Una joven de General San Martín, que se identificó como Paola Bertín, denunció publicamente la desatención sufrida por su abuela, durante su estadía en un hogar de ancianos de la localidad de Guatraché. Finalmente la abuela falleció en el hospital de San Martín.
La joven, que habló con La Arena, explicó que lamentablemente esa enfermedad tan temida como es el Alzheimer, hizo que su dependencia fuera total y así, su abuela inquieta y servicial pasó a ser solo una persona que subsistía por los cuidados de los familiares. “Día a día se nos hacía más dificil su cuidado. Pusimos personal para su atención pero no resultó, por lo que decidimos internarla en un hogar de ancianos. Tras las averiguacxiones sobre posibilidades de atención, lo hicimos en el de Guatraché, el cual está detrás del predio del hospital, donde creímos sería cuidada y atendida”, dijo.
Continuando con su relato, la joven expresó que el 24 de enero la internaron, pero a medida que pasaban los días veían como decaía y al poco tiempo empezó su calvario. “Un miércoles a la mañana la visitamos y vimos que se quejaba, que no estaba bien, tenía golpes en su brazo y su ojo izquierdo. Ante nuestra insistencia para que la vea un médico, la encargada llamó al médico del hogar. Luego de una serie de radiografías se descubrió que su brazo tenía una quebradura importante quirúrgica, pero que a su edad no era conveniente someterla a una cirugía”.
Recordó que así estuvo hasta el próximo lunes que la llevaron a Santa Rosa. “En ese lapso mi abuela estuvo sin calmantes ni su brazo inmovilizado, en pocas palabras: “6 días sin atención médica”. También estuvo sentada y atada a una silla de ruedas por una supuesta fisura de cadera, la cual después de una serie de estudios no se pudo saber con exactitud si realmente existía dicha fisura“.
El Peor Final.
Bertín manifestó que lamentablemente su abuela no podía expresarse bien, “pero veíamos el dolor reflejado en su cara. Ante la desidia observada en el personal del hogar para ancianos, decidimos sacarla y traerla a San Martín, donde fue atendida y se descubrió que tenía bolos fecales imposibles de ser despedidos. Mi abuela murió en el hospital de San Martín por una hemorragia intestinal y anal imposible de parar”, referenció.
Finalmente la joven explicó que “la culpabilidad hizo que el hogar nos devolviera el importe abonado”.
(La Arena)