Una visita inesperada en Jacinto Aráuz: Guillermo Aimar une Alaska y Ushuaia en bicicleta.


Guillermo Aimar, el ciclista que intenta unir Ushuaia con Alaska pasó por esta localidad y, siguiendo con la premisa que tiene este viaje –lograr que los chicos comprendan mejor el mundo–, visitó la Escuela Nº 33 General Manuel Belgrano y dialogó con los alumnos de primero a sexto grado.

 Luego de contarles quien era y por qué estaba en Jacinto Aráuz les indicó en un mapa del América del Sur cual sería su recorrido. Los chicos, al principio con cierta vergüenza y después soltándose de a poco, le fueron preguntando distintos cosas, como dónde había comprado la bicicleta o cuánto le había salido, hasta como hacía para ir al baño o como conseguía el agua.
Aimar contó sobre qué medidas de seguridad tenía para hacer menos peligrosa la travesía, como conseguía que lo vieran los vehículos cuando transitaba por las rutas, cómo estaba equipada su bicicleta y cuánta ropa llevaba.
Comentó también que viajaba sin una ruta prefijada, sin mapas ni dispositivo de GPS, y que decidía durante la marcha qué ruta tomar.
“Dejé el trabajo que tenía para cumplir mi sueño. Es importante que en la vida hagan lo que les gusta; por ejemplo, si les gusta tocar la guitarra, traten de aprender a tocarla y disfruten. Igual, durante el viaje iré parando en distintas partes para trabajar por unos días y así poder mantenerme por otro tiempo”, remarcó.
Dijo que recorría alrededor de 200 kilómetros por día y que, según el viento, alcanzaba distintas velocidades.
“Por ejemplo, viniendo de Bahía Blanca hacia acá no podía superar los 10 kilómetros por hora del viento que tenía de frente”, sostuvo.
Su viaje puede seguirse a través de la página de Facebook Proyecto Ushuaia Alaska, donde va publicando sus experiencias y fotos de la travesía.
(La Nueva) 

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