Entre las comunidades sureñas de La Pampa
Fundada un 27 de marzo de 1909
Hoy Cumple 103 años
Sobre la Ruta Nacional 35 y una de las más australes líneas ferroviarias pampeanas, se halla la localidad de Abramo. Carretera y vía corren paralelamente de Jacinto Arauz a Unanue. Abramo forma parte del Departamento Hucal, lo mismo que Bernasconi, San Martín y Arauz al Este, y que el pueblo de Hucal y Cotita al Oeste.
Eran dominios de los vorogas, que ocupaban aproximadamente de las Salinas Grandes al Sur. Allí reinó Yanquetruz, fallecido en 1833, y luego Calfucurá, cuya muerte, cuarenta años después, llegó cuando la relación de fuerzas blancos-indios ya comenzaba a inclinarse a favor de los primeros.
Reparto de tierras
El libro “Abramo. Historia de su pueblo”, de Norberto Rubén Schenfelt, comienza: lograr burlar la ofensiva del cristiano que los acosaba permanentemente, con la idea de hacer avanzar el progreso en los lugares más inhóspitos de nuestra República Argentina. “Para poder hablar de la historia de este pueblo, es necesario conocer los orígenes de las poblaciones indígenas que habitaron esta inmensa llanura, en la que se fueron ubicando estratégicamente de acuerdo a lo que les podía ofrecer la naturaleza para lograr el medio de vida más adecuado a sus costumbres, respondiendo directamente a un interés económico, y con el correr del tiempo para poder ntina.” Y se refiere a la etapa india hasta la llegada de las fuerzas nacionales y la distribución de tierras.
Conformación urbana
La fundación del “pueblo y colonia Abramo” fue el 27 de marzo de 1909, cuando comenzó la venta de solares. Tal es la fecha adoptada por el municipio, aunque de igual modo se solía mencionar el 25-11-1908, cuando se adjudicó el nombre a la estación.
La historia de ese ramal ferroviario se inició mucho antes, con la concesión para la firma Abreu, Torres y Compañía y el tendido en 1891 hasta Epu Pel, pero la estación Abramo se incorporó diecisiete años después.
El 27 y el 28-3-1909, tras la colocación de la piedra fundamental, se vendieron solares a cuarenta y ocho mensualidades y las chacras mitad al contado y mitad a seis meses, todo sin interés. De Toay y Bahía Blanca, trenes especiales llevaban gente gratis y en Abramo, la concurrencia fue obsequiada con un almuerzo campestre.
Registra la publicación de Abramo que la zona de los vorogas era medanosa, con montes y lagunas y añade que “las tardes son calmas y hondamente tristes, revestidas de ese inexplicable misterio de los desiertos”.
Alternativas del campo
El suelo cambió parcialmente con el trabajo de la tierra, al principio con lanares y vacunos y una agricultura incipiente.
Se superaron años de grandes sequías, 1929, 1935, 1939, 1962, como episodio de 1945 cuando se incendiaron estibas de cereal que ocupaban todo el predio del ferrocarril.
Pero también hubo años buenos, cuando luego de una sequía prolongada, del 1 al 3-6-1952 llovió unas 36 horas continuadas y provino un año exitoso, o cuando nevó en 1982.
En 1943 se formó la Cooperativa Agrícola Ganadera, que diez años más tarde incorporó los remates-ferias. De esa entidad surgieron iniciativas para el pueblo, como las gestiones con la Cooperativa de Servicios de Bernasconi, que en 1967 permitieron a Abramo contar con teléfonos.
Al inicio de 1976, Martocci y Cía, de General Campos, comenzó a comercializar ganado en Abramo y un lustro más tarde también dio comienzo sus remates-ferias. Otro motivo fue la concreción de silos en 1963.
La labor agraria se había inaugurado en los albores del pueblo, que en 1910 constituyó la cooperativa Agrícola Sociedad Mutual.
Nombre de la población
El nombre de la localidad se debió a Fernando Abramo (1786-1872), militar que combatió a las órdenes de Belgrano y San Martín.
En cuanto a su poblamiento, ya en 1908, se instaló allí Benito Cao, que ese año abrió un almacén y fue propulsor de importantes iniciativas para Abramo, “el hombre de la consulta permanente”. Mientras tanto, se iban afincando familias españolas, rusas, alemanas, árabes y judías.
Algo sobre Hucal
El ejido comunal alcanza la vecina Hucal que, aunque con pocos pobladores, tiene una historia centenaria por estar entre las pocas poblaciones fundadas el siglo anterior.
Hucal se mantuvo siempre como importante mojón de la organización ferroviaria. En su estación se operaba el cambio de guarda del convoy y a través de ella se canalizaba un gran movimiento de pasajeros de carga.
Los campos eran de Diego de Alvear, que de acuerdo a una descripción de 1889 sobre La Pampa, Río Negro y Neuquén, era el terrateniente con posesiones más extensas en el territorio pampeano.
Su administrador fue Ramón Blanco, que ordenó la donación de suelos para las estaciones de Cotita y Hucal, la que primero se llamó precisamente estación “Ramón Blanco” y junto a la cual se iniciaba la estancia de Alvear, cuyas tierras se cultivaban pero no eran objetos de fraccionamiento.
Comuna, escuelas
En 1941 se constituyó en Abramo la comisión de fomento y su primer intendente fue Héctor Aramburu. Treinta años después se habilitó el edificio propio, en tanto que el anterior se destinó a la biblioteca pública. Entre los titulares del municipio, es recordado especialmente Nicolás Abdala, con mucho tiempo en el cargo.
La Escuela Nº 86, actualmente escuela hogar, se fundó en 1914. El 14 de marzo la creó una resolución del Consejo Nacional de Educación y el 14 de julio comenzó a funcionar, siendo Luisa Lucero, venida de San Luis, la primera directora.
De esta escuela surgió el mensuario “Voz escolar” y más tarde se incorporó el albergue. Abramo cuenta con la Escuela Rural Nº 136 y el vecino pueblo de Hucal, desde la época del territorio tiene la Escuela Nº 118.
La salud en Abramo
Durante un período prolongado, para la atención médica había que recurrir a localidades vecinas y en Abramo es muy recordada la partera Adelaida Luengo de Ruano.
Después de 1939, desde Bernasconi llegaba en sulki uno de los médicos altruistas característicos en los campos pampeanos, que a los pobres atendía sin cobrar. Era Rogelio Amicarelli.
En 1972 se abrió la Sala de Primeros Auxilios y desde 1985 se contó con médico permanente.
Otros servicios
En cuanto a organismos públicos, en 1929 se incorporó la comisaría y en esa época también el correo. En 1928 se creó la Oficina del Registro Civil y en 1962, el juzgado de Paz, suprimido en 1977 y reabierto en 1987.
En la década del ’70 se construyó la plaza pública y se habilitaron el pavimento en las calles y en el acceso que une Abramo a la ruta 35. En comparación con la magnitud de la localidad, tiene una de las más extensas redes de pavimento urbano.
En 1981 se creó la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos y se concretó el sistema de agua potable.
Es tradicional el Club Sportivo y Recreativo Abramo, surgido de la inquietud de jóvenes en 1925, que su primer tramo centró su actividad en fútbol y reuniones danzantes.
Las alternativas de su fundación constituyen sentidos recuerdos de esos tiempos, como también la trayectoria escolar, los vaivenes en la vida laboral, comercial y agropecuaria, incluso la vida religiosa, sobre la cual antiguos vecinos rememoran las visitas anuales del misionero Ángel Buodo, que por primera vez estuvo en Abramo en 1914, procedente de General Acha.