Como todas las semanas, el profesor Raúl Benítez llegaba a la escuela ubicada en cercanías de la Estancia Lolen, en Coronel Suárez, para dar clases. Pero algo lo detuvo en el camino. Y se sorprendió.
Era un animal, de dimensiones importantes. Creyó que estaba muerto. Bajó de su auto y, al acercarse, notó que era un lagarto adulto, de un metro y medio de largo, y que lejos de estar muerto, gozaba de buena salud.
Posiblemente se trate de un lagarto overo, que al estar en época de celo podría haber salido de su hábitat natural en busca de pareja. Expertos aseguran que, por el tamaño de la papada, se trata de un ejemplar macho.
Benítez aprovechó la parsimonia del animal para retratarlo con su cámara de fotos. Luego, todavía sorprendido, llegó a la escuela para cumplir con sus obligaciones. Y a enseñarle a sus alumnos lo que vio, obviamente.
Fuente La Brujula 24