Fútbol desde adentro
Anoche opté por el privilegio -para quienes somos del interior- de ver un partido de fútbol del torneo Clausura de la AFA, que estaba considerado como el destacado de la fecha, entre Vélez y Boca en el estadio del Fortín, en el gran barrio capitalino de Liniers. También opté el vivirlo como un hincha más, ubicado en la popular este del estadio casi colmado por hinchas locales y de los visitantes boquenses, tildados por los de Velez y por todos como “los bosteros”.
Saben ya del resultado y del tenor del partido, donde ganó el fortinero con un gol de cabeza sobre el final del primer tiempo, a la salida de un corner desde la derecha y con un preciso cabezazo del central Ortiz, cuando nadie merecía estar como ganador del encuentro a mi parecer escaso en vuelo emotivo y técnico. Es cierto, ambos equipos están condicionados en resultados y rendimiento de este torneo, encabezado por Estudiantes que ganó su clásico particular y por Banfield quien también ganó el suyo frente a Lanús. Además sabemos Boca está sacudido por una interna generada desde el periodismo, entre su DT Falcioni y el ex-conductor Riquelme afuera por una lesión y por decisiones técnicas. Vélez estaba asustado y ajustado luego de esa tremenda derrota frente a la Católica de los chilenos, quien en el Amalfitani le dieron vuelta un 3-1 en 3-4.
Por eso, les decía mis expectativas eran limitadas porque ambos equipos no querían perder, entonces hubo celo en el fondo y escasa imaginación ofensiva, además de poco vuelo creativo y fútbol lindo. En el balance general, a mi criterio la derrota no era justa, pero este deporte tiene esos rasgos que lo constituyen como atractivo, y genera muchas emociones que se traducen en los cantos originales de las hinchadas, quienes además se distinguen en colores y señas que a veces provocan como sucedió anoche, algún hincha que no pertenece al lugar sea expulsado de manera violenta por los barra bravas.
Me volví contento a casa en los buenos aires, porque pude vivir lo que quería, los distintos ribetes que no podemos visualizar en la tele –la famosa pantalla chica-, y si lo hacemos cuando estamos viviendo este deporte tan arraigado con nuestra identidad argentina, “desde adentro”.
Gracias, Mario Higonet.-