Doblas: Se llevaron hasta los chorizos de un aljibe.


En menos de una semana en Doblas desvalijaron dos campos, y todavía no hay pistas firmes sobre los posibles autores de los robos.

El primero ocurrió el domingo 28 de noviembre en el predio “Los Alfalfares”, de Carolina Soledad Flach, en pleno día, y el segundo el sábado pasado a la madrugada en el establecimiento “Santa Catalina”, de César Aníbal Sottovía.
Fuentes policiales indicaron ayer que la Brigada de Investigaciones, la Seccional Primera y la subcomisaría de Doblas están investigando ambos hechos, y que aunque en un primer momento surgieron indicios de que los ladrones podrían ser de Santa Rosa, hasta ahora no se avanzó con firmeza en ninguna hipótesis. Sí se cree que existió un entregador local.
Jorge Alberto González, esposo de Flach, confirmó que los malvivientes ingresaron a “Los Alfalfares” entre las 11 y las 23, cuando un cazador amigo llegó al campo y le avisó que la casa estaba abierta y desordenada. Ese día en Doblas se vivió un acontecimiento deportivo inédito que reunió mucha gente: el equipo de fútbol, Independiente, jugó la semifinal del torneo Provincial frente a Matienzo de Ingeniero Luiggi.
E
l inmueble está ubicado a 16 kilómetros del pueblo, dos al norte de la ruta provincial 18. González detalló que los ladrones destrozaron la puerta de ingreso y se llevaron dos televisores, un LCD de 32 pulgadas y otro de 21 pulgadas, un microondas, ollas, “un fusil Mauser con papeles”, un celular y un anillo familiar de significativo valor. “Rompieron todo. Buscaban dinero, pero no había un peso”, indicó el damnificado.
A su vez de un galpón aledaño hurtaron dos motosierras (“una la había terminado de pagar hace poco”), un juego completo de llaves Bahco y bebidas. “La policía aún no nos informó nada. ¿Huellas? De vehículos, no; pero de personas, sí. Habían por todos lados, en el placar, en el modular y en otros lugares”, concluyó González.

¿Cómo sabían?
Por su parte, Silvio Coller, familiar de Sottovía, relató lo ocurrido en “Santa Catalina”, donde los cacos también arrasaron con todo lo que encontraron, aunque tampoco hallaron plata. “Cortaron la cadena de la tranquera, rompieron la puerta de la casa y no dejaron nada. Se llevaron armas, chacinados, cuchillos, reflectores, llaves, un compresor, una máquina con motor de cortar carne…”
E
l campo donde entraron los desconocidos es de fácil acceso. Se sitúa a 11 kilómetros al noreste de Doblas y está sobre un camino vecinal. Por lo que explicó Coller, los ladrones se tomaron todo el tiempo necesario en plena madrugada.
“La factura estaba en un aljibe de cuatro metros. Se metieron con una escalera y se llevaron 40 kilos de chorizos que estaban en grasa en una olla, cuatro jamones, cinco bondiolas y pancetas -acotó-. ¿Las armas? Dos escopetas, un fusil, una carabina, un revólver, una pistola y un aire comprimido. Y cuchillos no dejaron ninguno”.
E
n este caso, personal de Criminalística, que viajó desde Santa Rosa, tomó no sólo huellas de manos sino también levantó rastros de una camioneta. Coller dijo que hubo un grupo de jóvenes que vio cerca de la zona a un vehículo de esas características cubierto con una lona, pero indicó que no existen certezas de que pudiera ser el que usaron los intrusos.

(La Arena)

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