Opinión: ¿Los “barras” son obstáculos?.

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¿Los “barras” son obstáculos?

Este momento que atraviesa el fútbol argentino aparece como clave para cambiar la situación de inseguridad con expresiones de violencia dramáticas y continuas, padecidas por quienes somos los integrantes del cuerpo de simpatizantes adheridos a algún club integrante del escenario nacional.

Las decisiones tomadas por el actual presidente de Independiente de Avellaneda Javier Cantero, me parecen atinadas y decididas en acabar con esa red de delincuencia donde están involucrados algunos dirigentes y se expresan en la “barra brava”. Ese grupo de delincuentes ponen en riesgo la situación institucional de cada club, además de la vida de cada simpatizante regular que hoy siente profundas dudas en asistir a las canchas de su club favorito, aunque sigue asistiendo mirando hacia los costados sin poder fijar su mirada y pasión en el partido seleccionado.

Cabe agregar esos pocos oscuros personajes no sólo actúan como hinchas privilegiados e identificados con algunos logos, sino que además forman parte de una red de delincuencia habitual donde la venta de droga y armas son los espacios comerciales preferidos. Cantero se ha decidido a cambiar esta situación apoyado por algunos dirigentes y funcionarios políticos, quienes por supuesto intentan tomar el control de ese lugar donde permanece desde hace más de 30 años Julio Grondona, el principal responsable de esta situación.

No debo olvidar la impronta de este personaje quien llegó a ocupar la presidencia de la AFA  luego del Mundial jugado en nuestro país, y con algún cobijo de Videla principal responsable de esa época oscura. Fue producto de un acuerdo con esos directivos militares, cuyo objetivo prioritario era mantener a una gran mayoría de la población ajena a los cometidos de ese Proceso, teniendo en cuenta que el fútbol es un gran contenedor social por eso era y es vital mantener su continuidad. 

Este es el calificativo que ayuda a explicar las situaciones expresadas, pero no justificadas por tener un agregado clandestino en pos de obtener algunas grandes ganancias y mantener esas actividades no legales.

Mientras siga funcionando esta modalidad algo naturalizada en nuestra visión argentina, seremos nosotros quienes seguiremos padeciendo esta situación de inseguridad empeorando nuestras condiciones de vida y distantes de esta realidad, donde siguen privilegiados pequeños grupos corporativos algunos vinculados a esta red de delincuentes, disimulados como barra bravas.

A modo de epílogo aconsejo cambiar ciertas figuras legales para poder actuar en beneficio de quienes padecemos esta situación, y reitero mi pensamiento de la necesidad de una decisión política para revertir lo expuesto, con situaciones que oscurecen el presente de este deporte preferido.

Mario Alejandro Higonet

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