Luego de más de tres años de lucha para que se le reconozcan derechos laborales o mejor dicho la dignidad de poder trabajar sin tener que depender del asistencialismo, las beneficiarias del “Plan Madres” lograron conformar una cooperativa de servicios que en unos días tendrá reconocido el estatuto de conformación. Ayer se firmó el último documento ante autoridades del Ministerio de Bienestar Social y la certificación se hizo en instalaciones de la Comisaría Cuarta, calles 25 y 40.
Célica Estévez, referente del grupo que comenzó siendo de unas 30 mujeres y últimamente se redujo a 18, manifestó ante La Reforma que “ha sido un largo tiempo de reclamos, protestas y de idas y vueltas. La verdad que no sólo los pasos fueron muy lentos sino que perdimos mucho tiempo porque nos mentían o directamente nos hacían mal los papeles. Finalmente logramos que el gobierno provincial nos ayudara a darle forma a una cooperativa de servicios, hoy (por ayer) lo que estamos haciendo es poner la última firma en el estatuto para enviar la documentación a Buenos Aires”.
“Realmente estamos felices porque vamos coronando una lucha que viene desde hace más de tres años, aunque nuestra precariedad laboral se remonta a 2006. Somos 18 mujeres, éramos algunas más pero algunas consiguieron trabajos y otras directamente abandonaron el grupo porque se cansaron de las mentiras”, apuntó
En referencia a las tareas que desarrollarán, indicó: “nosotros nos vamos a dedicar a servicios de limpieza, mantenimiento y opcionalmente podremos incursionar en panificación y catering. Esperemos que la gente apoye nuestro proyecto, luchamos mucho para esto. En breve podremos ser contratadas para la prestación de los servicios. ya sea en forma individual o grupal. Decidimos formar una cooperativa para tener autonomía, no queremos pasar por aquello de depender del Estado y terminar siendo trabajadoras en negro, como lo fuimos desde 2006 por imposición de las propias autoridades”.
El reconocimiento a la funcionaria Carina Balsa
Célica Estévez recordó rápidamente pasos que debieron dar antes de lograr el objetivo y también los obstáculos que impidieron que las soluciones llegaran a tiempo: “nos obligaron a firmar una renuncia después de doce años de trabajo para pasarnos al Plan Madres por el hecho de que en mi caso tenía un hijo discapacitado o compañeras que tenían más de tres hijos. Empezamos el reclamo para ser contratadas como el resto de aquellos que habían tenido la oportunidad de serlo. No sólo no nos contrataron sino que además comenzaron con el discurso de las capacitaciones para formar una cooperativa, algo que se fue extendiendo en el tiempo y sin resultados positivos”.
La vocera del grupo no se olvidó de quienes durante algún tiempo, a su criterio, impidieron que la cooperativa de trabajo fuera una realidad: “en principio parecía que la papelería nunca se terminaba de hacer pero después descubrimos que jamás se habían iniciado los trámites. Los responsables de esa tardanza o mentiras no fueron ni más ni menos que los del gobierno provincial, las autoridades que por ese entonces había en el Ministerio de Gobierno y también de Bienestar Social. Pasamos años haciendo capacitaciones para realmente nada. Con el cambio de titulares en los Ministerios, conocimos a Carina Balsa quien se desempeña como directora General de Promoción Comunitaria de Bienestar Social fue ella la que se movió para que finalmente hoy estemos firmando el estatuto que se mandará a Buenos Aires para su definitiva aprobación”.
“La gente recordará todas nuestras protestas durante prácticamente tres años, en las calles de General Pico, manifestándonos en Santa Rosa y siempre reclamando para tener los mismos derechos que cualquier trabajador argentino. Si bien no nos vieron en las calles, nunca bajamos los brazos y estuvimos golpeando puertas hasta que logramos el objetivo. Afortunadamente hemos conformado la cooperativa “Madres”, nadie nos regaló nada. Es el resultado de una larga lucha”, concluyó Célica Estévez.
Antecedentes de una larga lucha
El 14 de octubre de 2011 el grupo de Plan Madres (piquenses y santarroseñas) consiguieron la promesa de quien a través de Nación se le tramitaría la posibilidad de obtener fuentes laborales relativamente estables, venían de un protesta importante en las adyacencias del Centro Cívico.
Aquel día precisamente Estévez recordaba que “permanecimos varios días frente a Casa de Gobierno, encadenadas y prendiendo gomas en reclamo de un trabajo digno. Las autoridades provinciales han prometido que nos incorporaran al plan nacional “Argentina Trabaja”, confiamos en la palabra”.
Pasaron los meses y en marzo de 2012 las beneficiarias del Plan Madres volvieron a la calle, desencantadas porque las promesas del año anterior no se habían cumplido: “dieron su palabra y no cumplieron. Estamos cobrando 600 pesos por mes, nosotros reclamamos un trabajo digno. No vamos a permitir que nos sigan entreteniendo con capacitaciones, nos vamos a quedar frente al municipio hasta que alguien nos atienda. el intendente Juan José Rainone dijo que nos va a recibir el secretario de Desarrollo Social, Daniel López”.
Luego de una larga espera ese mismo día hubo una reunión donde la comuna dejó en claro que no tenía respuestas para la problemática. Finalmente hace unos días tras una reunión celebrada por Carina Balsa, con la delegada del Ministerio de Bienestar Social, Marta Miskoff y la directora de Economía Social y Empleo, Yolanda Carrizo; se informó que en breve tanto las integrantes del Plan Madres como el Movimiento de Desocupados, tendrían respuestas a los reclamos que venían exteriorizando desde hace varios años. Ayer 18 mujeres empezaron a concretar el sueño de la conformación de una cooperativa de trabajo.
Fuente La Reforma
Leer mas