Bahía Blanca: Homenajearon a tres víctimas de la Triple A, asesinadas cerca de Villa Iris.

“resulta imperioso ante la proximidad de la iniciación de las clases, depurar la estructura curricular de la UNS de todo lo tendencioso, unilateral y partidista, de todo lo reñido con las exigencias elementales del acto de enseñar y de aprender, así como de todo lo que pueda atentar contra la seguridad del país, su paz interior – de hoy y sobre todo del mañana- y la armoniosa convivencia”

Estas palabras fueron pronunciadas el 2 de Marzo de 1975 por el ex rector interventor: Remus Tetu al asumir su cargo; esa “depuración” a la que se refería desató una serie de crímenes políticos al considerar que era necesario extirpar a los “elementos subversivos”. Meses más tarde la Triple A asesinaba a José Surace, Julio García y Gabriel Ganuza, alumnos de Geología de la Universidad Nacional del Sur.

Ya en mayo de 1974 la asunción de Oscar Ivanissevich, representante de los sectores ortodoxos del peronismo, al frente del Ministerio de Cultura y Educación significó el comienzo de la política autoritaria y represiva hacia las Universidades. En todo el país la violencia se apropiaba de los claustros, siendo desplazadas muchas de las autoridades universitarias por interventores que se rodeaban de grupos parapoliciales con el objetivo político de perseguir la actividad de los estudiantes, no docentes y profesores. La UNS no fue ajena a estos acontecimientos.

En septiembre del mismo año varios profesores del Departamento de Matemática, entre los que se encontraba Fernández Stacco, fueron amenazados por la Alianza Anticomunista Argentina, organización parapolicial que había sido organizada por José López Rega y financiada con fondos del Ministerio de Acción Social.

Para febrero de 1975 el ministro de Educación dio a conocer nuevas normas de ingreso a las universidades, los alumnos deberían presentar certificados de domicilio, de buena conducta o de antecedentes personales y constancias de estudio en original. En la UNS se estableció un cupo de ingreso por carrera destinado a los mejores promedios de la educación media, para las Humanidades se daban entre 25 a 40 plazas de un total de 2050.

Al asumir Tetu las riendas de la universidad contaba con un aparato extrainstitucional conformado por grupos parapoliciales integrados por miembros de la CGT regional al mando de Rodolfo Ponce, además del respaldo de la inteligencia naval y del diario La Nueva Provincia. El accionar de Tetu implicó el cierre de carreras y la expulsión de 225 docentes y varios alumnos por “infiltración ideológica marxista”. Varios estudiantes iniciaron un tribunal popular para poner en cuestión la autoridad de Tetu, lo que motivo su persecución. Los secuestros y asesinatos de alumnos se convirtieron en moneda corriente.

La presencia de Tetu era insostenible, su renuncia fue aceptada recién por el nuevo ministro de Educación 30 días más tarde y ante su reemplazo la CGT y las 62 Organizaciones toman el 1° de octubre varias instalaciones de la UNS en su apoyo. Previamente la CGT había salido a respaldar a Tetu sosteniendo que “en solo tres meses ha conseguido no solo frenar la subversión en esa casa de estudios, sino que ha creado las condiciones para que en ella se pueda enseñar, aprender e investigar en un clima de trabajo y estudio, luego de corregir un desquicio”. El nuevo interventor fue Julio Reynoso, siendo la transición hacia la dictadura.

Palabras durante el Homenaje
C
reemos que el conocimiento del pasado es un elemento fundamental en las políticas de la memoria tendientes a no olvidar. Frente a la construcción de “olvidos públicos” como política estatal, vemos la necesidad de articular formas rememorativas sobre nuestro doloroso pasado en las que se le otorgue sentido, en las que se pueda hablar de un trabajo activo de la memoria, determinándose las responsabilidades que llevaron a la desaparición de 30.000 compañeros. Bahía Blanca se debe así una reparación a su propio pasado. Entendemos que el rescate de las huellas es parte de una lucha por nuestra identidad, un retorno a esos sueños destruidos y proyectos naufragados de toda una generación. El espacio público de nuestra ciudad debe erigirse como un ámbito de Memoria y Justicia donde nos encontremos todos los bahienses. La colocación de huellas implica el reconocimiento por parte del Estado no sólo de sus responsabilidades sino la sedimentación de una memoria colectiva que reclame por verdad y justicia.
A partir del 28 de Junio la ciudad iniciará el hecho histórico más importante con relación a la justicia, que significa juzgar con todas las garantías jurídicas, que nunca tuvieron sus víctimas, al primer grupo de genocidas que actuaron en jurisdicción del Comando del V Cuerpo de Ejército desde el Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”.
De esta forma homenajeamos a José Surace, Julio García y Gabriel Ganuza, estudiantes de la UNS, asesinados por los matones de la Triple A el 6 de diciembre de 1975, en el km 102 de la ruta 35 en proximidades de la localidad de Villa Iris.

Diario de la Epoca (Archivo de la 90.9)

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Genocidio en Bahía Blanca: En dos meses comenzarían los Juicios por delitos de Lesa Humanidad.

El presidente del Tribunal Oral Federal de La Pampa, José Mario Tripputi, fue confirmado como uno de los tres jueces que juzgará a 19 represores que actuaron en Bahía Blanca durante la última dictadura militar.
La confirmación fue dada a conocer ayer por la Cámara de Casación, que conformó el tribunal que juzgará los delitos de lesa humanidad ocurridos en esa ciudad bonaerense entre el ’76 y el ’83.
Entre las víctimas que se registraron en Bahía Blanca está Néstor Grill, oriundo de Jacinto Aráuz y que en la actualidad sigue desaparecido.

El nuevo Tribunal Oral en lo Criminal será el encargado de llevar adelante el juicio oral y público en el que se juzgará a 19 represores del Ejército, la Policía Federal y el Servicio Penitenciario Bonaerense.
“A partir de ahora los nuevos jueces ya designados deberán analizar la causa por lo que están a cargo de los trámites de los imputados y determinar la fecha para el inicio del juicio”, explicó el fiscal Abel Córdoba quien pidió que esto último suceda “lo más rápido posible”.

De todos modos, es de esperar que los juicios comiencen recién en dos meses, tiempo que demandaría a los nuevos jueces leer la causa.

Triputti es presidente del Tribunal Oral Federal de La Pampa. Como tal, llevó adelante el juicio contra los represores pampeanos que se desarrolló entre agosto y diciembre del año pasado.

Caso Nestor Rubén Grill
N
ació en Jacinto Aráuz el 8 de agosto de 1953. Estudió el primario en la Escuela Nº 33 de Jacinto Aráuz y el secundario lo hizo en el Colegio Seminario “La Asunción” de Bahía Blanca. Luego se inscribió en la Universidad Tecnológica Nacional donde cursaba la carrera de Ingeniería Civil. Colaboró en actividades organizadas por Cáritas. Trabajó en Sederías “Dalí”, en Donado entre Chiclana y Brown.
Practicó atletismo, y entrenaba en la pista que el Club Estudiantes tenía en el Parque de Mayo, en las inmediaciones de la UNS. A través de un profesor del Seminario consiguió trabajo en una imprenta, su tarea estaba vinculada a la actividad judicial. Según testimonios: Néstor fue militante de la JUP en la UTN”.
Fue secuestrado el día 4 de noviembre de 1976 en su domicilio de Darregueira 441, en presencia de su padre y hermano. El grupo de tareas que participó del operativo amenazó al padre diciéndole que no hiciera la denuncia porque si lo hacía no volvería a ver a su hijo. Tiempo después la familia Grill denunció el caso. Su hermano Norberto -residente en Salta- donó una muestra de sangre al Equipo Argentino de Antropología Forense para ayudar a identificar sus restos. Néstor, tenía 23 años.

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CEPEBA: “Hoy gritamos bien fuerte Nunca Mas una dictadura militar”.

El Centro de Estudiantes Pampeanos en Buenos Aires, institución en la cual la secretaria general es ejercida por el guatrachense Maximiliano Ronco distribuyó una gacetilla de prensa para su publicación en la que afirman: “Al cumplirse un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976, los Estudiantes Pampeanos reafirmamos cada 24 de Marzo, nuestro compromiso de vivir en democracia. Quienes nacimos, crecimos y vivimos nuestras cortas vidas en esta forma de gobierno, tenemos el compromiso y la obligación de cuidarla. Por todo esto, hoy gritamos bien fuerte Nunca Mas una dictadura militar”. Comisión Directiva CEPEBA”.

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Opinión: Desde la Memoria.

Hace ya seis años, escribí el texto adjunto, cuando se cumplían 30 años del terrible asesinato de Carlos Davit. Su cadáver apareció colgado de un puente con cerca de 50 tiros.
Se los envío a modo de mínimo homenaje para quienes sufrieron el vergonzoso y cruel terrorismo de Estado y para que “NUNCA MAS” sea posible. Guillermo Herzel.


En tanto que un pueblo sea capaz de preservar su pasado de manera coherente y respetuosa, asegurará el futuro de su cultura.

Fundación Rigoberta Menchú Tum

1975 – Noviembre – 2005
30 años del asesinato de Carlos Davit

Todos conocemos la ceremonia personal y silenciosa de instalar a nuestros muertos en el costado de mayor respeto en la memoria.
Tienen el peso suficiente como para vencer al tiempo, en el terreno de los recuerdos. Un modo de sobrevivir.

Ocurre que el poder (El poder, no los gobiernos) siempre ha utilizado a la muerte como el más eficaz de los avisos.
Todos conocemos, seguramente, los detalles de la muerte de Tupac Amaru (1781) Muy pocos deben saber, sin embargo, los motivos de tal padecimiento.
Es necesario conocer el escarmiento, recordar lo que les pasa a los rebeldes cuando se toman demasiado en serio su rebeldía. Y también es necesario olvidar las causas. Que nadie descubra que coinciden con los sueños que sueñan todavía los hombres justos.

Las interrupciones de los procesos democráticos, más aquí en el tiempo, tuvo siempre como meta el beneficio del poder, en desmedro de los intereses populares.
Ya en 1930, el General Justo derrocó un gobierno legítimamente elegido, cuando una ley de hidrocarburos estaba a la firma del presidente de la nación.
Fueron muchos los argentinos que manifestaron su rebeldía ante injusticias como ésta. Las dictaduras optaron, entonces, por “descuartizar” a los rebeldes.

En 1975, Carlos Davit terminaba su carrera de contador en la UNS.
Integraba el Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas. Era miembro de la comisión del Club Universitario, donde funcionaba el comedor universitario. Y, además, militante de la Juventud Universitaria Peronista.

La triple A hacía estragos y Bahía Blanca era uno de los centros de mayor violencia represiva.

Contra esa violencia del poder, se manifestó Carlitos, desde cada uno de aquellos puestos de lucha para los que había sido elegido democráticamente por sus pares.

A Carlos Davit lo mataron con un tiro que le produjo, en la parte alta de su espalda, una herida del tamaño de una mano. Los cuarenta o cincuenta tiros restantes no fueron para él. Fueron para sus compañeros universitarios.
Para enterarlos de lo que “les pasa a los rebeldes”. Es bueno advertir, a esta altura, que él fue de los primeros estudiantes asesinados por la AAA, cuando ésta hacía “sus primeras armas”, al mando de López Rega, funcionario de un gobierno democráticamente elegido.
Carlos Davit fue, sin duda, un rebelde. Desde su rebeldía, imaginaba un país mejor. Ese país no sería sólo para él. Era el país que soñaba para todos.
Él desarrolló una actividad política, pensando en su prójimo. Y esto, más allá de interpretaciones, es lo que debemos rescatar para guardar su recuerdo en “el costado de mayor respeto en la memoria”.
Existen múltiples testimonios de quienes lo conocieron, compañeros de estudio, amigos, militantes, parientes.
Es necesario conocer esas opiniones, medir la talla de quienes las ofrecen y abrirnos a la comprensión de un momento muy oscuro de nuestra historia reciente.
Quizá la mirada que podemos echar, treinta años más tarde, nos permita comprender los “detalles de su muerte” y también los “motivos de su padecimiento” .

Desde la memoria
Guatraché, 19 de noviembre de 2005

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Guatraché: Teatro por la Identidad en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

El 24 de marzo en conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Guatraché organiza la presentación de la obra de teatro “Supongamos” de Alicia Muñoz que relata la historia de una joven de 30 años… Luciana o Mariana… ¿Adoptada? ¿Hija de desaparecidos? Dos abuelas enfrentadas… El derecho a la identidad.
La puesta en escena será del grupo de teatro Malajunta de la ciudad de Santa Rosa, el jueves 24 de marzo, en el Cine Teatro Pampero a las 20 horas, con entrada libre y gratuita.

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