Mientras se esperan los Presidenciables CFK


Mientras se esperan los Presidenciables CFK

Mientras se esperan los Presidenciables CFK , el “piensen bien” y su influencia en las elecciones pampeanas.

¿Cómo influirá la Casa Rosada en las internas de julio y las primarias de agosto? ¿Cómo se negociarán las listas entre CFK y Jorge? Bruna con apoyo y Verna toma distancia. Lo que juega cada línea con su presidenciable dentro del FPV nacional. 

Norberto G. Asquini

Si algo ha caracterizado al kirchnerismo es su capacidad de recreación frente a la adversidad y de iniciativa política. Ese proyecto nacional ha atravesado momentos de crisis de todo tipo, y ha salido a flote convirtiéndose nuevamente en la fuerza gravitante de la política nacional. Si durante el verano se acicateó desde la oposición y los medios concentrados el caso Nisman con toda furia para promover el 18F, si en ese momento parecía patente el “fin de ciclo” y la retirada del gobierno nacional, hoy se vive otro presente.

La presidenta Cristina Fernández retomó la agenda nacional. El acto del 1 de marzo mostró que el kirchnerismo continuará siendo protagonista, aunque la mandataria se vaya despidiendo. Hubo además cambios en el gabinete y anuncios de importancia como el aumento del Progresar. Y ya se avisó que se apuntalará la continuidad de los lineamientos de la actual gestión, no solo a los propios, sino al votante medio. La frase “piensen bien a quién van a votar” no significa otra cosa que la advertencia que los avances económicos y sociales de la era K están en peligro si llega la ola neoconservadora, cualquiera sea la cara que se le ponga. CFK, lejos del retiro, sube la apuesta y profundiza su proyecto.

Si todo va bien.

Aunque todavía no hay un panorama claro de lo que ocurrirá con los precandidatos a presidente del FPV y las listas de legisladores nacionales, el marco nacional condiciona e influye el escenario pampeano. El mundo de la política, más allá de las lógicas y las internas provinciales, hace sus cálculos sobre cómo afectarán los movimientos nacionales en lo local.

Una cuestión central es cómo llega el gobierno de CFK a la instancia electoral. De sostenerse el estado de cosas, de mantenerse fortalecido, esto jugará a favor del gobernador Oscar Mario Jorge y su postulante, Fabián Bruna. Si la economía no tiene sobresaltos y las variables se mantienen estables -y las elecciones escalonadas en distintos distritos muestran al FPV victorioso-, este contexto será más que favorable a las listas que respaldan el proyecto nacional.

Hay una semejanza entre la situación de CFK y la de Jorge. Cuando muchos pensaron que el “fin de ciclo” o el síndrome del “pato rengo” iban a hacer mella en sus gestiones, y sobre todo en lo político-electoral, ambos mantienen vigente la gobernabilidad y se imponen como líderes de sus espacios.

Cargos negociados.

La presidenta ya ha anunciado que en 2015 se juega la “reelección” del proyecto actual y quiere asegurarse eso manteniendo un Congreso favorable en la próxima renovación. Algunos analistas afirman que las boletas de legisladores nacionales en varias provincias serán confeccionadas en Olivos y que se impondrán nombres K a los gobernadores.

Todavía lejos de las definiciones, no se sabe qué ocurrirá con las listas pampeanas, pero en Casa de Gobierno respetan el criterio de Jorge en definir los candidatos, como ocurrió en 2013. El mandatario tiene gravitación propia en su territorio, pero a la vez dependencia política y económica de la Rosada. En lo inmediato, hubo alguna sugerencia desde Nación al mandatario sobre el posible nombre del vicegobernador, al que quería con un perfil K. Pero Jorge zanjó la cuestión en que lo designará el mismo Compromiso Peronista. Las listas nacionales son otra cuestión y ahí sí puede haber sugerencias o imposiciones. Desde Casa de Gobierno indican que eso será motivo de negociación entre ambas partes, pero serán nombres identificados con el kirchnerismo.

Sin sorpresas.

CFK no quiere más sorpresas. Hubo ciertos alejamientos de la influencia K de dirigentes como ocurre en Mendoza con el gobernador Francisco Pérez, que dejó afuera de las nóminas a los camporistas y se muestra cercano a Daniel Scioli. Esta situación y la generada en Santa Fe en el mismo sentido, provocó que fuera separado del gobierno el histórico operador del PJ, Juan Carlos Mazzón, por su cercanía con el sciolismo y por hacerlo responsable de que el kirchnerismo quedara fuera de las boletas en esos dos distritos.

La presidenta, de esta manera, habría acelerado las tratativas con los mandatarios provinciales para la conformación de las boletas. Los analistas políticos indican que una manera de mantener los alineamientos en algunas provincias e incorporar candidatos K, como podría ser el caso de La Pampa, llevaría a que listas K de legisladores -como Compromiso Peronista- serían las únicas que irían pegadas a todas las boletas presidenciales del FPV. Esto, en la interna del PJ pampeano, ayudaría al jorgismo-kirchnerismo frente a otras postulaciones. En ese sentido, la discusión por las boletas nacionales ya no parece ser un tema urgente para vernistas y marinistas.

Los nombres del FPV.

Las primarias nacionales serán un mes después de las internas provinciales del 5 de julio. Parecen dos votaciones separadas, pero habrá que ver si jugarán de alguna manera en el plano local las referencias nacionales. Por ahora hay varios presidenciables en el FPV: el gobernador Daniel Scioli es el que aparece con mayores posibilidades, aunque es el que menos perfil K tiene. El mandatario intenta mostrarse cercano a CFK y como continuidad de su proyecto, aunque con un perfil propio mostrándose con “enemigos” del modelo. Del otro lado están quienes sí están enrolados en el kirchnerismo puro: el ministro Florencio Randazzo que le ha pegado a Scioli al vincularlo con el neoliberalismo, el gobernador entrerriano Sergio Uribarri, el ex canciller Jorge Taiana y el ministro Agustín Rossi, entre otros. Todavía CFK no dejó en claro qué hará, si apoyará a uno de los suyos o se mantendrá “neutral”. Da algunas señales a los “puros” y muestra sus diferencias con Scioli, pero sin apartarlo de su lado.

Cada uno con cada quien.

En ese marco, todos hacen algunas cuentas esperando las definiciones que tardan en llegar. El jorgismo se mantiene expectante, aunque Jorge ya tiene el respaldo político de la presidenta para enfrentar al senador Carlos Verna. Alineado a la Casa Rosada, el gobierno tendrá en cuenta quién será el precandidato que apoye la presidenta. Pero muchos en esa línea observan a Scioli como el postulante del peronismo tradicional y el reaseguro de mantener el poder ante la oposición. Los apoyos estarán divididos.

Del lado del vernismo, se intenta provincializar la elección de 2015, como se hizo en otras oportunidades. Para Verna la relación de La Pampa con Nación se da a través del gobernador y los legisladores nacionales, en una provincia sin peso electoral, no es una decisión importante. Más allá de que Scioli está en el PJ y el vernismo apoyará su figura porque lo consideran como ajeno al kirchnerismo, no hay definición explícita al respecto de parte del senador. La cuestión nacional incomoda a Verna: si le va bien a la presidenta, puede quedar condicionado en octubre -si sortea la interna- a la lista oficialista; si le va mal a CFK, y es candidato en octubre, puede llegar a asumir esos costos políticos por reflejo. Verna, igualmente, de ser gobernador no tendrá problemas si el presidente es Scioli, Macri o Massa, otra cosa es uno K.

Sí está embanderado detrás de la figura de Scioli el marinismo. Rubén Marín siempre jugó a ganador y al perfil más “peronista”. Su espacio -y supervivencia- está en juego en cada elección y en los contactos tejidos con Nación. Desde esa fuerza hasta se analiza traerlo al presidenciable a La Pampa de campaña para capitalizar ese apoyo.

El kirchnerismo está dividido en los respaldos a sus postulantes: ya hay carteles de Randazzo, Uribarri o Taiana, y las líneas “alternativas” -lezcanismo y robledismo- se prendieron en el casillero que quedó libre, el de Rossi.

Juego a futuro.

Las listas nacionales estarán un mes antes de las internas del 5 de julio. Recién entonces, con Verna o Bruna como candidatos puestos a gobernador, los presidenciables del FPV harán campaña en la provincia de la mano del que se imponga en la provincia. Las PASO de agosto serán nacionales y la cuestión provincial ya no flotará en el ambiente, aunque habrá que ver cómo se comportarán los vencidos en esa puja.

Pero eso no significa que no habrá cuestiones en juego frente a la primaria presidencial: hayan ganado o perdido el 5 de julio, el jorgismo y el kirchnerismo, ya sea con Scioli, Randazzo, Uribarri o Taiana, apoyarán la continuidad de las políticas de los Kirchner; el vernismo a través de Scioli, buscará la superación del kirchnerismo; y el marinismo afianzar su relación a futuro con la Casa Rosada a través del postulante que consideran “más peronista”.

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