mayores en estas conductas. “Tanto ellos como lo menores saben que los procedimientos de la Justicia son mucho más benévolos para los más chicos y abusan de esa situación. Es una situación que existe y que lamentablemente va a seguir existiendo”, aseguró
Fuente La Nueva