El Consejo Municipal de Políticas de Género de Santa Rosa reclamó que se extienda la prohibición de la habilitación de whiskerías y cabarets en la provincia y pidió a la Secretaría de Derechos Humanos que reitere la recomendación a los municipios para que cierren los locales nocturnos sospechados de encubrir la explotación sexual.
Santa Rosa hizo punta en 2009 con la prohibición de whiskerías y cabarets que actuaban como fachadas de prostíbulos. Le siguieron media docena de localidades más. Pero otras, como General Pico y 25 de Mayo, no tomaron medidas (al menos significativas) y siguen floreciendo los cabarets.
En Pico determinaron no entregar nuevas habilitaciones. Pero lo cierto es que funcionan actualmente whiskerías. “Eso es ser cómplice. Saben que ahí se cometen delitos“, dicen funcionarios santarroseños.
En 25 de Mayo, por su parte, anunciaron que los prohibirán. Todo, luego del procesamiento del intendente David Bravo por supuestas irregularidades en la autorización del funcionamiento del local El Rancho y la condena a su dueño, Javier Ulrich, por trata de personas.
También, en la reunión se acordó pedir a la Secretaría de Derechos Humanos de La Pampa que reitere la recomendación que hiciera en su momento a los municipios sobre la prohibición de las habilitaciones a locales nocturnos sospechados o que encubren la explotación sexual.
Además, exigieron el tratamiento de los proyectos que están en la Cámara de Diputados de la provincia, entre los cuales se encuentra la extensión de la prohibición de la habilitación de whiskerías en toda la provincia y otro vinculado a la protección y asistencia a las víctimas de trata.
Fuente: D.Textual.