Dilemas de la oposición en La Pampa


Dilemas de la oposición en La Pampa

La UCR pampeana y la instalación del “votante complejo”
Las PASO pusieron a la boleta de la UCR en las generales de octubre, pero con una performance muy baja. Cuáles son las posibilidades que se abren para el radicalismo y para Torroba y su situación en el marco nacional.

Norberto G. Asquini

La oposición en la Argentina es quien ha sufrido más la crisis del sistema de partidos. Y la que es la principal fuerza de ese arco, el radicalismo, ha quedado sumida en una situación muy delicada. Nada salió como pensaban los dirigentes que impusieron en la convención de Gualeguaychú la alianza con el PRO, salvo lo de conservar cargos en el Congreso. El frente con Mauricio Macri dejó a la UCR sin candidato presidencial en las generales y salvo en Mendoza, no consiguió las gobernaciones que pensaban obtener fruto de esa sociedad.

En ese marco, La Pampa parece Tucumán para la UCR. Más allá de la cuestión de las dudosas denuncias por fraude, el candidato tucumano José Cano parecía tener muchas chances para ganarle al FpV y había reunido a toda la oposición en una alianza, hasta a los massistas. Pero el peronismo dio el golpe de realidad a través de las urnas. En nuestra provincia también hay un candidato que demostró ser competitivo en una legislativa y al que se apostó para afrontar esta elección como candidato a gobernador, Francisco Torroba. Y que también consiguió que la mayoría del arco opositor cerrara filas detrás de esa postulación, de derecha a izquierda. Pero la alianza, Propuesta Frepam, debe afrontar al peronismo, ahora unido después de la interna.

Perder terreno o ganarlo.

¿Cuál es el radicalismo pampeano? ¿El de los 69 mil votos que logró Torroba en 2013 para diputado nacional o el de las últimas primarias del 9 de agosto en las que Juan Carlos Marino alcanzó 38 mil sufragios para postularse para senador? No son comparables ambos comicios, pero se pueden sacar algunas conclusiones.

La UCR pampeana continúa siendo el principal partido de la oposición en La Pampa, pero a pesar de que muchos sectores internos impulsan volver a las tradicional Lista 3, hoy le es muy difícil afrontar una elección a gobernador de manera competitiva si no es en el marco de un frente. Las primarias así lo demostraron. A nivel nacional, los votantes confían en los radicales la responsabilidad de controlar, pero no la de gestionar. En La Pampa, la UCR y sus aliados tienen buenas performances en las legislativas, pero decaen en las ejecutivas.

Como ocurre a nivel nacional, ha ido perdiendo posiciones elección tras elección. Esta vez confían en la figura de Torroba para enfrentar la continuidad de 32 años de oficialismo justicialista. Es la apuesta a la personalización de la política que sume adhesiones frente a la pérdida de apoyos. El mejor candidato que se tiene para el votante opositor, pero con un perfil que no cierra para todos hacia adentro del radicalismo y de Propuesta Frepam por sus manejos internos. Y que no despierta muchas pasiones.

Voto a voto.

Las primarias del 9 de agosto mostraron los desafíos que tiene la UCR hacia las generales del 25 de octubre. Dieron apenas un indicio, pero sirven para algunas conclusiones. Los votos del peronismo en el FpV en cargos para el Congreso sumaron el 47,2% del total sobre los de la oposición de Pro-Frepam (UCR + PRO) con el 38,2%. En octubre se considera que va a haber cambios porque el candidato será Torroba, que tiene más adhesiones, pero enfrente estará Verna y un peronismo que en su interna sumó 102 mil votos.

La performance de la lista nacional en las primarias de la UCR fue muy floja. A nivel presidencial, Ernesto Sanz puede estar “contento” con La Pampa. Si en todo el país logró apenas el 11,4% en la interna de Cambiemos -el 3,4% del total de positivos-, en la provincia alcanzó el 17,3% -el 6,4% del total de positivos-. Unos 12 mil votos que muestran un votante fiel, pero no toda la estructura de la UCR. Muchos radicales, como ocurrió en otras oportunidades, votaron por Macri, y otros candidatos.

Pero la confrontación entre la UCR y el PRO para los cargos en el Congreso mostraron otras cuestiones. Por un lado, el crecimiento de Javier “Colo” Mac Allister. Fue solo -la única fotografía en la lista local era la suya-, con una boleta presidencial de Macri compartida con Marino y sin el votante peronista que se volcó a la interna de su partido. Lo separaron de Marino, senador en dos oportunidades y ex candidato a gobernador, apenas 4.434 sufragios. Fueron 38 mil sufragios a 34 mil. Pero ganó en Santa Rosa y General Pico, las dos principales ciudades.

El votante “complejo”.

Quedó de manifiesto la baja performance del radicalismo. Muy pobre, apenas superada por coyunturas muy malas como en 1995 tras el Pacto de Olivos donde alcanzó 34 mil votos para diputados nacionales o en 2001, en la debacle de la Alianza, con 29 mil para senadores.

Hubo varias interpretaciones sobre esto. Por un lado, el “votante complejo”, tendencia que muestran las últimas elecciones. El politólogo Facundo Matos analiza que las PASO pusieron en evidencia el peso del arrastre de la boleta presidencial, y también la preparación del electorado a la hora de diferenciar elecciones nacionales de las provinciales. Los votantes argentinos están muy informados y saben que demandan distintas cosas para cargos legislativos que ejecutivos, para el Estado nacional que para el provincial.

En ese marco, hubo un votante que siguió a la figura novedosa y popular de Mac Allister, y también el que votó a Macri para presidente y que consideró, y supo discernir, que el ex futbolista era el referente de Macri en La Pampa. O que consideró que Macri y su lista local tenían más perfil opositor que sus aliados radicales.

El “votante complejo” también se observó en el FpV. Hubo un voto de apoyo al gobierno nacional de Cristina Fernández con la boleta kirchnerista, y que ganó en Santa Rosa y Toay al peronismo tradicional. La lista vernista-marinista la superó ampliamente en la provincia por el 58,1% al 41,8%, pero el kirchnerismo logró 37 mil votos, muchos más de lo que pensaban sus opositores. Daniel Scioli sacó 10 mil votos menos que en la interna local del FpV, seguramente “cortado” por quienes desde el vernismo-marinismo se sintieron molestos por el apoyo que tuvo hacia el gobierno de Oscar Jorge en la interna. Y la boleta de UNA, las de Massa y De la Sota sumadas, logró 11 mil votos más que sus representantes locales. El ciudadano pampeano, como ocurre en otros lugares, es cada vez más sofisticado y sabe discernir lo que demanda en cada oportunidad electoral, indica Matos.

¿Qué pasó?

En el radicalismo la estructura del interior pesó para dar vuelta los números de Mac Allister en las dos principales ciudades, pero no hubo todo el compromiso esperado por parte de la dirigencia. Algunos referentes prefirieron no acompañar en la campaña y dejar liberados a los afiliados y simpatizantes de su sector en una elección para cargos legislativos en la que sus votantes estaban divididos entre Marino y Mac Allister. No quisieron heridos a futuro, solo por una primaria. Hubo quienes, como los azules en Santa Rosa, le “sacaron el cuerpo”. También especulación en algunas localidades pensando en competir por las intendencias en octubre, y también algo del infaltable internismo radical donde los dos principales cargos en juego iban a quedar, nuevamente, en manos de postulantes de la Línea Blanca. Por supuesto, también pesó seguramente el desgaste de dos legisladores radicales que se presentaban por la reelección a sus bancas, Marino y Daniel Kroneberger, y que ya llevan dos períodos en el Congreso.

Hacia adelante.

Se puede agregar al análisis que una elección legislativa no es lo mismo que una primaria, y que Marino no es lo mismo que Torroba, por las expectativas que ha generado su postulación. Pero hay cuestiones que hacen al todo de un frente opositor. Torroba debe capitalizar para octubre y superar los 72 mil votos que lograron en las PASO las dos boletas de Propuesta Frepam para enfrentar con chances al PJ. Un desenlace que parece por ahora complicado para la oposición. Recién entonces, se podrá juzgar con los resultados en mano los beneficios y las desventajas que trajo aparejada la alianza tejida en La Pampa entre el Frepam y Propuesta Federal, entre la UCR y el PRO, como ocurrió a nivel nacional.

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