Como es de público conocimiento, la tarifa de la luz está sufriendo cambios significativos en la Argentina. En la provincia de La Pampa se han aumentado las tarifas en el mes de marzo, y se espera la quita de subsidios nacionales en el mes de abril. Estos movimientos en los precios relativos de los insumos y los precios impactan directamente en la viabilidad de varios negocios, entre ellos las estaciones de servicio.
La electricidad es un insumo fundamental para el negocio del expendio de combustibles. Incide en la iluminación de la estación, el funcionamiento de los surtidores, los sistemas de frío y de seguridad, entre varios aspectos. El funcionamiento depende del suministro de energía eléctrica; las estaciones convierten este insumo en valor para el cliente. En una economía con base hidrocarburífera, las estaciones ponen a disposición en tiempo y forma el combustible para distintos agentes económicos y esto demanda estar abiertos las 24 horas.
En cuanto al aumento en los costos, la CECLA viene realizando un seguimiento del impacto de los aumentos de varios insumos. En el caso particular de la electricidad, en el norte provincial los registros de los estacioneros muestran aumentos anuales del orden del 98-101 % (febrero 2015-febrero 2016). En Santa Rosa, los aumentos tarifarios superan el 60 %, con picos superiores al 86 % de incremento interanual. En el interior la situación es dispar, con aumentos promedio del 80 %, con picos que superan el 124 %.
La unidad de negocio más perjudicada es la de venta de GNC, cuya dependencia de la energía eléctrica es aún mayor que la venta de combustibles líquidos. Habida cuenta que la estación de servicio recibe el GAS en condiciones de red y eleva su presión, comprimiéndolo para luego entregarlo en esas condiciones al consumidor. En este proceso se utilizan compresores de alto poder alimentados con energía eléctrica.
Según estimaciones, el impacto del aumento tarifario será muy fuerte en un combustible que comparado con los líquidos históricamente es el más barato. Un incremento importante que impactará en los precios, en una actividad que se viene resintiendo en las ventas (descenso de 3,7 % interanual en La Pampa, y una caída de más del 15 % desde principios de año), y cuyo costo de la materia prima tiene proyectado fuertes aumentos por actualizaciones de precio del propio GAS como así también la distribución y el transporte de este.
Desde la CECLA seguiremos analizando la evolución de los costos en el expendio de combustibles en La Pampa, preocupados por el impacto de estos movimientos en la rentabilidad, especialmente de las PyMEs que son las principales generadoras de puestos de trabajo en la provincia y el país.