Los vecinos dicen que, cuando el único profesional del pueblo se ausenta, la población queda desprotegida. De la reunión participó el intendente del vecino distrito, Castelli.

Profesionales de la salud del distrito de Puan y autoridades comunales, con el intendente municipal Facundo Castelli a la cabeza, más un centenar de personas, se reunieron –el último viernes– para analizar la manera de resolver una problemática que afecta a toda la población de la localidad de Felipe Solá.
     El planteo corrió por cuenta de la dirección de la Unidad Sanitaria local que, a diario, escucha los reclamos de los vecinos sobre la necesidad de incorporar una guardia activa extra para la atención de emergencias sanitarias, debido a que el panorama se torna conflictivo cuando el único médico de la localidad debe ausentarse.
     En la reunión también estuvieron presentes el director de la Unidad Sanitaria local, Hugo Bustos, la delegada municipal Claudia Bécker y los directores de los hospitales de las localidades de Puan y de Villa Iris, entre otras autoridades.
     El pedido se realizó teniendo en cuenta, también, que hay una zona rural de influencia muy extensa que, de una u otra manera, confluye en esta localidad.
     Tanto el jefe comunal Facundo Castelli como Mariné Meder, al frente del Ente Descentralizado de Salud, dijeron estar al tanto de la situación, aunque reconocieron no contar con recursos humanos para subsanar estos inconvenientes. 
     Según los funcionarios, no hay médicos que quieran radicarse en estos pueblos.
     También señalaron que los profesionales más jóvenes suelen optar por una especialidad en su carrera y no tienen en cuenta la posibilidad de radicarse en localidades pequeñas, ya que no les proporciona la infraestructura adecuada a sus conocimientos.