Por Mario Alejandro Higonet
El 24 de marzo de 1976 está instalado desde hace unos años recientes en el calendario oficial de nuestra historiografía argentina, como el “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia” de acuerdo a la ley 25633 –año 2002- aprobada desde el Congreso con el fin de recordar las víctimas de aquel oscuro suceso histórico. Fue discutida la aplicación del día no laborable y no festivo, cuya implementación la resolvió tres años después el Ejecutivo con un argumentado de “ningún docente puede ignorar el hecho”; además contó con el respaldo de las organizaciones de derechos humanos Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.
Esa fecha mencionada hace referencia al día cuando se produjo el último Golpe de Estado, las fuerzas armadas encabezadas por el general Videla destituyeron a un frágil gobierno de opacas figuras peronistas, introducidas en una democracia inestable con fuertes internas. El suceso había sido planificado en octubre del pasado año, fue titulado Proceso de Reorganización Nacional y era la continuidad de un plan ideológico sustentado por el gran imperio norteamericano, denominado Doctrina de seguridad nacional cuya excusa era frenar “la izquierda“. No quiero olvidar había muchos argentinos reclamando paz y seguridad, por lo que respaldaron ese golpe cuyos caracteres fueron violentos a la vez que oscuros.
Estos párrafos coinciden con la historia oficial donde son expresadas versiones generales, muchas de ellas ciertas y reconocidas en ámbitos educativos cuyo propósito es construir una memoria colectiva general. En el titulado menciono “una memoria seleccionada”, porque quiero exponer a veces esos hechos no coinciden con nuestro pensamiento y suelen ser omitidos por la memoria particular, a modo de aclaración expreso que muchos acontecimientos no suelen darse a conocer porque es necesario mantener el orden, y en otras oportunidades la selección de ellos obedece a los objetivos del gobierno.
Hemos sido notificados en distintos periodos y con diversos climas políticos de algunos sucesos mientras que otros fueron ocultados porque no les era conveniente a quienes ejercían el poder, al cobijo del Estado. Un ejemplo hoy conocido fue el accionar de las Madres de muchos Desaparecidos, en ese momento denominados Subversivos jóvenes con accionar “terroristas” y considerados enemigos del gobierno, lo que justificaba sus violentos operativos con centros clandestinos de detención, tortura, ejecución y desaparición. Las madres no podían obtener información sobre sus destinos por ello con coraje y pañuelos blancos se reunían en la Plaza de Mayo reclamando saber de ellos. Mientras tanto muchos de nosotros no sabíamos de su accionar merced al recurso censura, era reconocido años después y también utilizado como un símbolo, con argumentos de respaldo político.
Reitero que la Memoria suele tener un carácter selectivo por lo que prefiere olvidar ciertos hechos mientras recuerda a otros, algo similar ocurre con la historia oficial por ello reitero que algunos sucesos no aparecen ilustrados y otros son elegidos como oficiales para la construcción de una identidad nacional.