En su edición del día jueves 27 de julio, “la nueva.com” publica ésta entrevista a la guatrachense Agostina Berrojalbiz donde la presentan como “La Otra Pampita”, en referencia a la modelo pampeana Carolina “Pampita” Ardohain.
Una selección realizada en Bahía Blanca por la agencia Civiles le abrió las puertas para tomar parte del programa de TV “Sedal Proyecto Co Creations”, con la conducción de Valeria Mazza. Luego, fue tapa, nada menos, que de la revista “ELLE”. Y va por más…
Alta, delgadísima, cabello rubio y abundante, boca prominente, ojos claros, pómulos altos…
Si de belleza se trata, Agostina Berrojalbiz, 20 años, 1,73 metros, nacida y criada en la pampeana ciudad de Guatraché, aprobó… y con mucho resto.
Sin embargo posee algo más que la distingue del resto de las cada vez más chicas que intentan llegar a ser alguien en el mundo fashion.
Y es que “Agos” es simple, si por simple se entiende sana, ingenua, buena gente, confiada, “cero” histérica y nada de mujer “creída”.
Dicho en otras palabras, tiene la simpleza que sólo trae en su esencia la gente del interior.
Habla mucho, rápido. Se suelta casi de inmediato, se ríe y enseguida trae a la memoria anécdotas que la pintan de cuerpo entero, como cuando en un scouting, en Buenos Aires, saludó con un beso a todo el mundo, incluso al personal de servicio, mientras el resto de las postulantes la miraba como bicho raro.
“Es que a mí no me gusta que cuando alguien llega donde estoy no me salude con un beso; me siento mal, ignorada. No quiero hacer lo mismo“, se defiende, y se ríe de sí misma.
Tal vez esa actitud espontánea jugó a favor cuando, en el Bahía Blanca Plaza Shopping, se eligió a un reducido grupo de modelos para formar parte de la agencia Civiles, que dirige Piki Courtois.
Todo se le dio rápidamente y con efecto dominó. Porque unas horas antes, y a título de “gauchada“, desfiló con prendas creadas por su amiga, Melina Rodríguez —también guatrachense y estudiante de diseño de indumentaria— en el Cine-teatro Rossini.
Allí la vio alguien que buscaba chicas para Civiles y la convocaron.
“Me dieron un folleto, otro más de los tantos que me han dado desde que soy chica, para que me presente en distintos desfiles. Pero no me interesaba. Además, se desarrollaba al día siguiente y no tenía ni una sola foto, uno de los requisitos que pedían“, evoca.
Dice que fue su novio quien la estimuló. “Total, no perdés nada“, aconsejó.
Entonces fueron a un estudio de fotos y, sin muchos conocimientos, posó para las cinco mínimas imágenes que solicitaban.
Al shopping llegó última, sobre la hora, con cara de recién levantada y en ojotas, tal como lo recuerda. Por eso su planilla quedó primera. De inmediato se encontró abriendo la pasarela y contando algo de su vida.
“¡Menos mal que no me tocó desfilar después que el resto! –señala, enfática–. Las chicas eran hermosas, pero además estaban súper producidas y llevaban books de lujo. Yo puse mis cinco `fotitos’ en un sobre… y listo“.
Como quiera que sea, ese “combo” le dio suerte.
Porque, al poco tiempo, sonó el teléfono en su departamento de calle 11 de abril, en Bahía Blanca —donde estudia el Profesorado de Educación Física— y no daba crédito a lo escuchaba: le decían que formaba parte del programa de TV “Sedal Proyecto Co Creations“, un reality que se emitió los sábados a la medianoche, al término de Zapping, por Telefé y con la conducción, nada menos, que de Valeria Mazza.
El espacio, que ya llegó a su fin, tuvo como objetivo encontrar a la gran promesa del estilismo latinoamericano; un profesional capaz de crear looks únicos, además de trabajar en equipo y concebir a la moda como parte de algo que va, incluso, más allá del pelo.
Participaron siete peluqueros emergentes de Argentina, Chile, Perú, Colombia y México, quienes fueron seleccionados luego de un exigente casting, y debieron cumplir siete misiones propuestas por los expertos en pelo que trabajan junto a Sedal en la co-creación de su línea de productos: Ouidad, Yuko Yamashita, Thomas Taw, Rita Hazan, Teddy Charles, Jamal Hammadi y la Dra. Francesca Fusco.
La primera misión fue ganada por el estilista mexicano Juan Pablo Villela Elizondo a quien ella acompañó como participante.
¿El premio? La foto de la producción realizada a Agostina en la tapa de la prestigiosa revista “ELLE“, en su edición mexicana.
Esa revista también se distribuye en todo el territorio de los Estados Unidos y los países de América Central.
“Fue una experiencia muy linda, sobre todo porque comencé a conocer este mundo que no es nada fácil y donde el derecho de piso, definitivamente, hay que pagarlo“, define, categórica.
Claro que hubo mucho por contar. Por caso, conoció y hasta compartió horas de trabajo con Valeria Mazza, según dice, su ídola.
“Es hermosa, altísima y sencilla. Jamás marcó diferencias con nosotras. Incluso, pude decirle que me parecía increíble estar a su lado“, recuerda.
Su participación en el programa le fue abriendo otras puertas, como ser convocada para Miss Argentina representando a La Pampa, y luego para la publicidad gráfica del chocolate londinense de la firma Nestlé “Milky bar“.
Pero “Agos” no pierde su rumbo.
“En mi pueblo la palabra vale. Los valores son distintos. Con esto no quiero decir que no deseo avanzar en esta carrera, pero asumo que es difícil y, por otro lado, pienso que para ser alguien en esta profesión debería radicarme en Buenos Aires“, señala.
“Al menos eso es lo que pretende la agencia, pues es muy diferente que un cliente te vea en persona que a través de fotos“, completa.
Además, asegura tener muy en claro que, tarde o temprano, quiere su título.
“La carrera de Educación Física no es fácil. Cuando tenía que viajar por el programa de TV trastabillé varias veces porque no sólo nos exigen en la parte teórica, sino que también debemos cumplir con lo físico“, cuenta.
Infancia feliz…
como en todo pueblo
Hija de Daniel Berrojalbiz –trabaja en la cooperativa eléctrica de Guatraché— y de Mariela Martín —oriunda de Darregueira, se desempeña en una escuela especial— Agostina tiene un hermano, Rodrigo, de 22 años, estudiante de Administración Financiera en el Instituto Juan XXIII de Bahía Blanca.
“Mi infancia fue como la de toda chica de pueblo, linda y sencilla, porque Guatraché es un lugar muy chico, donde todos nos conocemos y no hay que preocuparse, por ejemplo, por cosas como la inseguridad. Mis amigas de toda la vida están allá“, relata, aunque confiesa que su adaptación en Bahía Blanca fue más rápida de lo que esperaba.
Recuerda que en todos lados, y desde muy pequeña, le sugerían que debía ser modelo, pero que sus intereses eran diferentes.
“Hasta me molestaba…¡Siempre lo mismo!”, repite.
“¿En Guatraché? Cuando voy suelo quedarme en casa porque disfruto estar en familia; de hecho, también visito a mis abuelos, amigas y tíos. Y cuando quiero acordarme, tengo que volver a Bahía”, confiesa.
Desde hace dos años Agostina está de novia con el bahiense Ramiro Fernández, estudiante de Administración de Empresas en la Universidad Nacional del Sur, quien, cuenta, siempre la ayuda para que pueda insertarse en la carrera de modelo.
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