La bici y una filosofía de vida

Martín Alzamora es un peluquero local que hace algunos años comenzó una lucha contra la obesidad que lo llevó a cambiar su forma de vida. La bicicleta fue fundamental en ello. Paciencia, salir de lo convencional, vivir de manera simple,  lejos del consumismo y cerca de la naturaleza…  son algunas de las vivencias. El viernes regresó de una travesía de más de 800 km entre Malargüe y Bariloche, por la ruta 40.

El 4 de febrero de 2012 emprendió el viaje desde La Quiaca a Mendoza por la Ruta 40, y el 2 de febrero de este año, partió junto a su pareja y tres hijos de ambos, de Malargüe con destino a Esquel, buscando unir el país a través de esa ruta mítica. El mal tiempo impidió que la travesía fuera más allá de Bariloche.

“Muchas veces pareciera que no existiera otro mundo y cuando uno sale de lo convencional, de lo que a uno le están planteando constantemente, la vas a pasar mal. -relató Martín- Se plantea que si no vivís consumiendo la vas a pasar mal y no es así, es lo más lindo”.

Pasaron por parajes sin luz eléctrica donde el agua se saca del arroyo, y la solidaridad fue la nota. “Y pensar que nosotros cuando no tenemos algún servicio ya no sabemos qué hacer. Pero se puede vivir. Por ahí nos vivimos quejando de que nos falta esto o aquello, pero realmente se puede vivir con muy poco y pasarla bien”, afirmó.

Se hospedaron en hosteles pero también en camping libresy agrestes, sin servicios ni comodidades pero con la naturaleza contenedora y amigos que se van haciendo en la ruta.

Además reconoció la vida cerca de la naturaleza  como el complemento. Claro que transitaron por paisajes bellísimos, con montañas, valles, ríos, lagos increíbles. Pero también aquí, en General Pico, el disfrutar del contacto con la naturaleza cuando bicicletean por caminos vecinales es una actitud de vida.

“Hay que practicar el ciclismo para ver lo que es, a mí me desarrolla la paciencia, la percepción de mis propios límites y de mis posibilidades. La percepción del tiempo es diferente. No se vive con apuro”, indicó.

Otra faceta de su filosofía de vida, ligada con el ciclismo, es salir del consumismo en que estamos inmersos. “Y salir hasta del capitalismo en sí, vivir en forma muy simple, que a veces parecen locas pero cuando se viven se ve que es muy simple”, dijo.

Durante muchos años su vida estuvo signada por el sedentarismo, el inconformismo y la obesidad. “Yo nunca me hubiese imaginado estar pasando por esta parte de mi vida, de salir de lo convencional  y vivir más en contacto con uno mismo, dándome el tiempo y dando curso a las ganas de querer hacer cosas”, indicó.

Y sin ir más lejos, imaginó nuestra ciudad con mucho menos autos y más bicicletas. “Sería todo mucha más sencillo, sin accidentes de tránsito, cuidando la ecología y también el bolsillo”, reflexionó.

De la obesidad a ser parte de la travesía de más de 800 km por la ruta 40 hubo una serie de cambios internos, que no solamente implicaron una dieta alimentaria. Fundamentalmentae pasaron por una forma diferente de ver y encarar la vida.

Fuente InfoPico

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