Guatrachenses por el Mundo: Leandro Cippitelli desde Capital Federal.

Porteño de Nacimiento, Guatrachense por Adopción
Nació un 25 de noviembre de 1981 en el Sanatorio Mitre,  pleno corazón de la Capital Federal;…..tenía 5 años cuando cansados de los constantes robos en su negocio y para salvaguardar la integridad de la familia, sus padres deciden emigrar a Neuquén. Pero la idea no prosperó; la escasez de trabajo que había en esa zona llevó a que finalmente –y porque aquí tenían familiares-, optaran por Guatraché.

Familiero
Leandro demuestra ser de los tipos a los que bien les cabe el dicho: “La familia es lo único que se adapta a nuestras necesidades”. En cierta manera hasta emociona cuando habla de sus padres, hermanos y sobrinos: “Mi familia se compone de mis viejos Alicia y Rubén, y mis hermanos Evangelina y Braulio, este último nacido en Guatraché al igual que mi mamá”, y agrega: ”actualmente estoy conviviendo con mi novia Marcela ¡hace casi 3 años por lo que la palabra “novia” queda un poco chica!”, admite. “Además, soy un feliz tío de Santino e Ignacio –en camino por lo que aún no lo conozco-, los dos, hijos de Braulio, y Dylan y Nahir, –del que junto con su novia son padrinos-, que son los nenes de mis cuñados, además de Maira, también en camino, de mis otros cuñados.”

Memorias
A pesar del tiempo transcurrido, regresa de adulto a aquella infancia-adolescencia guatrachense.”lo que más extraño es el tiempo libre que tenía, si bien tiene que ver más que nada con el rango de edad en el que estuve allá”,… “Las vueltas al perro por la avenida con amigos, haga calor o un frío que raje la tierra”. “Las salidas a la Laguna en bicicleta, que más de una vez una espina de caldén me pinchó la rueda y tocó volver a pie… ”,….“La tranquilidad y el clima es otra cosa que todo el que está en una ciudad echa de menos,….y miles de cosas que cuando uno quiere acordarse se le escapan, pero allí están, abrigando la memoria”.
“De chico jugué un tiempo en Pampero –el club que siempre preferí“, aclara,  “pero el fútbol no es lo mío“, reconoce.
También llega el turno de los amigos y familiares que quedaron: “Allá aún tengo a mi tía Celia, mis primas y otros familiares lejanos. De mis amigos y compañeros de estudios quedaron algunos en el pueblo como Osvaldo Mangas. Los demás me fui enterando por las redes sociales que han emigrado también y con algunos tengo contacto permanente, como Santiago Colombo (Neuquén) y Rober Fuhr (Buenos Aires)”.
Una anécdota recupera de su memoria, al nombrar a sus amigos: “Recuerdo los juegos en red con Santiago Colombo cuando lejos de llegar al pueblo, Internet y las nuevas tecnologías, juntábamos las computadoras en una casa para conectarlas con un cable serial”. “Era todo re lento !!!, tanto que cuando uno tiraba un tiro, al otro le daba tiempo de esquivarlo”, destaca entre risas Leandro, “¡¡¡ y que ni se te ocurriese usar la ametralladora,…. se plantaba todo…!!!!”.

Lo Aprendido
Habiendo cursado la primaria en la escuela n° 60, completó la secundaria en su “querido“ I.J.B.A, de donde integra la Promoción 1999.

“Al terminar los estudios decidí ir unos meses a Pinamar donde ya estaban viviendo mis hermanos y papá –separado de mi vieja hacía unos años-“,…. “Conseguí trabajo, y como la mitad de mi familia –tías y primos– vivía también ahí,  me instalé, y sólo volví de visita al pueblo. ¡O sea que no hubo un motivo para irme, sino que no había motivo para volver!”, sonríe.

Persiguiendo un Sueño
También imaginativo, perseverante e inquieto, que no alocado, porque los horarios se los pone el solo, Leandro Cippitelli no pasa mucho tiempo en el mismo nido –lease trabajo-. Entonces, nos cuenta con lujo de detalles:  “Estando en Guatraché trabajé en la atención al público del negocio de mi viejo desde muy chico, participé activamente en el Ecoclub (¡seguro alguien se acuerda de lo que era! no se le puede llamar trabajo pero era un miembro activo….)”, se ríe,…” y luego di algunas clases particulares de computación”.“Ya en Pinamar y con edad más laboral trabajé de muchas cosas diferentes hasta que decidí empezar a ejercer en lo que me gusta, que es la informática. Estuve 4 años en un cyber en pleno centro realizando la atención al público y el sistema/mantenimiento de las máquinas. En esa época realicé mi primer curso de programación en el IAC como Programador en Visual Basic”.
De mas jóven, en su vocación por la computación se había cruzado con un amigo con el cual compartian esa pasión, Santiago Colombo, potenciando ese interés tan suyo por los megas, gigas, chips, bytes y demas yerbas computadoriles.

La Oportunidad 
“A comienzos del 2007 decidí venir a Buenos Aires para comenzar mis estudios y mejorar mis posibilidades laborales. Mi primer trabajo corporativo fue en el sector de mesa de ayuda de Hewlett Packard siendo operador de soporte técnico telefónico (para empresas como Molinos Río de la Plata, Televisa, Ternium, Pepsico, entre otras). Luego de un año y medio buscando nuevos horizontes decidí buscar un cambio e ingresé en el área de soporte técnico de Microsoft. Comencé desempeñando soporte por correo a usuarios de España y a los 6 meses me eligieron para una nueva iniciativa de soporte en los flamantes foros Microsoft Answers® en español (http://support.microsoft.com), donde soy moderador con casi un año en el puesto. Actualmente estoy finalizando un curso de Programador Java para ampliar mi curriculum y en un futuro migrar al desarrollo de programas”, se entusiasma.

El Futuro
“Me gusta Buenos Aires porque se tiene relativamente cerca todo lo que uno necesita, el disponer de muchas fuentes de trabajo diferentes con empresas, y la variedad de entretenimientos que ofrece“, describe entusiasta Leandro, “pero Guatraché tiene lo suyo”, aclara por si las dudas: “lo bueno es el conocer a todos y la confianza que esto genera, el poder llegar a cualquier parte caminando y la distención general que se respira“.

Un Pedido
“Quiero aprovechar la nota para solicitar a quien tenga música de esa que cantábamos en los actos de la escuela 60, como por ejemplo ´La pampa canta, y el cielo va en su voz…´ –no recuerdo bien la letra-, Amarcanto, los clásicos alemanes –en esto al menos los nombres de canciones o grupos– y ese tipo de melodías que sólo se consiguen por aquella zona, deje un mensaje para poder compartirla conmigo. La nostalgia se acrecienta cuando uno se empieza a poner viejo…”, ruega a manera de despedida.

Sus sobrinos son su pasión; la computación, su afición. Y su novia Marcela, –enfermera neonatóloga– la que mejor conoce sus premeditados sueños. Ese es Leandro Cippitelli. Un Guatrachense en Microsoft.

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