Pigüé: Tres años de prisión en suspenso para un militar que golpeó a su bebé de 3 meses.

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Se trata de un suboficial del Ejército al que se halló culpable de agredir al niño al menos dos veces,  cuando tenía entre tres y cinco meses de vida. Le impusieron tres años de cárcel, pero en suspenso. Los hechos ocurrieron en Pigüé en 2.007.-

A sólo tres años de prisión en suspenso y cumplimiento de algunas pautas de conducta, fue condenado un suboficial del Ejército que hace poco menos de cinco años, cuando revistaba en la guarnición militar de Pigüé, maltrató a su pequeño hijo produciéndole heridas de gravedad por las que tuvo que ser internado.

El individuo, de 31 años, al que sólo se identificará con las iniciales M. F. A., por razones legales que aluden a la protección del menor, se encuentra actualmente prestando servicios en el Regimiento de Infantería de Montaña Nº 16, de Uspallata, provincia de Mendoza.

El fallo fue dictado, de manera unipersonal, por el juez Hugo Adrián De Rosa, integrante del Tribunal en lo Criminal Nº 1, en el marco de un juicio abreviado al que se llegó por previo acuerdo de la fiscal Olga Cristina Herro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 7; del defensor particular Ramón Ursino, y del propio encausado, respecto de la calificación de los hechos y la sanción a imponer.
Uno de los sucesos analizados en la resolución se registró el 22 de septiembre de 2007, en una finca del barrio de Suboficiales de Pigüé donde, según quedó demostrado para el magistrado, un niño que entonces tenía tres meses de edad, fue agredido físicamente y sufrió diversas lesiones, entre ellas fractura lineal frontoparietal derecha sin desplazamiento ni hundimiento.

Para tener acreditadas tanto la autoría como la responsabilidad penal del padre de la criatura, el doctor De Rosa citó la denuncia efectuada ante la autoridad policial por una integrante del área de Promoción y Protección de los Niños, de Pigüé, dando cuenta del ingreso en el hospital local de un menor con signos de maltrato infantil.
El pequeño fue asistido inicialmente en el nosocomio pigüense y luego derivado al Hospital Interzonal General de Agudos Doctor José Penna, de Bahía Blanca, donde permaneció internado hasta el 1 de octubre de 2007.

Por tal motivo, informes y testimonios de los médicos que lo asistieron en ambos establecimientos, fueron también tomados como pruebas de cargo contra el procesado.
En este sentido, facultativos que atendieron a la víctima dijeron haberse entrevistado con los padres para conocer los motivos de las lesiones que presentaba el niño, y que la madre les dijo que “el sábado el bebé estaba medio molesto, lloriqueaba y lo notó con un chichón en la cabeza, por lo que decidió llevarlo a la guardia…”.  Agregó la mujer que antes de eso el bebé no había exhibido señales de golpes, porque no lloraba y no tenía sangre y siempre estaba al cuidado de la pareja.
Luego señaló que “el viernes por la tarde, al escuchar llorar al bebé y en momentos en que decide concurrir a su habitación, sus hermanos salían corriendo, manifestándole que no había pasado nada”.
«Que su marido –agregó–, luego de conversar con su hijo mayor, este entre sollozos le expresó que lo había golpeado con una palita de playa”.
Al respecto, un médico pigüense declaró que por el tipo de lesión que presentaba la criatura, era “prácticamente imposible” que haya sido causada por el golpe con una palita de playa propinado por un niño de cuatro años.

Dos meses después:
En el mismo fallo, el doctor De Rosa consideró demostrado que el 28 de noviembre de 2007, a primera hora de la tarde y en el mismo domicilio, el niño, ahora de cinco meses de edad, fue agredido físicamente y sufrió fractura del tercio medio del húmero derecho con desplazamiento y contusión en el brazo derecho.

También respecto de este episodio se consideró demostrado que el autor fue el padre del niño, basándose ese aserto en testimonios e informes médicos.  Por ejemplo, el mismo facultativo de Pigüé que había atendido la vez anterior al niño, dijo que al verlo nuevamente con un yeso, le preguntó a la madre qué le había pasado, contestándole ésta que se había accidentado con su perro.
Explicó la mujer –según el profesional– que el animal se había abalanzado sobre su marido cuando tenía al bebé en brazos, cayéndose ambos contra una pared y lesionándose el chico.

Sin embargo, los médicos, como en el hecho anterior, entendieron que las heridas que presentaba el pequeño habían sido consecuencia de maltrato infantil.
Al ser indagado el inculpado, quien nunca estuvo detenido por ninguna de las dos causas, argumentó sobre el primero de los hechos que el bebé había sido golpeado por otro de sus hijos, y en cuanto al segundo, repitió la versión que diera su mujer, diciendo que el perro lo había hecho caer cuando tenía a su hijo en brazos.
Las excusas del sujeto fueron rechazadas por el magistrado, quien resolvió, tal como acordaran las partes previamente, sentenciar a M. F. A. a la pena de tres años de prisión en suspenso, por los delitos de lesiones graves calificadas (dos hechos), e imponerle como regla de conducta, durante tres años, la de prohibir el acercamiento y/o contacto con el menor víctima.
(SemPerfiles) 

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2 Comentarios

  1. comment-avatar
    Veronica Mora27 junio, 2012 - 9:18

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..

  2. comment-avatar
    eternauta28 junio, 2012 - 8:28

    muy bueno sigan así los felicito. un anecdota pasábamos noches enteras tomando mate en Alberti mate va mate viene con Guillermo y el negro un abraso a esos pioneros………..