El último fin de semana tuvo lugar, en Jacinto Arauz, la celebración del XXVI Encuentro de las Letras Pampeanas.
Fue organizado conjuntamente por la Asociación Pampeana de Escritores (APE) y la Municipalidad de Jacinto Arauz. Declarado de Interés Municipal por el Concejo Deliberante del municipio organizador, de Interés provincial por la Cámara de Diputados de La Pampa y de interés académico, tanto por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Humanas como por el Consejo Superior de la UNLPam.
Llevó el nombre de Osvaldo Bayer y fue convocado desde la consigna “La Literatura y el Conflicto Social”.
Fue un encuentro de gran contenido, al que fueron presentadas y discutidas diecisiete ponencias, algunas vinculadas a los conflictos sociales ocurridos en esa localidad, tanto en el año 1921, como, luego, en 1976. Alguna de esas ponencias vinculó ambos acontecimientos, marcando la existencia de idénticos componentes, como son la delación, la intolerancia, el autoritarismo, la mezquindad, la discriminación, etc.
La Historia que avanza en el tiempo con nuevos personajes hizo que, desde aquellos días de horror, hayan podido ser superadas las diferencias, en beneficio de un sábado de hermandad donde, escritores llegados de diversos puntos del país, compartieron con el vecindario de Arauz su producción literaria, el contenido de las mencionadas ponencias, la poesía susurrada por ese perseverante grupo de adolescentes “susurradores”, el documental presentado en el curso del Encuentro, sobre los acontecimientos de aquel 9 de diciembre de 1921, cuando un grupo de estibadores reclamó mejores condiciones de trabajo en las estibas; y los textos de los escritores pampeanos, leídos por sus autores o interpretados por los músicos que se sumaron al festejo que merecen los encuentros.
Hubo palabras del intendente Beilmann que ocasionaron el rechazo de muchos de los presentes, especialmente de los sectores más jóvenes que vivaron entonces a los bolseros.
Fue un error, sin duda. No pudo este buen hombre, descubrir la placa en “Homenaje a los bolseros” y manifestar que lo hacía “sin tomar posición ni de uno ni de otro lado”, cuando justamente, esa placa, de “homenaje a los bolseros”, una de esas partes, demuestra lo contrario.
A lo largo de la jornada se insistió en los reclamos de los estibadores: bolsas de 70 Kg, jornadas de 8 horas de trabajo, divididas en 2 turnos de 4 horas cada uno, cargar y correr los vagones al paso de hombre y no al trote como se hacía. En fin, condiciones que el tiempo proclamó y que hoy nadie se animaría a discutir. Mucho menos, entiendo, un representante del partido político cuyo cimiento es, en buena medida, la clase obrera.
De todos modos este episodio no altera en nada la hondura y el noble contenido del Encuentro, tampoco la impecable organización y el auspicio y la buena voluntad con que se fueron resolviendo los diversos aspectos de su desarrollo.
Las diecisiete ponencias presentadas en este XXVI Encuentro de las Letras pampeanas están disponibles y pueden ser solicitadas en la APE (Víctor Lordi 73) o a su correo apescritores@cpenet.com.ar o en esta emisora.
Guillermo Herzel
No creo que haya sido un error y mucho menos involuntrio, los actos fueron organizados (la organización municipal) con fines de mejorar la imagen politica de los funcionarios locales y no refleja el verdadero espiritu de los dirigentes. Les interesa inaugurar obras para mostrar que algo hacen, el monumento a los bolseros fue el impulso de algunos vecinos que venimos reclamando reivindicación, el intendente se encontro entre la espada y la pared y no tuvo mas remedio que avalarlo, fue genuino su discurso , y si fuera realmente sincero se que tomaria posición de parte de los represores, quizo quedar bien con todos. Que no está de acuerdo con la reivindicación de los bolseros lo prueba el echo que no se difundio como debiera el encuentro de las letras evitando asi la difusion de los acontecimientos de 9 de diciembre de 1921. Insisto que no fue un error, fue un sinceramiento a medias de su pensamiento y lamentablemente de muchos vecinos de Jacinto Arauz.