¿Dedo, rosca o interna? Como cierran las listas en la política pampeana


¿Dedo, rosca o interna?  Como cierran las listas  en la política pampeana

Norberto G. Asquini

Son momentos de acuerdos y de lanzar las principales postulaciones en la política pampeana de cara a las elecciones de 2019. Hay quienes cierren por consensos y hay quienes pretenden definir candidaturas por internas. Cómo se van dando en el PJ y Cambiemos las dos estrategias.

Las estrategias en el PJ

Hay dos maneras de ver la política: la macro, la provincial, la de los principales cargos; y la micro, la local, la circunscripta a lo municipal. En tiempos electorales, los acuerdos provinciales terminan bajando línea a la política de cada pueblo porque “ordenan” las candidaturas hacia abajo, pero no siempre es así.

¿Cómo se ordena la política? Por el dedo, la rosca o la interna. Las tres estrategias que dominan las conversaciones en el actual escenario pampeano. ¿Hay alguna más democrática que la otra? Todas son prácticas del mismo sistema, algunas más directas, otras indirectas.

El PJ definió sus principales candidatos por el dedo del gobernador Carlos Verna. Frente a la no reelección por enfermedad del dirigente central de la política provincial, la sucesión fue una decisión que tomó de manera personal para evitar divisiones y enfrentamientos. También definió al vice, pese a que esta sugerencia mucho no gustó al marinismo. Se evitó así una interna que podría haber hecho tambalear al gobierno provincial en 2019.

Los acuerdos, la rosca, sellaron la lista de consenso interna en el PJ y del frente electoral con los partidos afines. La lista de diputados tiene los casilleros llenos, faltan algunos nombres. Cada uno recibió lo suyo: el jorgismo encabeza, si bien la decisión de que ese lugar sea para el intendente toayense Ariel Rojas no fue bien recibida por toda la línea, y están el marinismo y el robledismo, el kirchnerismo de La Cámpora y el massismo de Darío Hernández. Hay lugares para algunos partidos peronistas o filoperonistas como Nuevo Encuentro y otros que se sumarán al acuerdo desde otros lugares como el humanismo o Patria Grande.

Pero no siempre el cierre de una coalición queda atado, ante la multiplicidad de demandas. Vamos a la política local. En la mayoría de las localidades repetirá el actual intendente o presidente de Comisión de Fomento del PJ. En otras, donde el peso de una línea es hegemónico, hubo dedo detrás de un solo candidato como General Pico con Fernanda Alonso. El gran acuerdo se derrama en los pueblos, pero no llega a cerrar en todos. En Victorica, después de mucho tiempo, se unieron las líneas detrás de una fórmula. En Telén se encolumnan detrás de un intendente con impronta propia como Saúl Echeveste. En Lonquimay donde el intendente deja el cargo, habrá internas, pero también en 25 de Mayo. En otras localidades se liberó la competencia buscando que gane el candidato respaldado por el gobierno provincial. Ocurre en Santa Rosa, donde 9 sectores retiraron avales para su lista, y en Toay donde lo hicieron hasta el momento 3. La capital provincial todavía arrastra y desde hace más de una década la fragmentación y dispersión del peronismo, consecuencia de la división provincial y las pobres gestiones locales.

Hay varios pedidos de avales para enfrentar a jefes comunales del PJ que van por la reelección, pero también es una realidad que es una estrategia para poder negociar mejor cargos provinciales o locales antes del cierre del 20 de diciembre.

Cambiemos: la interna a flor de piel

Donde las estrategias se cruzan y las internas están latentes es en Cambiemos. Ya está allanado el camino para que la coalición opositora al PJ use esa marca en La Pampa. Todo parece encaminado a una interna en lo provincial entre el PRO y la UCR. Los radicales finalmente usaron la rosca para evitar la interna propia. Fue más por necesidad que por convicción, ya que así evitan ir divididos frente a Carlos Mac Allister y quedar presos de una estrategia que los debilita. Muchos critican lo poco democrático de la definición: se decidió por una encuesta entre los tres precandidatos lanzados, y los convencionales no pudieron ni participar de la decisión. Los acuerdos de cúpula se imponen a las demandas de las bases. No fueron pocos los convencionales que se fueron enojados el sábado por esta situación: fueron convocados solamente para escuchar lo que se definirá entre tres. Hubo voces reclamando la renovación y pidiendo que Martín Berhongaray hubiera sido parte. El diputado no jugó cuando tuvo que hacerlo y ahora le quedó como última instancia pedir algún lugar a través de los medios. Párrafo aparte para Francisco Torroba y su recuperación: terminó tercero en la interna de 2017 y hoy es el más que más aprobación tiene de los tres candidatos.

Hacia abajo, en las localidades, hay de todo un poco. Los acuerdos entre UCR y PRO para evitar internas en localidades donde hay intendentes radicales (Realicó) o no (Quemú Quemú) a pesar de que haya en la provincia. Están quienes resisten el nombre Cambiemos por ser la marca del modelo nacional (Guatraché) y quienes quieren ir a internas contra el PRO (Eduardo Castex). O los que esperan a lo qué pasará a nivel provincial para definir lo local (General Acha).

En el PRO todo ha sido muy distinto. Fuera de la tradicional rosca radical, las decisiones son más verticalistas. Eso ordena hacia abajo, aunque haya quienes queden molestos. Mac Allister está armando las listas y viendo dónde se harán acuerdos y dónde se presentarán internas. No toman en cuenta desde el sector la encuesta de los radicales: los sondeos muestran preferencias, pero no definen elecciones. Afirma un consultado que lo mismo pasó en 2017 cuando estaba tercera la lista del PRO y terminó ganándole a las dos listas radicales. Saben que en una interna, y sobre todo no obligatoria, “es todo puro aparato”. ¿Se impondrá la territorialidad radical o los recursos del PRO?

 

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