El 27O en La Pampa: los dos bloques y la nueva geopolítica


El 27O en La Pampa:  los dos bloques y  la nueva geopolítica

Por Norberto G. Asquini

Las elecciones de este domingo sirvieron para ratificar el resultado de las PASO. Alberto Fernández será el próximo presidente y se termina el ciclo de Mauricio Macri en medio de la crisis económica. No hubo demasiado misterio.

Se festejó la vuelta del peronismo al poder por un lado con el apoyo del 48% del electorado, y del otro se asumió una “derrota triunfal”, como la llamó el sitio Letra P, porque no fue por tanto como se esperaba, logrando el 40%. Las encuestas, otra vez, no erraron el ganador, pero pifiaron diferencias.

¿Qué dejaron para La Pampa los resultados? El PJ metió cómodo el diputado y Hernán Pérez Araujo será legislador nacional. Pero no pudo lograr una elección histórica para meter dos representantes en el Congreso. Hubo dos cuestiones: por un lado, el voto macrista, antikirchnerista sobre todo, tuvo una reacción al triunfo del PJ en las primarias y se impuso en toda la región centro (ganó Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y hasta San Luis), pero no pudo en Buenos Aires y La Pampa donde Alberto Fernández cosechó el 50% de los votos. En el norte y en la Patagonia, se impuso cómodo el Frente de Todos.

La elección mostró la polarización entre dos bloques que se perfilan a dominar el escenario político nacional. Por un lado, el peronismo del Frente de Todos y por otro el antiperonismo de Juntos por el Cambio. Alberto Fernández y CFK ahora tienen el desafío del ejercicio del poder y de sacar al país de la crisis, Mauricio Macri salvó la ropa, y también la Ciudad de Buenos Aires, y con los votos que consiguió encaminó su derrotero para seguir siendo la cara visible de la oposición, a pesar de los radicales.

El voto en La Pampa mostró casi el mismo comportamiento que en otras elecciones. Macri ganó en departamentos agropecuarios del este, casi una prolongación de lo ocurrido en el oeste de la provincia de Buenos Aires. Guatraché, Hucal y Quemú Quemú fueron amarillos, pero también localidades importantes como Intendente Alvear y General Acha, aunque perdieran en el departamento. El resto fue del peronismo.

Hubo dos comportamientos que mostraron cómo ha girado la geopolítica del PJ. En Santa Rosa fue un resultado contundente, aplastante, con el 54% contra 32% en diputados. Un voto K se perfila claramente, aunque haya otros componentes. En General Pico, donde siempre fue el bastión vernista, la diferencia fue de 44% a 41%. El gobernador Carlos Verna mostró su malestar por ese resultado tan exiguo. Están pasando cosas en la ciudad piquense desde hace tiempo. Como en los departamentos del este, ha desembarcado la oposición al PJ, aunque esté lejos para gobernar, como mostró en las elecciones de mayo.

El otro diputado de La Pampa será de Juntos por el Cambio, el ex Cambiemos, Martín Berhongaray. Las otras dos fuerzas por fuera de la polarización, Consenso Federal con el socialismo (6,6%) y el Frente de Izquierda de los Trabajadores (2,3%) casi se mantuvieron en los votos conseguidos en agosto.

Macri levantó sus votos en todos los departamentos. La oposición aprovechó ese voto de la reacción antiperonista para sumar más de 13 mil apoyos nuevos en diputados. Votantes que no habían participado en las PASO, que lo habían hecho en blanco o para otras fuerzas, se volcaron a la opción opositora. Los festejos fueron discretos, no daba para más con un candidato que jugó a las escondidas para no aparecer junto a Macri. La oposición logró el 39,4% de los votos para el Congreso, pero mostró el domingo porqué vive en la frustración permanente. Radicales y macristas se pelearon por los medios si rompían o no la alianza que a duras penas llevan adelante desde 2015 solo para épocas electorales. Un conflicto sin sentido, porque siempre estuvieron incómodos unos con otros.

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