Mientras la Jefatura ordenó el inicio de un sumario al actual jefe policial de General Acha, la jueza Iara Silvestre aseveró que el rol que cumplió el intendente Rogers permitió que el cabaré “Good Night”, donde se concretaba la explotación sexual, pudiera seguir funcionando. Destacó el papel de la víctima denunciante y de Liliana Abratte, que impulsó la causa.
Tal como informó El Diario, Silvestre determinó el procesamiento de Rogers y del comisario Carlos Alanis -ahora a cargo de la comisaría de General Acha-,como partícipes necesarios del delito de trata de personas. También son acusados por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
En tanto, Alanís fue pasado a situación pasiva, de acuerdo a lo que se definía esta misma tarde. “La Ley Orgánica dice que hay que esperar que un procesamiento esté firme, porque de hecho, el comisario Alanis todavía puede apelar…pero igual la Jefatura de Policía decidió su pase revista”, confirmó este jueves a El Diario una fuente policial.
En otro orden de cosas, Silvestre aseveró que no dispuso la detención del intendente de Lonquimay Luis Rogers -procesado por trata de personas- porque “no existe peligro de fuga ni de entorpecimiento de la investigación”. La magistrada señaló que el fiscal Juan José Baric, que hizo ese pedido, no reclamó cuando se dictó el procesamiento de Carlos Javier Fernández, dueño del cabaré en el que se explotaba sexualmente a mujeres.
Ante el pedido de detención que hizo Baric, la jueza explicó su posición: “La investigación data de 2009, nunca el fiscal hizo una solicitud en tal sentido, pero más allá de eso está procesado el autor del delito, Carlos Javier Fernández. El procesamiento fue sin prisión preventiva y el fiscal no se agravió de eso. Yo valoré eso, el tiempo de la investigación, que se presentaron a derecho, que comparecieron, no se reportaron signos de amenazas o molestias a las víctimas, el lugar ya está cerrado, la investigación está prácticamente concluída”, señaló.
En resumen, dijo, “no existe peligro de fuga ni entorpecimiento de la investigación”. Baric había señalado que en otro caso de procesamientos por una situación similar sí se dictó la detención: se trata de una ciudadana de origen dominicano. La jueza indicó que “cada caso es un caso particular”.
Silvestre explicó en www.radiokermes.com las razones de los procesamientos: “En el caso del comisario -dijo- se tuvo en cuenta el hecho de que redactaba actas en las cuales contaba que las mujeres que trabajaban en el local de Fernández dejaban constancia (en la comisaría) de que estaban en el lugar por propia voluntad, que no estaban bajo amenaza y que salían cuando querían, situación que no se verificaría si la situación fuera dentro de los cánones normales, ningún trabajador deja esa constancia cuando ello es así, cuando debe ser así por ley”.
Señaló el papel que en la causa tuvo Liliana Abratte, que contextualizó la situación y fue promotora de la investigación. “Llegamos al convencimiento de que el comisario sabía que funcionaba un prostíbulo, que había mujeres explotadas y que con esas actas pretendía dar un viso de legalidad a esa situación”, dijo la jueza.
Respecto de Rogers, que pasó a la fama cuando dijo que el prostíbulo era un lugar “de contención espiritual”, Silvestre indicó: “De las declaraciones se desprende que conocía que funcionaba un prostíbulo y además firmaba las libretas sanitarias de las mujeres que eran llevadas a ese lugar para ser sometidas a prostitución. Uno de los requisitos que se exige a esas mujeres es la obtención de exámenes ginecológicos, lo que no tiene sentido si lo que van a hacer es servir copas”.
“Además (el intendente) promulgó la ordenanza que el Concejo sancionó para prohibir los salones de bailes, cabarés, whiskerías, que operaba para futuro y no afectaba las habilitaciones vigentes, que permanecían hasta su caducidad. Como funcionario podría haber revocado las licencias y denunciarlo, y no lo hizo. Toda esa situación contribuyó a que Good Night pudiera seguir funcionando”, aseveró la magistrada.
Destacó también el inicio de la investigación: “Se presentó una chica en Santiago del Estero, contó la situación y se aunó eso con la denuncia de Abratte. La mujer prestó declaración y dio datos precisos de cómo funcionaba el cabaré. Se secuestró un cuaderno donde especificaban los números por copas y por ‘pases’. Los dichos de las mujeres resultaron corroborados”, completó.
Fuente El Diario de La Pampa