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Cambiemos pampeano: la causa, los rumores y la carrera a 2019

Por Norberto G. Asquini

Cambiemos es un hecho en La Pampa, aunque todavía sus dos socios jueguen a ver quién llega mejor en la carrera a 2019. El macrismo y los radicales hacen cuentas y se van acomodando: el secretario de Deporte, Javier “Colo” Mac Allister ya tiene en marcha su campaña a gobernador mientras los sectores de la UCR intentan reagruparse para sostener sus chances en los próximos meses.

Reagruparse y fortalecerse

Serán tiempos vertiginosos en la política pampeana. El desdoblamiento de las elecciones provinciales de las nacionales apurará las definiciones seguramente después del Mundial, tiempo de cierta paz casi obligada. Se estima que los comicios en La Pampa podrían ser antes de las PASO nacionales de agosto, y eso da menos margen a cualquier estrategia. Enero y febrero no serán momentos de muchas vacaciones.

Entre los radicales hubo algunos movimientos en las últimas semanas para intentar aglutinarse a pesar de su dispersión interna. A nivel nacional el momento de debilidad política del presidente Macri, el respaldo que le dio la plana mayor de la UCR al mandatario y las pretensiones de colocar un vice en la próxima fórmula presidencial se conjugan para dar marca al reagrupamiento de algunos sectores y dirigentes, a pesar de los recelos mutuos. Luego de la división en sus filas y la derrota en 2017, algunos entienden que Cambiemos-Pro avanza hacia 2019 y ellos van perdiendo espacios. No tienen un conductor indiscutido y en los pueblos el macrismo hace estragos con su discurso y hay desgranamiento. Todo empuja a que tarde o temprano se conformará la mesa de Cambiemos en La Pampa entre todos los partidos que fueron juntos a la elección del año pasado. Ya no con tantas pretensiones por parte de los radicales que sienten que han retrocedido. Ahora, condicionados, están obligados a asociarse.

La nueva “causa” radical

En ese escenario la formalización por parte de la Justicia a la intendenta Roxana Lercari en los tribunales de General Pico fue convertida en una causa política que le dio aire a los radicales pampeanos para intentar fortalecerse y encontrar el protagonismo perdido. Dar un mensaje opositor al PJ y a la vez posicionarse ante el Pro para hacer el mejor acuerdo posible en 2019. Así calificaron el tema de “persecución política” por parte del gobierno justicialista por el inicio de una causa judicial por la firma de un convenio con Nación sin la autorización de Provincia. Pero disimularon sus años de declamación republicana al omitir la otra causa que pesa sobre Lercari, en la que está también formalizada, y que fue la de aumentarse el sueldo sin una ordenanza previa. Tampoco hubo comentarios sobre el microcrédito que se le otorgó a su hijo. Los dirigentes provinciales del radicalismo emitieron un documento contra el PJ y se movilizaron a los tribunales. Las caras sonrientes mostraron la satisfacción por una movida que mostró una suerte de unidad en la UCR. Pero hubo faltazos: no estuvieron los intendentes radicales, dando cuenta de las grietas internas que tienen sus filas. Igualmente la “causa Lercari”, como su postura de diferenciarse de Cambiemos-Pro en el tema de los ríos interprovinciales, les hizo encontrar algún espacio político que habían perdido.

Tejiendo y destejiendo los rumores

Los dirigentes radicales se agrupan, pero a la vez compiten entre sí. Ninguno puede asomar más la cabeza que el otro. Al menos no mucho más. Si se le pregunta a uno por otro de sus correligionarios, afirma “no existe, no tiene estructura”.

Todos coinciden igualmente en que deben fortalecerse, ya sea con acuerdos entre sectores o en la personal, frente al macrismo de cara a la alianza en Cambiemos. Sus socios ya tienen candidato a gobernador y a intendente de General Pico, el apoyo de Macri y los resultados de las elecciones de 2017 que los respaldan. La economía nacional dirá después el resto, si levanta o los sigue complicando. Los radicales dicen que tendrán su propio candidato a gobernador, y por lo bajo está jugando el senador Juan Carlos Marino, que no convence a todos. Tiene los recursos económicos para serlo, amasados en el Congreso, pero también lleva a cuesta bajas performances electorales y promesas incumplidas.

En esa disputa política con Cambiemos-Pro es que se empezaron a propagar los rumores entre los dirigentes radicales sobre el futuro de Mac Allister, como argumento para sostener su posición. Que el ex futbolista “no llega” a ser candidato, que lo baja Macri, que puede haber más denuncias que lo toquen, que no lo quiere el jefe de gabinete Marcos Peña, que hay diferencias internas con el diputado Martín Maquieyra. Hay quienes abonan esto magnificando hechos o construyéndolos como el caso de la intencionada interpretación periodística de que perdió poder porque en la supresión de cargos del gobierno nacional le sacaron oficinas a Deporte, como hicieron con el resto del organigrama nacional. Abundan los dirigentes radicales abrazados a la esperanza de que se debilite o desgaste el Pro para mejorar sus chances. Pero a la vez están quienes especulan que una alianza será lo que los va a salvar en 2019. Las contradicciones son parte misma de la política, pero hay espacios en las que abundan.

El armado en la Casa Rosada

Entretanto, Cambiemos-Pro se va armando por su lado y haciendo control de daños. Las expectativas han mutado en buena parte de la sociedad con respecto a la marcha del gobierno nacional, sobre todo con respecto al rumbo económico, pero por ahora Macri va en busca de la reelección y en la provincia habrá apoyo a los propios para intentar cambiar el signo político. Una tarea muy difícil, sobre todo cuando se deba enfrentar nuevamente, como se estima, a Carlos Verna.

Las usinas de Cambiemos dejaron deslizar que la semana pasada hubo reuniones entre los referentes del gobierno nacional para tejer la estrategia en la provincia y hubo otro aval para Mac Allister. En un encuentro de jóvenes dirigentes del Pro, Peña pidió un aplauso para Maquieyra como postulante a la intendencia de General Pico. Ambos han conformado equipos de trabajo para delinear propuestas para la campaña. La estrategia nacional, como algunos medios han publicado, contempla avanzar en La Pampa. Sobre todo cuando tienen delante a un gobernador del PJ que se ha mostrado díscolo con la Casa Rosada y eso no lo pueden cambiar.

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