Varios profesionales y funcionarios manifestaron en las últimas dudar de la historia de José Salvador Albarengo, el pescador que asegura haber estado perdido en el océano Pacífico durante 13 meses.
Expertos como el médico francés Yves Chauve, consultado en París, dudan debido a la duración sin precedentes del naufragio y a los alimentos consumidos, solo compuestos con proteínas y sin carbohidratos, esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano.
“Para mí es difícil imaginar a alguien que haya podido sobrevivir durante 13 meses en el mar”, dijo el embajador estadounidense en Islas Marshall, Tom Armbruster. “Pero también es difícil imaginar que alguien llegue a Ebon de la nada. Lo cierto es que este hombre ha pasado por una prueba difícil y ha estado en el mar por algún tiempo”.
El secretario interino de asuntos exteriores de las Islas Marshall, Gee Bing, dijo ser escéptico respecto a lo dicho por Alvarenga tras reunirse con él: “Suena como un relato increíble y no estoy seguro de creerle. Cuando lo vimos, no estaba realmente delgado como pasó con otros sobrevivientes”.
En tanto, Erik van Sebille, un oceanógrafo de la Universidad de Nueva Gales del Sur y quien reside en Sidney, dijo que es muy probable que una embarcación a la deriva pueda ser llevada por las corrientes desde la costa oeste de México a las Islas Marshall. Dijo que tal viaje tardaría entre 18 meses y dos años, dependiendo de los vientos y las corrientes, pero que es posible un recorrido de 13 meses.
El diario MAS! de El Salvador tituló “El náufrago cholotón (gordo)” sobre una fotografía que publica en su portada, en la que aparece un José Salvador.
El hombre afirma que se alimentó de aves y peces crudos, y se hidrató con sangre de tortuga y agua de lluvia.
José Salvador, desapareció tras zarpar el 21 de diciembre de 2012 desde el municipio de Pijijiapan en Chiapas, México, en una pequeña embarcación de pesca, fue encontrado en Ebon, en las Islas Marshall (región de Micronesia), vistiendo apenas un calzoncillo destrozado.
Es un milagro divino”
Ricardo y María Julia apenas pueden creer que su hijo José esté vivo, y atribuyen a un milagro de Dios que haya podido sobrevivir, como él afirma, a un naufragio de 13 meses en una pequeña lancha en el Oceáno Pacífico.
“Es un milagro divino, una señal de que Dios fue misericordioso con la vida de mi hijo, yo no me cansaba de pensar que él un día iba a volver con nosotros”, afirmó María Julia.
Ahora la pareja es asediada por la prensa en su casa en Garita Palmera, 118 km al suroeste de San Salvador, en la costa del Pacífico.
“Nos volvimos famosos en todo el mundo por este milagro”, comentó Ricardo y soltó una carcajada que luego se transformó en un gesto de nostalgia al recordar a su hijo que se marchó hace 15 años a México para trabajar con una compañía pesquera.
Fuente AFP