Ivan Alberto Diaz Oberto es su nombre pero todos lo conocen por “Vanino” que es un apodo de “Ivan El Terrible” originario de la vieja Rusia. Nació en Balnearia, Córdoba, el 21 junio de 1976 día en que sus padres Ivan Alberto Diaz y Belkis Lucia Oberto trajeron al mundo a este personaje muy particular.
Vanino vivió en esa ciudad cordobesa hasta los 6 años, donde formaba parte del 2° b de la “vieja Escuela Nacional” hoy “Pablo J. Rodriguez”, “de la cual me escapaba casi todos los días para escuchar música con mi viejo y tenia que venir la maestra a buscarme tratando de convencerme para que vuelva”, se ríe.
Desde que tiene memoria que recuerda haber escuchado siempre música en su casa, desde clásica hasta jazz y tropical, “todavía tengo la imagen de mi viejo poniendo la púa en el disco y sentados en un sillón varias horas hasta que nos quedábamos dormidos“.
En 1983, su padre, de profesión bancario, es trasladado a Mar del Plata donde residieron un año hasta que les llegó la noticia de que debían radicarse para trabajar en Guatraché, a 650 km de esa ciudad balnearia y a 1200 kms. de su ciudad natal.
Los primeros ruídos
En nuestra localidad, Vanino realizó sus estudios primarios en la Escuela 60 y secundarios en el Juan B. Alberdi recibiéndose de perito mercantil con especialidad impositiva en el año 1993. También, complementó el secundario durante cinco años tomando clases de ingles en el Instituto Privado del recordado y querido Jorge Herold.
Pero es a partir de 1989 cuando comienza a hacer realidad su sueño de musicalizar fiestas, época en la que abarrotaba de parlantes una vieja “Renoleta” modelo 70 y partía hacia donde lo llamaran.
En 1990 tras el fallecimiento de su madre, cantante profesional de tango y folklore, decidió seguir por cuenta propia con la tradición musical de la familia y trabajar en una pequeña radio de Guatraché, la FM 104.7 –radio colega ya desaparecida– donde hizo de operador y a veces locutor, “era corajudo” recuerda. Al año y medio la radio cerró, y no conforme con eso, junto a otros amigos de “fechorías adolescentes”, armaron un pequeño transmisor de FM de 1 km de alcance, colgaron una pequeña antena en el edificio del Banco Nación donde habitaban el departamento del segundo piso y comenzaron a emitir música en los ratos libres, “la cosa era muy clandestina pero todos sabían que a las 8 de la noche en invierno arrancaba el programa y algunos comercios nos daban publicidad y hasta llegamos a transmitir un cumpleaños de quince de la hija del intendente durante toda la noche” recuerda sonriente.
Una infancia y adolescencia muy divertida
Desde pequeño siempre estuvo relacionado con la música, jugando a ser deejay u operador, probando parlantes en el patio y aturdiendo a los vecinos,..”siempre tuve la raza pura sangre, con la diferencia que económicamente ahora puedo desenvolverme mas”, asegura…”pero de chico ya estaba loco”… confiesa.
Con algunos de sus amigos recuerda haber compartido..”muchas bromas pesadas a todo el mundo”, y nos detalla: “una vez pusimos un parlante adentro de una casilla del gas y cuando pasaba alguien le dábamos charla con un micrófono escondido, la gente no entendía nada, llorabamos de risa con solo ver las caras de los desprevenidos,…… estuvimos así como una semana, lo que tardaron en darse cuenta”,…“otras veces andábamos en moto adentro de la zanja del gas natural cuando la estaban haciendo”,….”y no me olvido de los recuerdos del karting a rulemanes en la plaza y de haber aflojado todos los mosaicos”, se ríe.
Contrapunto
En el año 1994, Vanino y su padre se radican definitivamente en el norte de Córdoba. Al llegar y durante los primeros meses sintió esa sensación de vacío que se siente cuando uno deja un lugar que creía suyo. “De Guatraché extrañaba su gente, muy transparente, menos demostrativa al principio pero mas fiel, su filosofía de vida,….aquí se vive muy pendiente de la imágen,…..con el paso de los años me aprovecho de la situación y la utilizo”, confiesa, y ejemplifica: “en La Pampa no se ven peleas entre hermanos por herencias…aquí si, allá hay mas códigos”, señala, “De Córdoba elogio la actividad comercial,…el feedback entre la gente,…el humor extraño…..”.
Decíamos que regresó con su padre a Balnearia en enero de 1994, no pudiendo realizar sus estudios universitarios, donde después de haber trabajado en diversos rubros se presentó en las oficinas del viejo Canal 6 ofreciendo su fanatismo por la música para trabajar y se enteró que necesitaban personal para una radio que estaba por abrir, que es la actual Radio Del Mar; “me dijeron que me iban tomar una prueba técnica un sábado a las 9 am y desde el viernes que ni dormí por la ansiedad y la ilusión que tenía“, se ríe. Dos meses antes de inaugurarla colocaron el equipamiento y los paneles acusticos realizando luego pruebas técnicas para asegurarse de que no hubiera fallas, y un 15 de junio de 1996 a las 8 am encendió sus transmisores la 94.5 FM Radio Del Mar donde Vanino fue el operador técnico del primer programa que se transmitió, “Agenda abierta” con la conducción de Estela Britos. Sus horarios semanales eran desde las 6 hasta las 9hs y de 18 hasta las 21hs, para luego cambiar al horario definitivo que es el actual de 6 am hasta las 13 hs.
Con el ruído a otra parte
En su provincia natal, Vanino encontró las oportunidades para hacer de su pasión un oficio. Actualmente vive solo pero junto a un sinnumero de proyectos y metas relacionadas con el mundo del sonido.
Vanino siempre fue un observador nato del impacto social que causan los sonidos en la gente; desde voces, palabras, efectos, silencios y melodias que hacen a la magia de la radio. Unos de sus secretos es ponerse en lugar del oyente o escucha radial para saber que se siente al estar del otro lado, para esto utiliza varios retornos desde parlantes hi fi hasta muy pequeños reproductores de radio escuchando los detalles minimos que emite un parlante. “Todos los sonidos en radio son validos, hasta los ruidos tambien, siempre y cuando sean efectivos en el oyente” explica Vanino, quién a realizado cursos en Cba Tech y estudios de psicología social, programación neurolinguistica, oratoria, analisis de actos fallidos verbales, gestos e impacto sonoro tratando siempre de comprender un poco mas sobre el inmenso mundo de la radio y la comunicación.
Desde lejos
El haberse alejado tantos kilómetros le genera mucha nostalgia, cuestión que cuesta superar, asegura: “extraño de Guatraché sus calles..los lugares espaciosos…los alemanes y rusos con su particularidad…los codigos de la gente, el olor de las plantas del boulevard, las tortas alemanas en los bailes de Huracan, mis amigos,…… que son los mismos de siempre, muy pero muy leales….. Hernán Scheffer, Marcelo Klug, Hernán Lang, Rodrigo Fernandez, Amilcar Elizondo”.
Soledad
Hijo único, sin parientes directos, al fallecer su padre en 2003, Vanino sintió la soledad mas que nunca, “ya cuando falleció mi vieja…fue una experiencia muy fuerte donde dia a dia vas entendiendo como son las cosas,….cuales son tus responsabilidades”.
Y recuerda a su padre: “mi viejo se llamaba igual que yo, Ivan Alberto Diaz, trabajó 40 años exactos ni un dia mas ni un dia menos de cajero del Banco Nación, toda la vida contó dinero. Cuando dejó, al mes IBM informatizó el sistema,..menos mal,..el no se hubiese adaptado, escribia con las dos manos,…un tipo derecho con muchos codigos, responsable”, cuenta entusiasta Vanino, “y también fue dirigente gremial”.
Gustos son Gustos
Década y media en la provincia Mediterranea le sirvieron a Vanino para hacerse fuerte en su rubro. En la actualidad ofrece un servicio de sonido e iluminación de primer nivel, cubriendo una amplia zona geográfica que incluye localidades del NE de Córdoba y parte del NO de la provincia de Santa Fé, siendo además el actual propietario de Radio del Mar.
¿Y para que cuatro?, “es que además del sonido, iluminación, animación y renta de livings, ofrezco servicio de Limusinas. El Cordobes es muy coqueto“, concluye
Su Madre: “Sabina”, la Gringa del Tango
Belkis Lucia Oberto nació en Saturnino María Laspiur, un tranquilo pueblito del este Cordobés, a solo 28 km de Las Varillas donde nació su primo hermano más famoso: Fabricio Oberto, actual jugador de la Selección Argentina de Basquet. En Laspiur es donde Belkis se inicia en el ´61 interpretando canciones de folklore, para cuatro años después volcarse definitivamente al tango, “se llamaba Belkis, y el apodo de ´Sabina´ le fue puesto porque comercialmente era mas fácil de pronunciar y como aquí –por Córdoba- esta lleno de gringos, la llamaban Sabina la Gringa del Tango”, nos cuenta Vanino.
“La Gringa” participó cuatro años en el festival de La Falda, hasta que lo ganó en el ´82, y también en el Pre-Cosquín y Cosquín del ´85 y ´87 donde ganó en el primero y resultó finalista como intérprete mujer en el segundo.
Ya en Guatraché, alternaba sus actuaciones con su pasión por la escritura y su trabajo como colaboradora en la comisión de cultura municipal.