El Murgón Amalaya se presenta en Guatraché

Se presenta en Guatraché El Murgón Amalaya el sabado 20 de Abril en la Casa de la Cultura del Bicentenario.
La nueva obra del Murgón intenta hacernos reflexionar sobre la incomunicación a la que nos arrastra el uso abusivo de las tecnologías. También insta a abandonarlas y asumir el compromiso de imbuirnos de una participación ciudadana.
El Murgón Amalaya del Grupo Andar presentará una nueva función de “¿Qué tal si nos miramos?”, un espectáculo de murga-teatro que plantea la incomunicación, el uso desmedido de la tecnología y la falta de compromiso y participación comunitaria en la actualidad.
Por medio del canto, la actuación y el baile, el grupo va atravesando estas temáticas desde la crítica y el humor. Cabe destacar que la música y las letras de las canciones son originales.
El Murgón nació hace catorce años y actualmente lo integran dieciocho personas de todas las edades. Hay desde pequeños de 6 años hasta adultos mayores, quienes comparten con los jóvenes y adultos del grupo un sentimiento profundo que los hace disfrutar de lo que juntos hacen sobre el escenario.
Marcelo, Betiana, Joana y Estela son cuatro de los integrantes del Murgón que coincidieron ayer en señalar su alegría por la manera en que el público recibió su última creación, titulada: “¿Qué tal si nos miramos?”. Llevan tres funciones en el ATTP a sala llena y la del domingo sería la última en ese espacio, porque la idea es salir luego a los barrios, a las escuelas, a las instituciones, a los pueblos y adonde los inviten a presentar esta obra que habla de la incomunicación y la participación ciudadana.
“Hemos tenido muy buenas devoluciones. Realmente es un espectáculo que disfrutamos mucho. Ya haber podido terminar el trabajo y poder presentarlo es una satisfacción muy grande”, comentó Betiana al recordar que comenzaron a trabajar en esta obra allá por el mes de febrero.
“Fuimos viendo colectivamente lo que queríamos y cada uno aportó su propia mirada para llegar al producto final”, acotó Estela, quien puntualizó que la obra trata dos temas que se vinculan en algún punto entre sí, el del barrio y el de la incomunicación en tiempos en que el avance de las tecnologías aíslan a las personas, porque en vez de charlar con el que tienen al lado están expectantes del facebook o del celular.
Marcelo insistió en señalar que ese aparente avance en la posibilidad de comunicarse que brindan las nuevas tecnologías acarrea a su vez cierta incomunicación con el que está próximo. “Una vez estábamos charlando un grupo de ex compañeros de la escuela que hacía mucho que no nos veíamos y en un momento me di cuenta que quien estaba hablando sólo me miraba a mí. Ahí me di cuenta de que el resto se estaba mensajeando con el celular y ya no le prestaba atención”, recordó a modo de anécdota que grafica lo que la obra cuenta de manera muy creativa y con mucho humor.
Joana es la “experta” del grupo en cuanto al uso de las nuevas herramientas tecnológicas y es quien señala la diversidad de miradas que el grupo aportó para esta obra. “Todos vivimos en diferentes barrios y la visiones son diferentes”, comentó.
La incomunicación atraviesa todo. En la obra una mujer ve que le roban a un vecino pero en vez de avisar a la Policía se lo comenta a alguien a través del facebook y a su vez se queja de que “nadie hace nada”.
La obra se desarrolla a través de la estructura de la murga. Están la presentación, la crítica y la retirada, típicas de este género, y en medio, toda esa ironía con la que la murga puede darse el lujo de decir lo que quiere sin perder la alegría.
El detrás de escena tiene sus intríngulis. “Nos empezamos a preparar cuatro horas antes de cada espectáculo”, cuentan.
Es que hay además de la concentración propia que necesita cada presentación, todo un cuidado trabajo de vestuario y de maquillaje que le brinda a cada murguista una identidad propia que a su vez se complementa con el resto. Y toda una preparación también desde lo actoral y de técnica vocal para poder cantar y decir, sin dejar de bailar.
Integran el Murgón Amalaya: Ainara Alderete, Betiana Ballejos, Candela Seisdedos, Elisa Conti, Estela Pacheco, Felipe Caioni, Franco Dutto, Joana Cornejo, Juan Carlos Cabrera, Lorena Wilberger, Marcelo González, Marcelo Pérez, Martina Palacios, Melina Simpsom, Nilda Brandizi, Pali Victoria, Sandra Passarello y Vanesa Santesteban.
La dirección musical y vocal está a cargo de Mario Figueroa y la puesta en escena, de Edith Gazzaniga.

Deje su comentario en Facebook